Cielos nuevos y tierras nuevas; pero
en el Pleroma o Esfera del Mundo Original. Donde antes no existieran más
que Entidades Divinas moviéndose anárquicamente, ahora ha resurgido, en halo de
perfección, un Mundo nuevo a imagen y semejanza del que hubo un día en un
Multiverso fantasmagórico. Este nuevo Mundo de una belleza extraordinaria
permanecerá en la Mansión Eterna del Hombre, por los siglos de los siglos…
Bienaventurados los pobres de Espíritu
porque ellos heredaran la Tierra. Todas aquellas criaturas que jamás
pertenecieron a la Estirpe de los Ciudadanos del Pleroma; pero que por
cualquier circunstancia, los Eones decidieron que debían preservarse, serán
reconstituidos, según su memoria, en esta Tierra y en otras múltiples Tierras.
Ellos son llamados los Hijos de Dios, porque de los dioses emanaron, aunque sus
formas fuesen constituidas por los Arcontes demiurgos, también ellos criaturas
creadas.
Los propios Legisladores, solo
algunos, aquellos como Prometeo, alias Luz Bel el Portador de Luz, también en
este nuevo Multiverso, retomarán su antigua consciencia como premio a su
rebelión contra el Demiurgo de Demiurgos, el Gran Presuntuoso. Gracias a ese
enfrentamiento contra sus hermanos Arcontes, mal llamados ángeles Y Potestades,
las partículas divinas prisioneras en los cuerpos humanos, pudieron, en un
momento dado, tomar consciencia de su situación y preservarse y evolucionar
dentro de un cuerpo animal prestado.
En este Nuevo Mundo, regido por el Eón
de la divina Isis, toda criatura viva posee un aura de espiritualidad que le
concede la sabiduría plena. Tanto las antiguas Bestias, como la Fieras salvajes
antaño, disfrutan de una nueva Vida completa y sin miedo a ser atacadas o
devoradas. Los antiguos Eones, Seres Humanos Verdaderos, conviven en igualdad
de condiciones con sus propias creaciones. Al fin y al cabo todo pertenece a
una misma esencia y comprendieron que es mejor moverse entre ellos más como
divertidos hermanos que como severos padres.
En el Pleroma, Mundo Original, de los
Eones, Dioses, jamás existió el sexo hasta este mismo instante. Una de las
cosas buenas que la Entidad Horus trajo de la Cósmica Obra de Teatro. Aquí los
Arcontes ya no actúan como Demiurgos o Legisladores. Nada necesita ser
sustentado. No hay pilares de la Tierra ni Ángeles que soporten los vientos de
los cuatro puntos cardinales. Aquí, los Arcontes no dejan de ser más que otros
intérpretes sin más valor que las criaturas que antaño posibilitaran la
necesidad de su propia creación.
Solo los Hombres conscientes poseen el
Poder; pero aquí, dentro del Pleroma, no es necesario su uso. Aquí la Justicia
es Real, auténtica. La información de los gozos se comparte al instante con
toda la nueva creación de Isis. Las Criaturas de la Naturaleza, ahora sí, saben
lo que son los Humanos. Nunca más huirán de ellos sino que se les acercarán
para recibir sus caricias y Amor divino. También saben lo que son ellos y que
nunca existieron; pero gracias a la luz de lsis, la Gran sustentadora, no
necesitan alimentarse ni defecar, ni nacer ni morir.
Ahora los cuerpos, como el de los
Dioses, son cambiantes y multiformes. Han conseguido el privilegio de no estar
atados a un pesado cuerpo que les impida moverse instantáneamente y a voluntad.
Todas las cosas, incluso las aparentemente inanimadas, pueden tomar vida e
inteligencia si así lo desean. El Júbilo que antes solo se podía manifestar por
medio de variaciones luminosas como las de los cefalópodos de antaño; ahora
también se pueden acompañar de sonrisas, risas y carcajadas.
En el otro Mundo,
el Hombre Verdadero compartía sentimientos e información mediante la unión de
sus cuerpos en uno solo andrógino, que posteriormente se volvía a dividir.
Ahora también poseen el sexo con el que poder disfrutar a placer cambiando de
órganos cada vez que así lo desean. Terminaron los grados de Iniciación de Isis
y ahora comienzan los grados de Osiris. Hasta este instante, en el Mundo de
Isis, jamás fue posible. Ahora todos formamos parte de un mismo Ser, pero
diferenciado.
La Metanoia no es una oración religiosa, tampoco es
una plegaria o un lamento al uso. La Metanoia es un clamor del espíritu del
Hombre despierto hacia su Eón.
Ese clamor individual que se transmite como si
de una frecuencia electromagnética se tratase no pretende despertarlo de su
largo letargo. Eso es imposible. La Metanoia no se expresa con palabras del
lenguaje humano, con sonidos vocales o lamentos internos.
La Metanoia surge
como una plegaria metafísica de carácter mágico, en estado de meditación, con el
fin de hacerla rebotar en el Eón, particular del espíritu residente en un
cuerpo material determinado, con el fin de que se dirija hacia otro Ser afín,
de polaridad opuesta para que, de este modo, pueda recibir la Llamada de que su
Gemelo del alma está despierto y que el encuentro debería de producirse.
No obstante, hay otra Metanoia más elevada y que aún
no se ha producido en el Cosmos, cuando esas almas bipolarmente diferentes pero
complementarias, emiten, en un estado Tántrico, una Metanoia doble; pero
entrelazada y convertida en única. Solo entonces, El Eón propietario de sus
espíritus no solo no rebotará la Señal hacia el Cosmos, sino que dejándola
penetrar en el interior de la Estrella, despertará de ese sueño tan largo como
el Tiempo que lleva existiendo el Multiverso.
La mayoría de las oraciones y
plegarias dirigidas a determinados dioses o divinidades, no solo no alcanzan su
objetivo sino que son recogidas por las inteligencias arcónticas y
utilizadas para los propósitos particulares de los que ya hemos hablado,
perdiéndose para su propósito original.
En muchas ocasiones, los propios
Arcontes responden a dichas oraciones y se producen presuntos milagros que son
tomados por los creyentes como respuestas de sus dioses a sus plegarias; pero
nada más lejos de ello, ya que lo único que se pretende con ello es mantenerlos
engañados y prisioneros de sus propias doctrinas, lo cual los convierte en
herramientas inoperantes para poder despertar a su Eones respectivos.
Todos los Eones del Universo están entrelazados por
unas vías de comunicación desactivadas, que funcionan como si de agujeros de
gusano cósmicos se trataran. Los propios Eones de cada Universo están
entrelazados entre sí; pero también con el resto de Eones que se encuentran en
los otros Universos del Multiverso y con sus partículas espirituales que se
encuentran dispersas por todos los cosmos posibles. Esas vías de comunicación,
extrañas a la burbuja en la que está contenido el Multiverso, son las que
utilizan los espíritus para transmitir sus Metanoias.
Cuando un Espíritu
determinado intenta comunicar con sus iguales, activa estas vías de
comunicación de forma automática y de ese modo los Legisladores no pueden tener
acceso a dicha información. Gracias a esas vías de comunicación, formadas en el
mismo momento que se produjera el primer Big Bang del Multiverso, también
denominadas como súper cuerdas, es posible viajar en el Espacio Tiempo a
mayores velocidades que las permitidas por las leyes físicas y que los Arcontes
vigilan porque no dejen de ser cumplidas.
Eso también hace posible que determinadas razas
humanoides puedan realizar viajes en el Tiempo y a otras dimensiones; es decir,
que se pueda viajar de un Universo a otro distinto; pero que están ubicados
dentro de la Burbuja primordial del Multiverso.
Una vez que un Eón pueda ser
activado gracias a la Metanoia de dos Almas Gemelas, en un estado Espiritual
Tántrico, se despertará su Eón y se producirá una reacción en cadena en todo el
Multiverso. Entonces, solo entonces, todos los Eones despertarán tomando
consciencia de la situación y activando sus espíritus individuales,
atrayéndolos hacia sí. Al mismo tiempo, según la programación original, los
Arcontes se desactivarán y el único Eón ya formado como el Nuevo Adam Kadmón,
retornará al Pleroma y será el final de este anómalo Mundo y el Principio de
algo nuevo y maravilloso dentro del propio Pleroma.
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