domingo, 26 de febrero de 2012

KAOS QUÁNTICO, Libro IV: Cosmogénesis; El Emperador


4 – El Emperador

Hijo mío ¿Qué fue antes el huevo o la gallina? Eso es, por supuesto la gallina; por lo menos la idea de la gallina. Aquí sucede lo mismo, la Emperatriz precede al Emperador o de otro modo el Emperador sigue a la Emperatriz.

El Emperador domina sobre los elementos; esto es, sobre todo el Cosmos. Es el Espíritu del Mago encarnado en el Mundo, tras haber seguido el proceso mencionado en los arquetipos anteriores. El Emperador es dueño y Señor de todo: El Príncipe de este Mundo, quien puede llevarlo por buen camino o destruirlo junto con todas sus criaturas.


El Emperador, mi retoño, es tanto el esposo de la Naturaleza así como su propio hijo, ya que de ella ha nacido; pero por otro lado posee el espíritu creador del Mago, el Origen ordenado. Este poder, en las esferas del Mundo de las ideas, bien canalizado, siempre es creador; pero en el mundo dual de la materia, depende de una tendencia dual para convertirse en protector de vida o en destructor de ella.


Todo se encuentra bajo la égida del Emperador. Su poder no es infinito pero abarca a todo el cosmos conocido. Es por ello que el Emperador, aunque no pueda cambiar las leyes, normas o reglas, al estudiarlas y comprenderlas, puede sortearlas o utilizarlas a voluntad para conseguir sus materiales o espirituales objetivos. Es un Demiurgo.


El Príncipe de este Mundo, Luz-Bel, trae la luz del conocimiento a todas sus criaturas o bien, siguiendo el principio dialéctico de la Naturaleza, se la guarda y el cosmos permanece en la más absoluta oscuridad espiritual. El Emperador, Hijo mío, tu Padre, no puede crear o eliminar. Dentro de este mundo está discapacitado para utilizar el poder génico del Mago. El solo puede proteger lo que la naturaleza le proporciona, transformar o destruir; pero en el crisol del seno de la Emperatriz nada muere o se elimina para siempre, solo puede ser transformado.


Yo, hijo mío, como Emperador prometeico, te ofrezco la luz del Conocimiento. Una luz que provoca el dolor de la consciencia. Los mensos, bobos, viven en la ignorancia y por lo tanto no pueden padecer dicho dolor; pero aunque no quisiera tu sufrimiento, hijo mío, tampoco deseo que permanezcas en la ignorancia. Un Padre, por dichas circunstancias, a pesar del Amor que sienta hacia su prole siempre será severo. Por regla general, sabemos que lo que les conviene a nuestros hijos suele doler. ¿Cómo dice el dicho? ¡La letra con sangre entra!



La oscuridad, el rechazo del fuego de Prometeo, presupone seguir siendo una criatura animal y sin espíritu que podrá vivir felizmente en este mundo por un tiempo indefinido; pero por otro lado estará condenado a vagar eternamente por un laberinto del que jamás podrá conseguir la salida. Será prisionero en una jaula de oro y basura, donde estará condenado a nacer y morir, disfrutar y padecer, nacer y volver a morir. Así por tiempo indefinido.



La Luz, la aceptación del fuego de Luz-Bel, el mío, te abrirá los ojos de tal manera que la mayor de las angustias inundará tu corazón al tener acceso, por primera vez, en este plano, a la Verdad. Esa Verdad que te comunica que eres un dios viviendo en el cuerpo de un simio y que tiene que compartir su vida. Que somos prisioneros de una cárcel espacio temporal. Esa Verdad provocará pena en tu alma. Añoranza por un Mundo Original perdido; pero por otro lado te proporcionará las herramientas necesarias para poder solucionar el cósmico problema.

Gracias, Hijo mío. Gracias por aceptar la Verdad y recoger las herramientas que el plasma de mi fuego te proporciona porque por fin lo has comprendido; sí:


Tú eres Hijo de la Emperatriz, la Naturaleza; pero también lo eres mío. En tu cuerpo simiesco mora el espíritu del Mago, del Creador. Hijo mío, sí: Tú eres Yo y Yo soy siempre he sido Tú.


Concepto Quántico del Yo - Personalidad

En la actualidad, parece no estar de moda jactarse de tener un Yo poderoso. De hecho, lo que prima en círculos esotéricos, gracias a la influencia oriental del Tao, es tener cada día un Ego más chiquito y desprotegido, supuestamente para que el Espíritu tome su relevo y maneje la vida del individuo.

Esto es una absoluta majadería debido a que se confunde al Yo con la personalidad; el Ego no es el ego, así como el Yo tampoco es el yo. Las Personalidades, máscaras del griego, son las estrategias que utiliza el individuo para defenderse de los presuntos ataques del exterior. Esas máscaras son los yoes y egos chiquitos que no deberían de confundirse, jamás, con el Yo o Ego que no es otra cosa que la Esencia del Ser humano en un momento determinado de su evolución. Su Espíritu.



Mucho nos tememos que de lo que aquí se trata, un concepto ya muy antiguo, es de tener humildad. Matar, maniatar al Ego. Este hecho es muy apropiado para todas las religiones o gente poderosa que intenta manejar, con cierta soltura y sin dificultades, al resto de sus congéneres. Una persona humilde, con poco Ego, es fácilmente manipulable y jamás llegará a manifestar una rebeldía latente. De hecho, la humildad, maniatar al Ego, es solo una cuestión de adoctrinamiento, amaestramiento diría yo.



Al hablar de la Consciencia ya comentamos que los seres humanos, la mayoría, poseemos dos naturalezas, una que tira hacia la realidad de la materia y otra que nos eleva a planos altruistas, dignos del Espíritu; pero esa lucha es buena y necesaria en la construcción del Ser Humano Integral. Aquellos individuos que no lleguen a realizar esa guerra interior, no podrán ser dignos receptáculos de un Espíritu poderoso; Un Yo poderoso, un Ego poderoso; es todo lo mismo.



Aquellas personas que aparentan tener un Yo Grande, orgulloso; pero que sin embargo sus hechos no se corresponden con ese altruismo del que venimos hablando, no es que tengan un Ego grande, sino que su personalidad, máscara, su yo chiquito está enquistado, engordando en torno a su Ser. Esas máscaras, personalidades defensivas, sí deberían de ser eliminadas, destruidas en su totalidad; pero el  Ego, el Yo espiritual el “YO SOY” debe dejarse crecer para convertir a ese animal-hombre, en el Verdadero Hombre-Dios que pretendemos llegar a ser.



Por lo tanto, rechacemos a todas aquellas organizaciones o presuntos maestros que nos vienen “amariconando” con la cantinela de que no hay que ser orgullosos, hay que ser humildes; de que no hay que potenciar al Yo, sino anularlo para dejar en su lugar no se que cosa. Si sabemos que cosa, el mensaje de una doctrina concreta, o la propia personalidad de un falso maestro que tiene afán de poder sobre los demás.



Lo triste de todo esto es que, ni aún así, dichas organizaciones o individuos van a adquirir un poder real sobre sus acólitos. Ellos consiguen, mediante su triste estrategia, vivir en una ilusión permanente de poder. Estamos en una Sociedad Occidental, donde el reforzamiento del Ego, enseñado por los antiguos griegos, viene funcionado desde hace miles de años. Ahora nos quieren convertir en monjes orientales para lo cual no estamos ni preparados ni concienciados.
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viernes, 24 de febrero de 2012

KAOS QUÁNTICO, Libro IV: Cosmogénesis; La Emperatriz


3 – La Emperatriz


Ya era hora, Hombre, hijo mío, de que te presentase a tu santa madre. Gaia, la Naturaleza que gobierna sobre toda la creación y que no es otra cosa que lo que sale de su seno. Ella, la Emperatriz es el crisol, el cáliz, donde las acuosas ideas del Mago toman forma gracias al calor del fuego espiritual de la Sacerdotisa, la Papisa.


Ella es la punta móvil del compás que dibuja, con su mina, el círculo del Universo. Un universo aparentemente inabarcable pero finito. Ella gobierna sobre todo lo que existe y vive dentro del círculo. Es la madre cariñosa que mima a sus hijos; pero también es la madre feroz que los reabsorbe, en su seno, para ser reciclados en nuevas formas de vida material.

Hijo mío, mientras ocupes tu cuerpo mortal jamás podrás separarte se tu santa e inmaculada madre. Ella está en las constelaciones. Ella es el vacío "Éter" estelar y el fuego de las estrellas. Ella gobierna sobre las aguas de los cometas y alimenta a las criaturas marinas aéreas o terrestres. Aunque su fondo y origen es amoroso, no destructivo para la materia, como el de la Papisa; no obstante su amor se encuentra muy por encima de nuestra consciencia del bien y del mal.

Igual que nosotros, sin querer, podemos ocasionar, sin percatarnos, una terrible catástrofe en un hormiguero cuando caminamos, así tu madre, hijo mío, puede destruir civilizaciones enteras, ocasionar extinciones cíclicas masivas y modificar parcelas enteras del cosmos.

Pero las ideas, los espíritus de la creación, siempre permanecen aunque cambien sus cuerpos. Amorosamente, ella siempre dispuesta, proporcionará la materia necesaria para retomar la corporeidad perdida debido a cualquier causa o accidente ocasionado.

A ti hijo mío, como Ser en parte material y por lo tanto mortal, te parece todo ruin, trágico y bestial; pero si observases el cosmos desde la perspectiva de la Emperatriz, tu madre, comprenderás que nada es tan trágico y dramático. Solo son ciclos de los círculos de la punta del compás. En la Naturaleza, lugar de gobierno de la Emperatriz, ella misma, todo es cambiante. Nada permanece estático, ni tan siquiera la más diminuta partícula de polvo estelar.

Esos movimientos, naturales, cuando son de tamaño diminuto a ti te parecen inocuos aunque a criaturas ínfimas de tamaño les produzca catástrofes inenarrables. Así sucede con vosotros los humanos en vuestra relación con vuestra santa e inmaculada madre. Ella extiende sus brazos y los cúmulos estelares tiemblan. Se mece el pelo y las galaxias chocan unas contra las otras. Estornuda y se crean nebulosas estelares donde nacen las estrellas.

Todo sale del vientre de la emperatriz. Todo se mueve dentro de la Naturaleza; pero nada material puede salir del interior del círculo porque lo que hay o no hay fuera impediría la manifestación de cualquier cuerpo visible y tangible. Solo las ideas incorpóreas, los espíritus, pueden vivir fuera de la creación de la Emperatriz.

Gracias a tu madre, hijo mío, podemos mantener esta conversación y puedo contemplar tu faz cuando los interrogantes redibujan tu rostro. Aunque tú no puedas verme, ya me mostraré a ti, si puedes escuchar mi voz como un susurro interior que te habla con la fuerza de un padre hacia su hijo. Tiempo llegará en que sepas quien eres en verdad e hijo de quien eres también. De momento confórmate con saber que la Naturaleza es la madre de tu vehículo corporal y del aire que respiras. Del agua que compone las células de tu cuerpo y de los minerales que conforman tus huesos.

Tu espíritu es un alienígena en este cosmos ideado dentro del Caos del Loco por la eterna mente del Mago y recreado en la Emperatriz gracias al, fuego, Espíritu de la Sacerdotisa.

Concepto Quántico de la Consciencia

La consciencia es el principal atributo humano que parece diferenciarlo del resto de los animales. Independientemente de que dicha acertación fuese verdadera o falsa, lo cierto es que se encuentra condicionada por el entorno experiencial, tanto interno como externo de la especie humana.

Nuestra consciencia está limitada, por un lado, a las experiencias que llegan a nuestro cerebro desde los sentidos periféricos: Vista, tacto, oído, olfato y gusto; pero también por uno interior, al que se suele denominar, vulgarmente, como sexto sentido y que no es otra cosa que el resultado del trasiego de la información desde los nervios sensores, pasando por el sistema central de bus de información que es la médula espinal, el cerebro reptiliano o cerebelo, hasta las neuronas cerebrales y su intrincado sistema de procesamiento dentro de sus distintas parcelas.

Cada célula tiene un contenido genético, en el cual se encuentra también una memoria ancestral y que se remontaría a las primeras partículas vitales, virus, células y otros elementos conocidos o desconocidos por la ciencia actual. Toda la información que pasa por las células nerviosas, en el proceso de transmisión, como bien dice la física cuántica,  es alterada, levemente modificada, hasta llegar a los órganos de comprensión. Los sueños de la máquina humana se producirían de un modo muy parecido al explicado aquí.

No obstante, a pesar de todas las limitaciones expuestas; la consciencia humana posee una característica, espiritual, que la hace dirigirse hasta planos que no tienen nada que ver con la realidad sentida. Eso demostraría que el Hombre es algo más que una máquina biológica desarrollada para subsistir y procrear en un mundo determinado.

Por lo tanto, la Consciencia tal y como la concebimos, estaría sujeta a un proceso de ambivalencia, donde tirarían dos fuerzas de gran importancia, la biológica que la ataría al plano de la realidad conocida y la espiritual que tendería, por inercia,  a despegar los pies del suelo y elevar al ser humano a planos de existencia desconocidos para los sentidos y sus órganos de interpretación.

Sería de esos planos, donde la consciencia toma la información que luego es transformada en ideas religiosas o de otro tipo. Metafísicas para ser más comprensible.


Llegados a este punto, podríamos especular que en nosotros viven dos seres, uno que sería de este mundo, el Cuerpo y su alma, cuyo objetivo sería la pura supervivencia, mediante el alimento, defensa y reproducción, y otro que vive a sus expensas, el espíritu, que intenta transformar a la Criatura humana en algo diferente al resto de sus hermanos biológicos, los animales.


Al contrario que los simples parásitos, el Espíritu, como un buen simbionte, habría tenido una importancia vital en la conformación de lo que actualmente conocemos como Consciencia, haciendo que nuestra especie, en muchas circunstancias, anteponga lo espiritual y elevado, aunque desconocido, a la mera supervivencia biológica, real y perfectamente conocida.
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miércoles, 22 de febrero de 2012

KAOS QUÁNTICO, Libro IV: Cosmogénesis; La Sacerdotisa

2 – La Papisa (La Sacerdotisa)

  


Mira hijo, ya que me preguntas te responderé con otra pregunta ¿Qué significado tiene Papa en la Tradición Católico Romana? Exacto; pues aquí es parecido pero no igual. El Creador se refleja en el plano de la materia y ese reflejo, invertido como no puede ser de otro modo, es la Papisa. La Sabiduría del Creador ordenando y preparando el útero de la Naturaleza.

El Creador se encuentra en un plano que trasciende lo material; pero así como el Loco, que carece de numeración, contiene en su Caos a todos los arquetipos de Luz-Bel, así el Mago contiene toda la esencia de su progenie. La Papisa es el útero femenino donde fermenta la Sabiduría del Creador y que dará lugar al conjunto de la creación, la Naturaleza.

Todavía no existe nada consistente. No hay peces o flores materiales; pero está todo pensado, calibrado y catalogado. El Amor femenino de la Papisa será el encargado de proporcionar el  calor de su atanor a las ideas por nacer en el crisol del mundo de los efectos.

Ella es, hijo mío, la punta del compás que se clava firmemente en los planos de la materia; pero al contrario que el Mago en su plano de existencia, que es creador de ideas, la Papisa es potencia pasiva. Ella, por medio del Amor proporciona la energía necesaria para que la existencia, la vida y la inteligencia puedan germinar en el plano de la materia; pero ella no es la creadora ni podría llamársela tampoco naturaleza. Esa progenie suya será el resultado de su amor de fuego concentrado sobre las ideas del mago.

Como puedes suponer, hijo mío, el Amor de la Papisa es un Amor de Fuego y que genera una creación; pero del que tendrás que cuidarte mucho pues los cuerpos de este plano, de acercarse en demasía, serían calcinados.

La Papisa son los Pilares del Universo, donde están contenidas, tanto en esencia como en potencia, las Leyes que regirán en la Naturaleza, tanto de lo minúsculo como de lo grande y majestuoso. Es la lente que proyecta en este plano las  cosas y que en el del mago solo son la esencia de las ideas.

Aprende bien del Amor de la Papisa pues es un amor que no tiene egoísmo alguno. Ella no se mueve por ningún otro criterio que no sea el trasladar desde el Cielo el Amor divino. Tampoco es un amor celoso cargado de apego. Ella sabe que todo lo que trae del mundo de las ideas se va a repartir por el Universo, según unas leyes bien definidas que ella misma ha implantado; pero que antes fueran concebidas por la sabiduría celestial del Mago.

La Sabiduría del Mago es Locura en este plano; pero como si de un espejo se tratara, la Papisa se encarga de invertir la imagen en el mundo de los efectos con el fin de que pueda surtir efecto y resultar comprensible para las mentes de las criaturas que en él vivirán.

La Papisa ha recreado el escenario donde otra, la Naturaleza, producirá su Parto de materia, vida e inteligencia; pero no de una forma caótica y sin orden, sino primorosamente asistida por la Sabiduría reflejada del Creador. Eso es la Papisa.

Cuando te acerques a la Papisa, hijo mío, porque algún día tendrás que hacerlo, atente a las consecuencias de tus acciones en la Vida y no te quejes del fuego que consumirá, invariablemente, todas tus entrañas. Así es el cálido amor de la Papisa, fulminante, abrasador.

Pero claro, todos tenemos que pasar por ese divino trance, ya que en este plano nada es aparentemente eterno. Todo fluye, magnifica y decrece hasta la extinción como el fuego divino.

Ya está todo dispuesto, hijo mío, para que aparezca en escena mi Esposa, tu Madre.

Concepto Quántico del Hombre Dios

Dostoyevsky, en una de sus novelas, pone en boca de su protagonista la siguiente expresión: El Hombre es Dios. Algo similar opinaba Nietzsche, cuando se refería al Súper-hombre; pero en el caso del filósofo, es patente que parte desde el supuesto de la primigenia inexistencia de Dios.



Ambos tipos de pensamiento nos lleva al supuesto de que el dios que nos han contado, o los dioses, no existen en la actualidad, aunque es factible que tomen corporeidad en un futuro más o menos lejano. Para el Escritor ruso, el Ser Humano es Dios ya que posee consciencia, tanto de sus hechos como de la propia existencia; pero no queda muy claro que la existencia de los demás no sea más que una mera ensoñación o espejismo del Individuo consciente.

Para los partidarios de que el hombre es Dios, existen dos posibilidades de dar respuesta a esta cuestión, primero que el hombre ha sido Dios siempre, o que en un determinado proceso de evolución llegó a serlo. Ahora el hombre, según el supuesto anterior, sería Dios; por el contrario, los seguidores del filósofo podrían partir de la premisa de que la Nada, en su evolución, ha ido generando objetos y criaturas hasta llegar al Hombre, quien debido a la evolución, de su artificial consciencia, llegará a convertirse en un Súper hombre, llamémoslo Dios también.

Podría parecer, que partiendo de una concepción atea, no existe Dios, evolucionamos filosóficamente a una concepción teísta del universo; pero eso es una falacia, pues supuestamente para ser Dios, habría que ser todo poderoso, omnisciente y eterno entre otras muchas características propias de la divinidad.

Bien, todas las discrepancias fenecerían si al concepto de la existencia le damos otro significado y cometido. A pesar de las apariencias, la nada no ha existido jamás y un todo inteligente e inconsciente viene mudando, no evolucionando, desde una eternidad que ni tuvo jamás principio ni, por supuesto tendrá final. En este supuesto, las criaturas de esa energía, entre las que nos encontraríamos los seres humanos, no seríamos más que una forma más de manifestarse la divinidad, el Dios. En el Ser humano esa forma de expresarse llega al punto de la consciencia; pero nadie ha sido capaz de mostrarnos que no exista una cualidad superior que podría denominarse como súper-consciencia o algo parecido.

Dentro de este escaparate o escenario que hemos formado con ideas, ahora sí podríamos ubicar tanto a todo lo existente como a su historia inherente. El Hombre habría existido, como Dios consciente, siempre, aunque su manifestación corporal en otras épocas o periodos hubiese sido distinta. Dios estaría, como dicen los panteístas, en todas partes dentro y no fuera, pues afuera no habría nada; mejor dicho nada no existe, luego todo es Dios, Energía, Vida, Existir, Pensamiento e Inteligencia. Es probable que la corta vida humana tenga poca significación en  el mutable Cosmos; pero lo cierto es que el Espíritu Humano siempre ha estado ahí, para construir los escenarios que mejor le ha convenido para manifestarse y hacer lo que mejor sabe hacer: Vivir como Dios.

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lunes, 20 de febrero de 2012

KAOS QUÁNTICO, Libro IV: Cosmogénesis; El Mago

1 - El Mago

El Caos ha tomado consciencia y así ha conseguido la sabiduría. Ahora sabe lo que hace, se siente eterno y utiliza su Poder para crear con las herramientas de los elementos.

Al Mago no podemos acercarnos demasiado porque la energía que desprende es terriblemente poderosa. Todo ha sido construido con su magia, su ciencia; pero por otro lado, jamás intentará hacernos daño pues el Mago sí sabe lo que hace, como lo hace y sus consecuencias.

Pídele permiso, hijo mío, al Mago y es posible que deje que te acerques cuando el lo crea conveniente y sepa que no serás dañado. El Mago es sabio, desconoce la inconsciencia y está realizando siempre cosas. De él surge toda la creación conocida; pero se trata de una creación ordenada y sujeta a leyes muy bien definidas.

Cuando aprendas la magia del Mago, hijo mío, ten cuidado antes de utilizarla. Ahí radica el verdadero peligro. Pregunta siempre y no te calles. No creas saberlo todo, pues la creación posee múltiples matices cuya importancia nos puede desbordar y hacer que nos equivoquemos. Aprende a conseguir una consciencia superior que te posibilite para poder usar esas herramientas tan finas y precisas.

Dentro del Mago se encuentra todo. Donde antes había locura ahora hay cordura. Donde antes existía Caos ahora persiste el orden y donde antes existía inconsciencia, oscuridad, ahora hay consciencia, luz.

Antes de crear, el Mago ya sabe lo que va a surgir de sus acciones. No hay nada dejado al azar, la casualidad. Todo en el Mago, hijo mío, es premeditado de forma concienzuda. Ha organizado su energía de tal modo que cuando la dirija hacia su objetivo lo alcanzará, no te quepa duda alguna.

El Mago pudiera parecer un Maestro severo; pero en el fondo no quiera nada malo para sus discípulos y criaturas. El Mago vive a través de su creación, siente por medio de sus criaturas y aunque se mueve por esferas que se encuentran por encima del bien y del mal, jamás moverá un músculo con el que pueda perjudicar a nada ni a nadie.

El Mago tampoco es bueno o malo, es Consciente. Solo eso, sabe lo que se trae entre manos, conoce las consecuencias de sus actos. Sabe, a ciencia cierta, que todo efecto es precedido por una causa. El pone las causas en movimiento para conseguir los efectos creacionales. Antes era esencia caótica; pero como Mago se ha convertido en energía ordenada. Fija su mirada en su propio reflejo devuelto por el espejo de su propia creación. Es la unidad donde antes había dispersión. Todo lo disperso se ha concentrado y ha dado lugar a la Mente del Creador.

Sí, hijo mío, eso es el Mago, Dios. Tú podrás llegar a ser como él. Miento, serás él. Ordena tu mente y no actúes hasta que no hayas sopesado todas las consecuencias posibles. Medita antes de actuar como si estuvieses ante una partida de ajedrez cósmico. Usa tus herramientas con sabiduría. Sí, tu mente posee inteligencia y memoria con los que discernir entre el bien y el mal. Siempre sabrás, como lo sabe el Mago, cuando actúas correctamente y cuando de forma equívoca; pero para ello tendrás que ser ligero en pensar y tardío en actuar.

Cada acto, premeditado, debe de ser la consecuencia de múltiples opciones sopesadas por ti. El Mundo no es perfecto porque antes del Mago existió el Loco y lo que está ordenado en el Mago, aunque eterno e infinito, sigue siendo originado por el caos inconsciente. El Caos y la consciencia son hermanos gemelos, de hecho son una sola cosa; pero el caos del Loco siempre es consustancial. Es el Hermano, sin edad del Mago. El Mago es el Uno, el Loco el 0, el caos, la Inexistencia, la falsa nada. El Mago es el Punto y origen de todo lo que existe.

El origen del Mago es inexistente. El Mago es infinito y eterno y contiene dentro de su seno el caos de su hermano el Loco; pero este último también contiene, en sí mismo, a su gemelo.

Cuando te acerques al Mago, hijo mío, con el fin de convertirte en su aprendiz, acércate con prudencia no con desconfianza. Sé prudente pues las fuerzas que el Mago maneja no son otras que las propias del Loco pero ordenadas, catalogadas y sabiendo lo que pueden hacer cada una. Pídele con decisión al Mago que te enseñe, pues es el único modo que tienes de estar vivo, sentirte vivo y convertirte en el creador que ya debías de saber que eres.

Mira hacia abajo, desde el Punto, ahora sí manifiesto, y conviértete en el brazo de la punta afilada del compás; pero primero, hijo mío, debes de ser consciente de que tu y yo somos primero el Loco y ahora, también, el Mago.

Concepto Quántico del Espacio Tiempo

Es fácilmente concebible el espacio, ya que nos movemos sobre él, lo podemos observar con nuestra visión y lo podemos palpar. También es fácil concebir el tiempo, ya que los objetos parecen surgir, envejecen y se transforman o parecen morir.

Nuestra mente se manifiesta mediante el cerebro que está compuesto de neuronas, células que están sujetas a las variaciones y obviedades del Espacio-Tiempo. Para esa mente que se manifiesta, a través nuestra, en este plano, es factible concebir un mundo a medida de sus necesidades, en el Sistema de la Materia: El frío y el calor, lo blanco y lo negro, lo femenino y lo masculino, lo positivo y lo negativo, lo alto y lo bajo, etc., etc.

Pero supongamos que esas leyes, tal y como las denominamos, solo actúan en esta dimensión o plano de existencia. Supongamos, igualmente, que este Mundo ha sido construido, con algún propósito específico y donde fuera necesario experimentar las consecuencias derivadas de lo que nuestro organismo psicológico entiende como espacio-tiempo. No entremos en la cuestión de si pudiera tratarse de una caída, en el argot  religioso  o una mera evolución a nivel biológico.

Es, llegado este punto de pensamiento,  cuando podríamos especular en la existencia de una supra-dimensión que contuviese a la nuestra y a otras muchas, incontables, donde se estuviesen manifestando otras estrategias diferentes a lo que hemos venido considerando como espacio-tiempo. Ahora, es cuando deberíamos entender nuestra falta de comprensión de las leyes que pudieran actuar en esos hipotéticos universos, ya que nuestra constitución ontológica, en este plano no es capaz de contemplar otra cosa que lo que experimenta u observa in situ. Todo aquello que fuese ajeno a esto último, sería incomprensible y de difícil asimilación.

Ahora bien, si el Hombre es Dios, aunque desmemoriado, podríamos entender esa capacidad imaginativa e innata que lleva a los creadores a inventar mundos fantásticos, donde lo lógico, según este plano, queda relegado al cuarto de los trastos viejos.

Este sería un mundo, limitado,  entre una Totalidad Ilimitada. El Ser se encontraría desmemoriado por dos razones principales; primero, porque su organismo  neuronal no es capaz de contener más que una pequeña memoria de supervivencia y segundo, porque la Memoria Ontológica ancestral podría estar ubicada, de forma genética, en el ADN de la Especie, donde la consciencia humana, actualmente, no puede acceder.

Solo cuando el Ser, dentro del hombre, despertase, podría recomponerse la memoria genética que nos daría luz, tanto  sobre el origen, función y destino, dentro del Cosmos actual, de la especie humana, así como de su Esencia ontológica primordial.

Llegados a este punto, podría decirse que el Espacio-Tiempo vendría a ser el atrezzo de un escenario donde se estuviese interpretando una Cósmica obra de teatro. Tras las bambalinas podrían encontrarse infinitos escenarios donde las reglas serían diferentes.

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miércoles, 15 de febrero de 2012

KAOS QUÁNTICO, Libro IV: Cosmogénesis; El Loco

KAOS QUÁNTICO

Libro IV

Introducción


Este apéndice ha sido estructurado para todos aquellos que, habiendo leído Kaos Quántico, quisieran profundizar más en sus recovecos místico-filosóficos. Antes que nada, queremos certificar que Kaos Quántico y este apéndice son obras de ficción, fantasía, y que cualquier posible parentesco con la realidad será pura coincidencia; no obstante, si el espíritu del Lector encuentra similitudes con su Verdad interior, eso es algo que sí ha sido buscado por el autor. Está compuesto por veintidós capítulos breves que asimismo poseen dos partes bien diferenciadas. Por un lado, se han utilizado, como guía espiritual, los arcanos mayores del Tarot, con el fin de realizar una historia cerrada y coherente que reconstruya el Multiverso de Kaos Quántico desde un punto de vista puramente metafísico, huyendo de cualquier apariencia respecto a sus personajes o argumento original. Del otro lado, se ha pretendido, por medio de los Conceptos Quánticos, indicar lo que el autor ha pretendido decir, con algunos términos, en el transcurso de la Obra.

Sí, porque esta no es una Obra de entretenimiento al uso y que si tan solo eso hubiese conseguido, entretener,  éste se daría por satisfecho; pero hay algunos, lo sé, que según han trabajado su lectura, han ido incursionando en parcelas de su propia mente y que hasta el momento de su lectura les habían estado vedadas. Para esos lectores, principalmente, está desarrollada esta Cosmovisión. No obstante, como toda arquitectura espiritual, una novela en sí lo es, pretende dejar una obra de arte, herencia espiritual, presta a ser observada primero y desmenuzada después por cualquiera que se acercara a disfrutar o aprender de su hechura.

En todo instante, el autor ha pretendido que todo fuera simple y didáctico. Que no tuviese que andar navegando, en forma paralela, por los sinuosos vericuetos que proporcionan los diccionarios y enciclopedias al uso. No sabemos si lo hemos conseguido; tan solo el sincero lector podrá responder a esa pregunta que yo mismo me hago. En el film, dentro del laberinto de Jim Henson, cuando la niña se acerca a la entrada, un duende le indica que no dé nada por sentado. Es cierto, nunca hay que dar nada por sentado, incluso a pesar de que se proporcionen apéndices tan voluminosos como en el presente caso. La vida es demasiado compleja como para resumirla en unos pequeños conceptos.

Sirvan, no obstante, si se quiere, estas palabras para tender una mano de amistad entre el sufrido lector y este enrevesado autor. Dispuesto quedo a atender todas aquellas cuestiones que se me plantearan y que en nuestra humilde capacidad pudiéramos responder, siempre a sabiendas de  que esas posibles respuestas solo serían útiles para mi propia Persona; porque hay una cosa de la que no debemos dudar nunca, y es que el Maestro está siempre en el interior de cada uno de nosotros. Uno solo podría ser útil para dirigir la mirada del lector hacia un punto concreto de su firmamento interior; pero, al final, siempre queda uno solo ante la Vida del Espíritu. También sirva, de modo egoísta, como feedback que realimente nuestra propia imaginación con miras a posteriores creaciones literarias de esta índole.

En definitiva, con la construcción de Kaos Quántico y éste, su apéndice necesario, hemos construido una especie de auto-salvavidas espiritual con el fin de que la, siempre curiosa, mente pueda encontrar esas respuestas que siempre se le escapan, a pesar de realizar incursiones en las diferentes organizaciones que detentan el hipotético poder de lo místico, religioso y filosófico. Huyan siempre, aléjense de Guías y Gurús, presuntamente espirituales y que como poco lo único que pretenden es llevarse, cada día, un mendrugo de pan a la boca; como mucho, procurarían dominarnos y manipular nuestras mentes con el fin de conseguir un Poder que no sabrían conseguir de otro modo. Aléjense de las sectas y emprendan un camino de evolución y perfeccionamiento propio. Ese camino es el que este autor emprendiera cuando comenzó a escribir Kaos Quántico y que evidentemente solo se acabará cuando la bendita muerte lo llame a su lado. Espero que mi trabajo les supusiera, a Vds, un simple trampolín.

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0 (Sin Número) - El Loco

Hijo mío, cuando veas al Loco, caminando, apártate un poco de su lado pues es imposible saber como reaccionará.

El Loco es un Ser virgen y sin domar. Es como si acabase de nacer y no conociera todo su potencial. No es ni bueno ni malo; pero te puede hacer más mal que bien. Un empujoncito por acá un golpe por allá y el daño habrá sido hecho. El no posee conciencia del bien o del mal.

No te engañes, Hijo, el Loco no es un menso, un tonto. No te mofes de él porque las fuerzas que lo protegen se podrían volver contra ti. La locura y la genialidad suelen ir dadas de la mano; pero para aprender del Loco deberás cuidarte aunque sin mostrar tu natural desconfianza. Si el Loco se da cuenta podría volverse muy peligroso. Hay que andar en sintonía con él; pero sabiendo cuando poder apartarte. No te hagas mala sangre ni te sientas culpable cuando tengas que retirarte. Hazlo sin más, el Loco lo entenderá y cuando te vuelva a ver no sentirá rencor en su corazón.

No parece llevar camino alguno y va siempre de mata en mata, al borde del precipicio, Un precipicio inmenso por cuyo borde solo puede caminar él. Solo el Loco se atreve a viajar con tan poco equipaje y por tan inhóspitos parajes. Si tú te aventuras a ir a su lado, aprende todo lo que puedas, pero intenta no perder el camino escogido. El camino del Loco hoy puede llevar a un lado, mañana a otro y al siguiente regresarte al punto de partida. Junto al Loco, hijo mío, no desesperes, ten paciencia.

Todo el Universo se encuentra dentro del Loco; pero es un Universo caótico en un movimiento perpetuo. Hoy está calmo y mañana las estrellas se devoran unas a otras. Todo el conocimiento de la naturaleza se encuentra en la mente del Loco; pero el Loco no puede sacar provecho de ello. Solo quien camina a su lado podrá tomar consejo de sus actos y aprender de sus atinos y errores. El no es consciente más que del instante que conocemos como presente; pero es tan fugaz que es inaprensible.

Al Loco hay que amarlo y ayudarlo pero nunca intentar entenderlo. Intentar entender al Loco ya es en sí mismo una insensatez. Intentar comprender las acciones del Loco supone quedar expuesto a esa enfermedad contagiosa que  conocemos como locura.

Todos llevamos dentro de nosotros un Loco así; pero atado con las cadenas de la costumbre y la educación. El Hombre cuerdo mantiene el potencial del Loco en su interior. Allí está, hazme caso; pero no saldrá a la luz salvo que se lo fuerce a salir. El Alcohol, el Juego, los Celos, las Drogas. Todas esas cosas y seguro que alguna más podrían despertar al Loco que todos llevamos dentro encadenado con los grilletes del hierro de la costumbre.

No despertemos al Loco Hijo mío. Dejemos que siga en su mazmorra tejiendo su propio Universo interior. Aprendamos de su infinito conocimiento; pero no nos dejemos llevar por su caos. El Loco es difícil que pudiera caer por el precipicio; pero tú o yo sí. Si caemos perderemos, al menos, una vida. El Loco sigue ahí esperando volver a la vida una y otra vez; pero si morimos nosotros, tanto tú como yo, habremos desaparecido para siempre.

El Loco es la esencia Divina del Hombre y posiblemente de toda la Naturaleza. Su energía es infinita; pero caótica y aparentemente sin sentido, por lo menos un sentido que tú y yo, de momento, somos incapaces de comprender. Dejemos que el Loco siga su camino y no nos apartemos demasiado de él porque más tarde o más temprano dará con la salida del laberinto; pero a cierta distancia, hijo mío. Deja cierta distancia para no caer en el vórtice de su divina vorágine.

El Loco es Potencia sin control aparente. Un control que realmente si existe aunque no nos percatamos de su existencia; pero un control ante el cual ni tu ni yo somos nada. Nada importante, y de ahí el peligro del Loco y de su locura. Hoy podremos ayudarle; pero mañana no recordará nada y si es necesario para continuar su camino nos precipitará por el precipicio. El no tendrá jamás conciencia de culpa, si eso sucede, ya que en el fondo él sabe que todo tiene un sentido y que tanto la Vida, como la Muerte, no son más que dos caras de una misma moneda.

Por eso te insito Hijo mío, no desprecies al Loco, ámalo pero sin crear un apego que el no sabría corresponder. Aprende de su desapego y de su sabiduría interior aunque por fuera parezca carente de ella.

En el Loco está concentrada la divinidad. El Loco deberá despertar y cuando ello suceda ya nada más tendrá importancia; tan solo conocer, que ese camino, junto al precipicio, habrá cobrado su verdadero significado.

Concepto Quántico del Cosmos

Intentemos imaginar, con un cierto esfuerzo, un microcosmos completo con sus cúmulos, galaxias, sistemas estelares con planetas y lunas. Sigamos imaginando que ese único microcosmos es un Ser Vivo y se llama Hombre, viviendo solitario en su propia dimensión espacio-temporal...


Volvamos a imaginar infinitos microcosmos como el descrito existiendo solitarios en sus mundos eternos, sin principio ni fin, en sus respectivas dimensiones espacio-temporales.

Con un último esfuerzo, supongamos que cada uno de esos microcosmos se superponen e ínter penetran, unos a otros, ocupando el mismo espacio físico pero en frecuencias vibratorias diferentes.

Supongamos que esa esfera múltiple, desde un punto de vista cuántico, es un punto sin dimensiones, infinitamente pequeño e infinitamente grande.

Ahora, supongamos que cada uno de los hombres, Adam, se refleja en cada uno de los universos del resto de microcosmos.

Llegados a este punto tendríamos la siguiente constitución, y que a mi parecer es la más plausible de todas las cosmologías.

Dentro de cada dimensión existe un solo Universo, donde cada microcosmos de hombre es tanto su Logos, su Demiurgo así como su Dios “en mayúsculas”. En todos y cada uno de los microcosmos se reflejan, solo se refleja, todos y cada uno del resto de los infinitos microcosmos.

En definitiva, tendríamos que en cada Universo solo existiría un Ser Verdadero, el resto tan solo serían imágenes, marionetas o reflejos de seres reales, constituidos por la propia materia del microcosmos hospedante, viviendo su realidad particular, dormidos, en su propio microcosmos. El Adam, dueño de cada microcosmos, es eterno e inmutable dentro de su propio mundo; pero su reflejo en el resto de mundos está sujeto a las variaciones propias de las leyes que allí actúan.

Concretando, todos tendríamos un avatar en cada uno de los microcosmos del multiverso y solo seríamos reales, aunque dormidos, en el nuestro propio. ¿Como podemos ser conscientes de que el Universo en el que vivimos es realmente el nuestro o es solo un espejismo? Fácilmente: si estamos sujetos a la fuerza de gravedad, a las enfermedades y al nacer y morir quiere decir que no vivimos en nuestro microcosmos original. Somos, entonces, el reflejo de nuestro Dios. Luego, todos los seres que vivimos en este Universo solo somos espejismos de un Ser Verdadero. Solo el Microcosmos, durmiente, de cada Universo es el propio Adam real de su Mundo independiente. Solo, cada Adam, toma consciencia como Avatar en los Universos que no son el propio.

Los microcosmos se estarían relacionando entre sí, de forma múltiple, mediante reflejos conscientes, entre otros seres nosotros mismos, en cada uno de ellos conformando una inmensa y eterna Obra de Teatro sin principio y sin fin, que se desarrolla en infinitos escenarios.
*

miércoles, 8 de febrero de 2012

KAOS QUÁNTICO, Libro III: Horizonte Quántico, Punto y Aparte

Cuando un Arquetipo Humano, perdido en la tormenta de la existencia, tiene frente a sí, a su Avatar “Alma Gemela”, irresistiblemente deberá reconocerlo. Deberá suceder de ese modo, no de otro,  ya que forman parte de un mismo Ser y comparten su misma Esencia: La Eternidad.

Bifredo de Albany/Laura Estrella Luminosa (Príncipes del Mundo Original)

(Dimensión Alpha Omega)

Punto y Aparte


–Vengo a destruirte Pequeña Buscadora, bruja –Dije con mis cuerdas vocales; pero con unos pensamientos ajenos que me habían sido impuestos.

Laura Estrella Luminosa, el Simbionte de la Navegante de Gestar conocida como Pequeña Buscadora, acababa de ser transportada por Wagner a los aposentos de Humberto Romero, en la estación espacial de Atlantis en Tau Ceti.  Allí la estaba esperando yo, el Otro. En sus manos portaba una daga chorreante de sangre.

–Si destruyes al Simbionte Laura Estrella Luminosa –replicó–, no habrás destruido a Pequeña Buscadora ¡lo sabes! ¿Verdad? – Miró su arma ensangrentada, su rostro mudó a un blanco inmaculado, y la soltó de su mano llorando.

– ¡Verdad!, Eso es cierto –respondí con insolencia–, pero te habré despojado de tu herramienta de manifestación, tu cuerpo.

–No es Bifredo, Caballero de Albany, quien se expresa con esas palabras–Pronunció sus palabras, con húmedos ojos, pensando en que tenía las manos manchadas con la sangre de su amante.

–Eso ¿qué importancia puede tener? –Pregunté.

–Arácnido estúpido, Navegante del Antimundo ¿Cómo has osado apropiarte de un cuerpo que no te pertenece? ¡Eso es un secuestro! La destrucción que has venido a provocar ya no tiene ningún sentido. Lo que tenía que realizarse está hecho. Lo sé todo, he recuperado mi memoria.

–Es igual, mi Mundo reclama venganza, Pequeña Buscadora. Tú, en compañía de ese maldito Clon, Humberto Romero, habéis permitido que los mundos se destruyan y con ellos el Antimundo que se desvanecerá en un colapso de antimateria; pero antes de destruirte con mi desintegrador cuántico, deberás darme las coordenadas a las que habéis trasladado el ánfora de titanio con memoria molecular y su falso legado.

–Sabes que eso no lo conseguirás jamás –dijo con arrogancia–, ¿Acaso posees una copia auténtica con la que suplir al falso legado?

–Por supuesto, Pequeña Buscadora, hay cientos de miles de réplicas exactas repartidas por todos los universos.

–Te ruego que compruebes que el legajo que posees es el auténtico. Con el cambio del Arquetipo, todas las réplicas han cambiado igualmente.

–Pretendes ganar tiempo –Repliqué.

–No perderás nada si lo haces, amigo Albany.

–No utilices ese Nombre, tan sólo es un Huésped al que estoy utilizando. El Caballero de Albany fue atrapado dentro de mis escudos cuánticos, y manipulada su memoria para contener mi personalidad.  Fue un simple accidente. En realidad buscaba a otro; pero aquel de puro miedo se abalanzó por el balcón y cayó al vacío.

–No fué ningún accidente, miserable arácnido. Yo me preocupé de que mi gemelo estuviera allí en el momento oportuno.  Yo misma tiré del Clon para que no pudieseis utilizarlo; por otro lado, tú, la personalidad parásita, eres un arácnido del Antimundo –Apostilló.

–Efectivamente, Pequeña Buscadora, por fin lo entiendes.

–Navegante del Antimundo te equivocaste de medio a medio.

–Estás creído que ocupas un simple Clon de un Arquetipo de Gestar–continuó–; pero has intentado manipular al propio Arquetipo y éste se encuentra ligado a mí. La personalidad Albany, que utilizas como huésped, es aquel del que te hablo y me pertenece como polaridad complementaria. Somos almas gemelas que compartimos un mismo espíritu. Si dejo que sigas manifestándote por medio de su cuerpo es una cuestión de mero capricho o de curiosidad, si quieres.

–Eso no puede ser cierto –Contesté con unos pensamientos que no eran míos– Tú has permitido que la Humanidad destruya su Mundo y al nuestro con su contaminación cuántica.

–Antes de expulsarte de la personalidad que me pertenece, te diré una cosa. Más tarde o más temprano, los universos se habrían colapsado para regresar a la singularidad cuántica de donde surgieron. La Humanidad en su proceso evolutivo, tan sólo aceleró el proceso.

–La Orden del Ánfora remedió el problema –completé su propia exposición–, abriendo un bucle en su espaciotiempo, creando dimensiones paralelas que permitieran, a modo de desagüe, la eliminación del exceso de materia obscura. Nosotros navegantes del Antimundo, colaboramos con la Orden del Ánfora para que llevase a buen término sus propósitos, por mediación de Roberto Beltrán’Jr, hasta que tú maldita, lo eliminaste. Nosotros fuimos partícipes para que el Círculo de las existencias pudiera cerrarse...

– ¿Pero no os dais cuenta? –me interrumpió–, que ese morir sin vivir no lleva a ninguna parte. De hecho, el Antimundo no es más que un reflejo negativo de Gestar creado por la intervención de los humanos, en el Universo de Gaia. En realidad, cefalópodo maldito, no tenéis derecho a la existencia. El que los universos se convirtiesen en algo estático conllevaba a la propia extinción, por mediación de un frío incapaz de albergar cualquier tipo de forma de Vida, fuese alienígena o humanoide.

–Todo eso son falsedades, Pequeña Buscadora, la inteligencia habría conseguido los recursos necesarios para seguir subsistiendo en un Universo de estrellas apagadas.

–Cuando se hubiese acabado la energía, no podríais sacarla de la nada. Eso rompería todos los principios de la conservación de la energía. Vuestros cuerpos hubiesen muerto y las mentes habrían vagado eternamente en el interior de una prisión de hielo; donde el tiempo y el espacio seguirían existiendo sin función alguna y por un tiempo infinito. Un infierno de vacío y de hielo.

–Si todo ha acabado para nosotros –chillé mientras apuntaba con el desmoleculador cuántico, a mi enemiga–, también habrá acabado para ti y tu Espíritu errará con nosotros en esta misma prisión...

–Miré con mis ojos de Albany y bloqueé el movimiento de mi dedo índice derecho. Ahora podía ver claramente a mi Amada, a mi añorada Alma Gemela. Aquella Bellísima mujer me contemplaba con sus maravillosos ojos cargados de lágrimas que se derramaban una y otra vez por sus rosadas mejillas. Su corazón parecía salir de su pecho y por mediación de su mirada me expresaba su gran Amor.

–Albany, Dios mió –Se abrazó a mi con fuerza.

Una sombra, negra, como humo de carbón salió por las fosas nasales de Bifredo de Albany y se vaporizó ante sus ojos y los de su amada Laura Estrella Luminosa, alias Laura Star-Light o Kim Banister.

–Ahora querida Kimberly, de mi boca surgen mis pensamientos claros. Ahora mi amada, puedo abrazarte con mi conciencia y todo mi Ser te ofrece pleitesía.

–Démonos prisa –dijo–, tenemos que salir del entramado espacio temporal cuanto antes.

– ¿Qué prisa tenemos, qué podemos temer mientras nos proteja nuestro cálido amor?

– ¡Mira!, mira hacia arriba en el Cielo. El tiempo ya termina, dame tu mano, mi Amor.

Arriba en el firmamento, las estrellas parecían unirse unas a otras provocando ante la mirada de infinitos espectadores un bello espectáculo de luz, fuego y color.

–La gota de agua ha rebosado el vaso, amor mío, debemos regresar a Gestar. El tiempo se ha consumado –Me susurraba al oído con una musicalidad propia de un ángel celestial.

La gente salía a las calles, unos con espanto y otros con alborozo; pero en el fondo, nadie tenía miedo del último gran cataclismo y que inexorablemente se cernía sobre ellos. Una milmillonésima de segundo después todo habría concluido.  Ahora todos comprendían que en la magnificencia de la destrucción, por el fuego, se encontraban el Fin y el Principio de lo conocido y lo por conocer. Fin de un sueño irrepetible, Principio de la Verdadera Vida.

Laura giró su brazo y mano derecha en un círculo de trescientos sesenta grados.

Big Bang=Mente, energía, materia. Big Crunch=materia, energía, Mente.

Imitándola, hice lo mismo pero en sentido contrario y un portal de luz límpida y transparente se abrió ante nuestros ojos.

–Y Humberto Romero, ¿Qué será de él, Acaso desaparezca en el Universo de Magonia, en su propio Colapso gravitacional o pudiste acabar con su vida?

–Luego te lo contaré, Bifredo Amor mío, luego te lo contaré. Ahora mira hacia adelante y entremos. Sea lo que fuere, su esencia y sus experiencias permanecerán con nosotros.

De repente, las dos figuras se fusionaron en un único halo de luz, que abandonó el Mundo de la Vida y de la Muerte.



Tras ellos. Con ellos, en esencia, y disolviéndose en su Ser, Infinitas entidades clónicas se colapsaron por un diminuto agujero de gusano. Los actores y sus fantasmas comenzaron a salir del escenario.

¿Fin?

*

Nota del Autor:

Hay un epílogo que cierra el resto de la Historia
pero mis lectores quedáis condenados a leer el
cuarto y último libro, antes de conocer el final.
Den el salto a Cosmogénesis, lo agradeceréis.