miércoles, 3 de noviembre de 2021

Lección 2, Tercer Grado, Primera Orden

  "Las Bodas Químicas 2"


-Primera Jornada II-


Antes de comenzar con los comentarios del siguiente pasaje, compuesto por tres párrafos, el anterior solo tenía uno, queremos indicar a nuestros más recientes lectores; más bien los invito a que investiguen la veracidad de lo que nosotros exponemos. Entiendo que nuestros más antiguos lectores, dado que nos conocen un poquito, se fíen de nuestras palabras. 


No, es tanta información la que debemos de vomitar que nos es imposible realizar un trabajo profesional indicando a pié de página las referencias de aquello que exponemos de forma tasativa y completamente convencido.


Este Autor, aún actuando de buena fé, está convencido de no estar en posesión de toda la verdad; pero en modo alguno, intentamos convencer a nuestros lectores de la veracidad total de nuestros escritos. Aún así, seguimos sintiéndonos impelidos a decir lo que decimos porque entendemos que una Fuerza Mayor, de carácter interno, así nos lo requiere.


No obstante, quisiera indicar que nuestro Trabajo, en todo momento, intenta ser racional y lógico huyendo de toda mitificación fantasiosa e imposible de contrastar históricamente y, por lo tanto, de demostrar. 


Como mitificación fantasiosa entendemos todos aquellos supuestos sucesos que rompen con las leyes de nuestro Universo. Sí, aunque algunos se rasguen las vestiduras, algunas cosas son imposibles y solo pueden ser fruto de la imaginación o ensoñación de sus expositores. Otras cosas son meras leyendas imposibles de ser demostradas y, por ello es nuestro deseo traerles unos ejemplos: "Existe la leyenda de que Christian Rosentkreutz nació en el seno de una familia Cátara…"; "Se entiende, por su comportamiento, que Leonardo D'Vinchi, debió de ser un Perfecto Cátaro"; "Porque tanto Michael Meyer como Robert Flud y Descartes fueron hermanos de la Rosacruz…"; "La Rosacruz es de origen Británico, concretamente escocés, y fue llevada a Alemania por Jhon Dee…", todas ellas especulaciones no contrastadas, imposibles de demostrar y que, por lo tanto, no vamos a utilizarlas como argumento de nada. 


Cada cual, según su imaginación, puede ilusionarse con fantasías inmateriales; pero lo que no es de recibo es confundir a sus semejantes con mitos y leyendas que aún conteniendo una base de verdad y un fuerte contenido alegórico, no pueden ni deberían de utilizarse como fundamentos históricos.


Esa forma de exponer los textos cómo "podría" o "existen evidencias de…", son muy típicas de la Literatura del Realismo Fantástico, cercana a la Ciencia Ficción; pero huyendo del trabajo elaborado del cuento y la novela para intentar convencernos mediante un lenguaje periodístico, amarillista por cierto, que intenta vendernos miles de páginas combinando verdaderos hechos históricos con fantasías propias de una mera especulación sin fundamentos históricos.


Comencemos. 


"Como este nuevo intento del diablo, que tantas penalidades me ha hecho pasar, y tan a menudo, no obtuvo lo que esperaba, recuperé el ánimo y continué con mi plegaria. Pero, de repente, sentí que una mano me tocaba la espalda. Me asusté tanto que me quedé paralizado, y no me atrevía a volverme, pues notaba en todo mi cuerpo ese cosquilleo propio de la debilidad humana en situaciones semejantes.


Sin embargo, terminé por hacerlo: aquella mano tiraba ahora de mis ropas. Vi entonces a una mujer de extraordinaria belleza, ataviada con un vestido azul cuajado de estrellas doradas, como si fuera el cielo. Con la mano derecha sujetaba una especie de trompeta dorada en la que podía leerse un nombre que luego me prohibieron revelar; en la izquierda llevaba un voluminoso paquete de cartas escritas en todas las lenguas que, como pude saber un poco después, debía ir repartiendo por todos los países. Y tenía unas alas grandes y hermosas cubiertas de ojos, y con ellas podía volar más rápido y más alto que el águila.


Tal vez hubiera podido observar más cosas, pero como su visita fue muy breve y yo me encontraba entre aterrorizado y maravillado, no me quedé con más detalles.


Cuando me dí la vuelta, vi que extraía un sobre del paquete de cartas, y, haciendo una reverencia, lo puso encima de mi mesa. Después salió sin decir una sola palabra. Y se fue volando mientras tocaba la trompeta con tal potencia que su sonido retumbaba por toda la montaña; y a mí me resultó imposible oir mi propia voz durante un cuarto de hora"


Comienza donde acaba el párrafo anterior, indicando que ese terror y padecimiento ante esa alegórica tormenta de viento es consecuencia de las tentaciones del Diablo; es decir de la naturaleza dual, doble y dialéctica de la Naturaleza del Mundo al chocar con la Naturaleza Espiritual, no dialéctica, de nuestro Interior.


Nuestro anacoreta, Christian Rosentkreutz, aún así sigue en su estado contemplativo sin inmutarse por los presuntos terrores exteriores, porque recordemos que Christian Rosentkreutz, en las Bodas Químicas, no es algún jovenzuelo sin experiencia sino una Persona madura que ha viajado mucho y adquirido una gran cantidad de conocimientos.


En el siguiente Párrafo su Plegaria es interrumpida por una bella mujer que porta las características de un ángel, concretamente de un Serafín y que, según la Tradición, son de las jerarquías angélicas más cercanas al Trono de Dios. Los Tronos, Serafines, Querubines, Arcángeles y Ángeles no son otra cosa, dentro de la Tradición Gnóstica del Cristianismo Primitivo, que arcontes. Recordemos que los arcontes no son ni buenos ni malos. Somos nosotros los que notamos sus efectos positivos o adversos, en caso de colocarnos a favor o en contra de las poderosas fuerzas que manejan; pero recordemos que los arcontes son espíritus egregóricos, como Egregor es el Guardián del Umbral que coloca su mano sobre el hombro de nuestro Protagonista; pues a continuación se nos indica, cuando lo ve, que siente una sensación entre felicidad y terror. Christian Rosentkreutz, aquí, no es algún novato y por lo tanto la presencia de su Guardián del Umbral no le provoca un pánico tal que se rompa la experiencia mística que comienza a experimentar. Se ve que ese terror es algo siempre muy natural; pero especialmente pasajero para aquellas personas que, por su comportamiento vital, se encuentran preparadas para enfrentar a dicho Arconte y que, en realidad, no es otra cosa que la sombra de su propio Ser Interno, Maestro Interior o Christos.


El Guardián del Umbral se presenta ante los varones en forma de una mujer de extraordinaria belleza o, también, en la forma de un gato; por el contrario, en las mujeres, se presenta como un varón muy apuesto; pero con apariencia de malote o una sinuante serpiente. No me pregunten por qué; pero ésto siempre es así. Quizá lo expuesto les pueda servir para reconocer si ya han pasado por la experiencia de enfrentar a su Guardián del Umbral y si pasaron o no la Prueba.


Es importante, a partir de ahora, recalcar que se trata de un viaje hacia el interior, contado de forma alegórica como si los personajes fuesen externos, de lo que no se trata, dado que cada Ser Humano somos un Microcosmos, reflejo del Macrocosmos, y todos nuestros personajes e invitados son multitud.


Vemos a la Mujer, Ángel o Serafín cargada de una trompeta y de un bulto con cartas que se debe de repartir por todos los países; es decir, por todas las regiones del Microcósmos. Es decir, se nos presenta el Ángel cómo lo que és en ese instante un mensajero que nos trae alguna invitación o buena nueva. El que lleve otras cartas no significa que vaya a salir de nuestro entorno y vaya a entregarlas a gentes externas a nosotros mismos. No, de lo que se trata es que Christian Rosentkreutz es un yo Líder, en ese momento, al que se le entrega la invitación para ser Iniciado; pero como iremos viendo, son muchos otros yoes los que también serán invitados; pero, en el fondo, solo puede quedar uno y ese uno es Christian Rosentkreutz dado que es quien nos está contando la historia. El mensajero se nos presenta como una parte celestial que es, cubierta de estrellas, dado que es un enviado por Dios para ponernos a prueba como Personalidad y ver si somos dignos de poder terminar el Camino y cumplir con el sagrado encargo que nos encargue el Señor y que, en cada yo, puede ser completamente diferente.


El nombre del Arconte no puede ser nombrado, del mismo modo que tampoco puede serlo el del Guardián del Umbral. Nunca es conveniente contar, de forma abierta, sin velar, las experiencias internas y no porque no puedan entendernos, que también, sino porque su misión dejaría de tener efecto. Eso es un asunto místico que todos los estudiantes del esoterismo deberían de conocer. Sí, porque algunas enseñanzas y más concretamente las relacionadas con nuestros ángeles son para nosotros mismos y para nadie más. Decir su nombre, contarlas a los demás, sería algo así como olvidar su verdadero significado oculto. 


Sus alas llenas de ojos que lo hacen volar más alto que las águilas nos indica que éste Mensajero es un Heraldo de nuestro Christos y que, por lo tanto, tiene acceso a los planos en donde se manifiesta el Señor.


Ese terror y admiración solo muestran que es el Guardián que, por un lado aterroriza y por el otro nos produce admiración porque representa algo que somos y olvidamos, un Ser Celestial. Al marchar toca la trompeta de forma estruendosa, pues a partir de ahora las cosas comenzarán a ser diferentes. Ese estruendo representa un cambio de plano a nivel experiencial. Nuestro Christian Rosentkreutz, el Elegido entre muchos llamados comenzará su Viaje interior y, a no tardar mucho, las pruebas que determinarán si es o no el elegido. En nuestro caso existe un claro spoiler pues quien lo cuenta es el único que podría haber sido elegido, pues el resto de yoes como iremos viendo irán muriendo o desapareciendo, uno tras otro.


*


Valentín Andreae no inventó las sociedades cristianas como se va publicando por ahí. En primer lugar, debemos de entender que las Sociedades Cristianas, dentro de la Reforma Protestante, vendrían a ser como una suerte de sucedáneo de monasterios y conventos en el ámbito Católico; pero que, a diferencia de éstos últimos, no requería de los requisitos de Clausura, obligación de reclusión permanente y voluntaria o de no mantener  relaciones sociales de índole íntima, Celibato; es decir un Compromiso obligado y voluntario de Castidad.


Estas sociedades protestantes eran los lugares donde se reunían los cristianos protestantes, en Alemania, para laborar en la Viña del Señor. De una de estas sociedades y de la que, a día de hoy, nadie sabe nada o muy poco, es de la que surgió todo el Trabajo Rosacruz, de la Fraternidad Original, que ha llegado hasta nuestros días.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C