Kaos Quántico
Sucesos en torno a la singularidad del Universo
Género: Ciencia Ficción especulativa
1.- El Extraordinario Viaje de Adam Kadmón
2.- Conspiración
3.- Horizonte Quántico
4.- Cosmogénesis
Autor: Antonio Ruiz Alba
(ARALBA)
Género: Ciencia Ficción especulativa
1.- El Extraordinario Viaje de Adam Kadmón
2.- Conspiración
3.- Horizonte Quántico
4.- Cosmogénesis
Autor: Antonio Ruiz Alba
(ARALBA)
email: aralbarc@hotmail.com
Aclaración del Autor
Kaos Quántico posee un subtítulo que a veces se obvia: Sucesos en torno a la singularidad del Universo.Sin este subtítulo es casi imposible comprender la esencia de la Obra, a caballo entre la novela, la recopilación de cuentos y las reflexiones filosóficas.
Yo diría que se trata de una Novela compuesta por una multiplicidad de cuentos que van desde la denuncia al fariseísmo hasta lo más profundamente onírico. Existe un nexo de unión: el propio autor y sus variopintas y múltiples personalidades. Todos los personajes que aparecen en Kaos Quántico no dejan de ser parcelas de la propia personalidad del Autor.
En ningún momento hemos tratado de convertirnos en un escritor profesional. Posiblemente, aún por necesidad, no creo que pudiera adaptarme a una disciplina de escribir a diario y por encargo de alguna editorial sobre algún tema en concreto. No, cuando escribimos intentamos sacar algo que bulle en nuestro interior intentando salir de algún modo, como si de una olla a presión se tratara. Algo, que si no se le diera salida estallaría en nuestro interior despojándonos de una parte importante de nuestro Ser.
El cuento corto es lo que mejor va con esos pensamientos que intentan huir de nuestro interior para mostrarse al exterior; pero como el mundo editorial parece poco propicio a los relatos cortos, no nos ha quedado más remedio, utilizando un mismo hilo conductor, cual Philip K. Dick, que amasarlos hasta convertirlos en una sola Obra, Novela o qué sé yo.
Kaos Quántico, su Esencia, nos viene acompañando desde que tenemos uso de razón y trata sobre las preguntas fundamentales que todo ser consciente se hace sobre el Sentido más amplio de la Vida. Yo las contesto para mí. Jamás hemos pretendido convertir mis pensamientos en una Verdad absoluta que sirva para cualquiera. Quizá se trate de un simple elixir, producido por mis propias endorfinas, con el único fin de hacer más llevadera una vida sin sentido aparente.
Una Ilusión que nos mantenga vivos hasta que llegue lo inevitable: La bendita Muerte.
Sin esa mínima ilusión, no encontrando sentido a la vida, el Ser Consciente se encuentra frente a frente con la posibilidad de autoinmolarse. El Suicidio, y como dijera Descartes, vamos a suponer que existe un ¿Genio Maligno?, que obstaculiza nuestra mirada consciente a la Gran Realidad, lo que yo y otros conocemos como la Verdad. Siempre que tratamos de investigar, inevitablemente, nos encontramos con un muro de opacidad que nos impide traspasar la pequeña realidad de lo diminuto y efímero.
Por lo tanto, Kaos Quántico no es una Obra reciente, aunque sea ahora cuando puede ser leída por los internautas. No es una Novela de comandos, ni de intriga al uso. No quiero desmerecer dichos géneros. De hecho, si algunos son usados en nuestra Obra es como una excusa para poder ser leído. Lo importante de Kaos Quántico es el mensaje implícito en sus páginas. La forma no es más que un medio y que posiblemente, en nuestro caso, sea excesivamente rudimentario.
Durante el transcurso de nuestra vida, nos hemos relacionado con diversas personas e instituciones de carácter cultural. También nos hemos atiborrado de películas de fantasía, fundamentalmente Ciencia Ficción. Hemos leído, hasta dejarnos los ojos, todo aquello que nuestra imaginación, inquietud y curiosidad ha puesto a nuestro alcance.
Por lo tanto Kaos Quántico no es una Obra mía, en exclusiva, es de la Humanidad en su conjunto. De hecho creo que es, desde ese punto de vista, que la Obra debe ser abordada. Cualquier otra aproximación podría dar la apariencia de absurdez. ¿De qué va este, se ha tomado un tripi, nos está tomando el pelo?
El lector, es un pequeño consejo del Autor, debería aproximarse a la Obra, no desde un punto de vista académico intentando comprender la apariencia etimológica o incluso gramatical. No se trata de hacer un libro bonito, esa no ha sido la intención, aunque en el fondo hemos tratado que fuera lo más bello posible. Sí, porque la belleza siempre es una excusa de acercarnos a algo. Una buena persona, no podrá ser conocida interiormente, si en la apariencia no posee cierta belleza que atraiga a sus congéneres. Es el escaparate que nos atrae. Luego la tienda podrá estar vacía o llena de Tesoros. Eso deberá valorarlo el lector.
Kaos Quántico es como una espada de doble filo. Por un lado nos muestra grandes y trascendentales verdades, según nuestro humilde parecer; pero por otro lado, hace algo terrible: Nos abre una herida, falsamente cicatrizada, que ya jamás podremos cerrar y que llevaremos abierta hasta la tumba. La consciencia se abre, se expande y nos muestra una realidad mucho más tenebrosa de lo que podríamos haber supuesto jamás. No somos dueños de nuestras vidas, a pesar de que sí deberíamos serlo ya que nuestra esencia es de Dioses. Dioses manipulados y utilizados por nuestras propias y efímeras creaciones. Matrix, con mucha posterioridad, nos vino a decir, con la metáfora de las máquinas, lo mismo, quizá con mucha más ambigüedad.
En el transcurso de la génesis de Kaos Quántico, como hemos repetido no es una obra de un año, nos hemos encontrado con las mismas ideas plasmadas de diverso modo. En Dune se hace hincapié en la memoria genética de la que no podríamos desembarazarnos, como si de robustas cadenas se tratase. En el Universo de Asimov, Hari Seldon, creador de la psicohistoria, planea la evolución y el destino ordenado de la Humanidad.
Nuestro paso por distintas herejías religiosas, respecto a la imperante Católica de nuestro país, nos ha abierto los ojos a otras realidades. El Hombre está pasando, en esta Vida, por una especie de complejo de inferioridad, ya que nos han hecho creer que no somos más que criaturas, por un lado tercas, pecadoras y desobedientes a su dios creador; por otro lado, que somos un accidente de la evolución natural. Con ello, el Ser Humano queda inevitablemente tullido, ya que le eliminamos un destino sublime a largo plazo. O estamos aquí para adorar a dioses inventados, pulirnos y purgar nuestros pecados o simplemente porque una casualidad natural nos ha dado el Ser.
Kaos Quántico ha sido antecesora de ciertas películas, a mi modo de ver, magníficas que tratan ciertas parcelas de la obra comentada. Están vivos de Carpenter o Dark City de Proyas nos muestran una hipótesis terrible que sería magnificada en la trilogía de los Hermanos Wachowski. No son los Seres Humanos quienes dirigen el Mundo real. En el caso de Están vivos, contemporáneo del Comic Los Invisibles de Grant Morrison y que trata el mismo tema, se trata de seres extraterrestres, de otras dimensiones o de las propias máquinas, siempre en beneficio propio y de la pervivencia de tan efímeras criaturas.
En todos los casos mencionados, al Ser humano se lo está engañando por medio de una conspiración de magnitudes cósmicas. Las personas llevamos una vida más o menos anodina en un ambiente creado para que seamos productivos. De hecho, es nuestra conducta en la vida lo que a esas criaturas les proporciona su propia vida y el poder que tienen hacia la criatura humana. Porque el Ser Humano es un Dios, Sí un Dios con el Poder de los Dioses; pero ni lo sabemos ni sabemos utilizar ese poder porque como en el caso de Matrix, estamos en un útero artificial, creando Poder para otros. Otros que no podrían vivir sin nuestra colaboración. Seres egregóricos que no existirían, si en algún momento, el Dios Humano no los hubiese creado.
En El único, protagonizada por Jet Li, uno de los Clones dimensionales del protagonista va viajando por las múltiples dimensiones tratando de eliminar a sus iguales con el fin de conseguir la inmortalidad y la omnipotencia; pero no se da cuenta que él mismo es un Clon, un reflejo dimensional. Ello se pone evidente cuando se enfrenta al arquetipo que vive como policía en la Dimensión del Protagonista. Como es de suponer es una batalla perdida, ya que los arquetipos nunca pueden ser eliminados.
En otras obras menores como Nivel 13 o La caja Kovak se ponen de manifiesto estas ideas parecidas aunque con un propósito de puro entretenimiento. Seguramente me deje en el tintero muchas Obras que han aparecido con posterioridad al hilo argumental de Kaos Quántico y que algo tienen que decirnos. Lo que nos tengan que decir es algo personal de cada espectador. Se puede tomar como una pura imaginería entretenida, o como algo cósmico que está ahí, con el propósito de que abramos los ojos como nos quiso decir Amenabar.
¿Cómo ha sucedido esto?
La Obra Kaos Quántico ahora, Horizonte Quántico con anterioridad, fue depositada en el Registro de la Propiedad intelectual más o menos en el año 1996. La Obra, inconclusa entonces, existía con mucha anterioridad; pero este no ha querido en ningún momento vetarla a su difusión por los medios que ha tenido a su disposición en cada momento. Fotocopias para los amigos y fanzines en un principio, publicación en Internet con posterioridad; así como los múltiples e infructuosos intentos por publicarla en alguna de las múltiples editoriales existentes.
Ha pasado por las manos de la Guionista y Directora, antigua vecina y amiga, Yolanda G. S y por las del creador de Torrente.
¿Han utilizado parte de mis ideas, a este lado o al otro del Atlántico, para crear sus obras?
Con sinceridad no lo creo. Hace mucho tiempo que tengo una creencia, cuasi enfermiza, de que los Seres Humanos, entre otras cosas, somos como antenas receptoras que atrapamos, de múltiples formas, las vivencias de las diferentes dimensiones existentes. Con lo cual, llegamos a la conclusión de que no existe nada original. Los dragones y Conan existen, en algún plano existencial, aunque aquí, en nuestro Mundo no hayan existido jamás. Nuestras mentes, por medio de los sueños, la meditación o la reflexión atrapan, literalmente, esas vivencias transcribiéndose a cualquier medio utilizable: Escritura, cine, etc, etc… Y ya tenemos Historias originales, inventos originales y descubrimientos originales. Originales, ¿de qué?
Os dais cuenta a dónde trato de llegar. La Originalidad no existe tal y como se mal entiende. La Imaginación sí. La Propiedad intelectual es una falacia, en casi todas las circunstancias, y en algunos casos una tropelía, como en el caso de las farmacéuticas. Todo está inventado, si no en este plano sí en otras dimensiones. Podemos ver la existencia desde diferentes puntos de vista y nos parecerán nuevos descubrimientos; pero si lo estudiamos con mayor profundidad nos daremos cuenta que no es así. Es bueno que los inventos, los descubrimientos y las ideas lleguen vírgenes al Mundo. Sería bueno, igualmente, que todos pudiésemos mejorar las ideas existentes, sin las cortapisas de los Derechos de Autor.
Un Hecho demostrado es la sincronicidad. El telégrafo, el teléfono, etc… se inventaron por varias personas simultáneamente. La idea está cercana, en momentos determinados, por condiciones que se nos escapan, y las personas receptivas las atrapan. Leibnitz y Newton descubrieron, simultáneamente, el cálculo infinitesimal. Algunos malpensados opinan que Newton plagió a Leibnitz. Los historiadores saben que no es así. El creador de la Teoría de la Evolución llegó a las mismas conclusiones que un coetáneo suyo; pero solo uno de ellos se llevó el mérito. Esas cosas, esas, son las que impiden el Crecimiento y evolución tecnológica del Ser Humano. Hay que ser algo más abiertos y no tan cerrados.
Los japoneses son grandes en relojería y electrónica porque antes copiaron e imitaron a suizos, alemanes y norteamericanos. Ahora mismo son la primera potencia tecnológica del mundo. Algo parecido está sucediendo en China y otros países orientales, en la actualidad.
Es por ello que ARALBA, yo mismo, siempre hemos dicho, respecto a Kaos Quántico, lo siguiente: No nos importa que nuestra Obra sea reproducida una y mil veces. De eso se trata, que sea leída con el fin de despertar consciencias. Lo único que solicitamos, por pura cortesía, es que se mencione la autoría. Eso sí me parece un principio de ética incuestionable.
¿Qué nos puede reportar conocer la Verdad que se muestra en Kaos Quántico?
SER MEJORES PERSONAS EN TODOS LOS ÁMBITOS DE LA EXISTENCIAEl conocimiento de que somos dioses sujetos, voluntariamente, a nuestras creaciones puede hacernos comprender todo lo que sucede en el Mundo. Bueno, son creaciones nuestras, por ejemplo, la Religión. Creamos religiones a tutiplén y luego nos atamos a ellas. Cuando la única religión es la que nos dice que somos Eternos. La Vida y la Muerte son solo manifestaciones temporales de un determinado escenario. Nuestra mente, espíritu, es huésped de nuestro cuerpo animal, material. Ese cuerpo humanoide, primate, nos mantiene conscientes en este plano material; pero esto es solo una circunstancia pasajera.
Todos los creadores de Historias llegamos de un modo u otro a ese fin último. No por ello hemos fusilado ideas. Que no, Frank Herbert nos lo hizo ver claramente. La información fundamental, a modo de Bios de un Ordenador, va en nuestro Código genético. La Vida, es para todos, una Vía iniciática que nos debe conducir al mismo lugar. El mismo destino. La apertura del Conocimiento. El Conocimiento de nosotros mismos y con ello el conocimiento de los demás, de todo.
Los Cylons, según Battlestar Galáctica, quieren exterminar a la Humanidad. Ellos creen en un único Dios y consideran a sus creadores, los humanos, como herejes que debieran ser exterminados; pero mira tú por dónde algo hay en común entre humanos y Cylons. Todos tienen consciencia y van buscando el Origen de todo. En esta metáfora, el origen es la Tierra. Q, en Star Trek es una Entidad todopoderosa que pertenece al Continuo. Los Antiguos y los Orix, dos manifestaciones de una misma cosa, en Stargate nos dicen lo mismo. El Ser Humano tiene un Origen Antiguo y el Futuro es un Futuro de Energía semejante al de los antiguos dioses del Olympo.
Bien, el Autor de Kaos Quántico, nosotros, creemos que todo esto son pizcas de la verdad; pero que desgraciadamente, debido al ¿genio maléfico?, del que hablaba Descartes; solo se nos cuenta una verdad a medias.
Según todas las historias que nos cuentan, evolucionamos de la inexistencia hacia la energía, DIVINIDAD. Ineludiblemente siempre es así, para lo establecido como políticamente correcto.
Según la Verdad de Kaos Quántico, el Hombre siempre ha sido inmortal. Siempre ha sido un Dios. Por un accidente, tuvimos que tomar prestados estos cuerpos, en un plano de existencia, que era desconocido para el Hombre Original, de quienes estamos hablando.
Sujetos a las experiencias del cuerpo de nuestro anfitrión, no somos capaces de comprender esto, ya que el anfitrión primate que nos contiene sí está sujeto a la vida y a la muerte, al frío y al dolor. La capacidad cerebral de nuestra anfitrión, parte de nosotros mismos, no permite que una parte importante del huésped se manifieste, la parte oculta, y es debido a ello que siempre tengamos esa lucha permanente entre las dos naturalezas. La Eterna del Huesped Humano, Hombre Original y la perecedera de nuestro anfitrión primate; por cierto, a quien debemos agradecer que podamos ser conscientes en un plano que nos es ajeno y cuya herramienta, él mismo, nos permitirá la ascensión a otro plano de existencia superior y ojo, anterior.
En fin, creo que no tengo más que decir al respecto. Espero que este humilde artículo acerque con otros ojos a la obra KAOS QUÁNTICO al posible lector.
Solo una última advertencia.
Si quieres seguir siendo la misma persona que eras al presente: no leas Kaos Quántico. Habrás tomado la pastilla azul de Morfeo. Si quieres abrirte a un mundo que desconocías; pero que tu interior te dirá que es el Verdadero, toma la pastilla roja, lee Kaos Quántico.
Si eres amigo de los Comics inteligentes, lee LOS INVISIBLES de Grant Morrison. Posee exactamente el mismo medicamento que Kaos Quántico; pero desde otra perspectiva. Otro fabricante, vamos.
Con verdadero amor humano para todos los visitantes de NGC; ahora KAOS QUÁNTICO.
Historia de una “Herejía”
La inspiración; eso es, la inspiración.
Así se podría resumir la Historia del comienzo de una Obra épica KAOS QUÁNTICO; donde la fantasía se diluye con lo conspiranoico para terminar fundiéndose con la Ciencia Ficción más “Hard”
No parece propio que sea el Autor el que diga estas cosas; pero todo tiene su explicación:
Kaos Quántico es una Obra inmensa, donde se parte de un punto determinado, el Origen, para terminar con el fin del Universo. Pareciera apropiado que antes de ese comienzo debía de existir algo más. Ese algo más es El Extraordinario Viaje de Adam Kadmón.
Cuando tenía 17 años de edad, yendo al instituto conocí al Padre Anselmo. Párroco, por aquel entonces, de la Iglesia de San Bartolomé en el Barrio de Orcasitas. No lo conocía porque yo fuera habitual de la Iglesia, sus confesiones u hostias consagradas. No, el Padre Anselmo era un curita, rubio, bajito y muy simpático que nos daba clase de religión en el Instituto; pero sus clases eran muy particulares.
El nos decía:
- Ahora cogéis este capítulo, uno cualquiera de la Biblia, y realizáis una redacción de lo que creéis que os quiere decir a vosotros.
Cuando éste, el que escribe, llevaba el trabajo realizado, compuesto por varios folios escritos por ambas caras, el cura flipaba y no le quedaba más remedio que darnos la máxima nota, sobresaliente. De hecho, creo que solo tenía esa nota, algunas veces en unas pocas asignaturas. Dibujo, Trabajos manuales, Ingles, Ciencias naturales, Política, Historia y por supuesto ésta, Religión.
Fue entonces cuando empecé a darme cuenta que tenía cierta habilidad para penetrar en mi interior y utilizar el traductor universal de la Intuición para descifrar las metáforas con las que estaban cargados la mayor parte de los Libros religiosos. Con posterioridad, también descubrí que esas misteriosas enseñanzas ocultas, no solo se encontraban en los denominados como libros sagrados sino también en casi toda la Literatura Universal.
Pasé, aproximadamente, unos once años asistiendo a la Iglesia Evangélica y comprometido con sus cursos dominicales. Para que me entienda la mayoría, vienen a ser lo que la catequesis católica; pero referidos en exclusividad a los estudios bíblicos; tanto del nuevo como del antiguo testamento.
En aquella época recibí mi primera luz al comprender que posiblemente lo bueno no fuese tan bueno y que lo malo tampoco lo era tanto. Me convertí en un apóstata porque algo me decía que no podía ser bueno, del todo, algo que cuando salía del culto religioso me provocaba conciencia de culpabilidad. Recuerden, que en dicha época yo tenía entre diecisiete y veintiocho años de edad. Era un puñetero crío. Fue entonces cuando surgió el Verdadero Espíritu de la Bestia; influenciado también por las lecturas de Lovecraft.
Mi curiosidad gatuna, por algo soy nacido en Madrid, me llevó a investigar otras muchas religiones y sectas; que por aquel entonces empezaron a proliferar como las setas. Los libros que cayeron en mi poder, sobre dichas materias, fueron devorados con fruición; pero sobre todo fue la experiencia lo que fue conformando una especie de conocimiento que se fundía en mi interior con la intuición, conformando una especie de luz que me iba guiando, por este trabajo de investigación “científica” o “periodística”, a modo de candil por un camino oscuro y angosto.
Conocí los movimientos gnósticos de mano de las diferentes escuelas rosacruces; así como de los símbolos y ritos masónicos, a los que tuve el honor de ser invitado a conocer.
Porque aunque muchos masones desconozcan el trasfondo más profundo de la simbología que se utiliza en sus ceremonias; eso no quiere decir que sean simples ritos sin contenido. Nada más lejos de eso. De hecho, gracias a las tradiciones masónicas, mucho conocimiento gnóstico se ha transmitido a las generaciones futuras en la simbología de los útiles de albañilería y a su evidente contenido egipcio.
Egipto, la cuna de Hermes Trimegistos, El mismo dios Toth. Allí fue Ieu, Jesús de Nazaret, a pasar su infancia de jovencito; porque allí fue donde huyeron José y María con Ieu cuando Herodes provocó la matanza de los inocentes. El antiguo Cristianismo, comprendí entonces, era originario de Egipto y se conocía como Gnosis que, más o menos quiere decir la Vía del Conocimiento.
Todos los conocimientos que iba recogiendo por este camino de investigación, por pura curiosidad, que os comento, los fui colocando en diversas estanterías de mi memoria.
De vez en cuando contemplaba un pequeño atisbo de luz que hacía que las piezas del puzzle fueran casando unas con otras. No obstante, debo de reconocer que aún así, el conocimiento total era imposible; pero de nuevo, la intuición iba iluminando mi mente dando lugar a todos y cada unos de los cuentos y capítulos que conforman Kaos Quántico.
Hasta la llegada de El Extraordinario Viaje de Adam Kadmón, Kaos Quántico estaba compuesto por tres Obras Principales:
Cuentos surgidos de lo más profundo de mis sueños; los cuales escribía rápidamente, a medianoche, cuando me despertaba a la mitad de alguna pesadilla.
Horizonte Quántico, una Obra de Ciencia Ficción que surgió cuando un compañero de Trabajo me comentó que lo que me podía faltar para escribir una Novela completa era un Argumento. Por aquella época me había fijado como musa provisional en Kim Basinger, para conformar mi hipótesis de las almas gemelas y con ello, además, quería demostrarme a mí mismo y al compañero, que tenía ese Argumento. Claro que lo tenía. ¿No lo iba a tener?
Finalmente por una tercera Obra, Conspiración, que fue urdida en el transcurso de un taller de literatura dedicado a la ciencia ficción; donde os puedo asegurar que fue la tutora la que más provecho sacó de aquel experimento de tormenta de ideas. Muy probablemente, algún cineasta mallorquín, también haya sabido sacar, de allí, algo de provecho para su obra.
Todas las obras comentadas, por separado, forman unidas Kaos Quántico, cuyo nexo de unión es el intento que realizo por unir los cabos sueltos de algo que bullía en mi mente y provocado por ese estudio esotérico y seudo científico unido a mis experiencias oníricas. Llamadlo místicas si queréis; pero una vez completado ese Kaos Quántico, que parecía volver loco a cualquier lector, por su aparente inconexión, tanto como al propio autor, parecía faltarle algo. ¿Cómo comenzó todo? Hay un capítulo de Kaos Quántico donde, producto de un sueño, el autor, intenta explicar que fue lo que pudo suceder; pero quedaba como muy diluido, sin forma aparente.
Hace muchos años tuve acceso a la Obra de Rómulo Gallegos, efímero Presidente de Venezuela, Doña Bárbara; pero actualmente, ya no me acordaba de nada, salvo que cuando la Televisión estatal emitió los primeros capítulos de un culebrón latino americano, del mismo nombre, me llamó la atención. Volví a adquirir la novela y la releí. Algún que otro capítulo pude ver, con más sufrimiento que alegría, al ver el absoluto destrozo que habían realizado con la Obra del Escritor Presidente; Pero había algo muy extraño en esa Serie. La Protagonista femenina que interpretaba a Doña Bárbara. Edith González. Una buena actriz, cultivada en las mejores escuelas norteamericanas de interpretación, canto y baile, conocida como la Reina del Culebrón.
¿Qué hacía una actriz tan buena en un triste y prolongado culebrón? De hecho, a pesar de ser la Mala malísima, si merecían verse algunos de sus capítulos era gracias a su interpretación; pero el sufrimiento llegaba cuando entraban el resto de intérpretes para reproducir un guión de chicle estirado hasta el infinito y malo como él solo. Cuando me fijé en la Actriz Mejicana, Edith Gonzáles, decidí tomarla como Musa y bueno… Esto es lo que salió de su Inspiración. EL EXTRAORDINARIO VIAJE DE ADÁM KADMÓN. Pronto comprendí que, casi sin saberlo, estaba desarrollando la primera parte, que faltaba de KAOS QUÁNTICO.
Sirva este humilde homenaje a las musas que me inspiraron, así como a la mecenas que me obligó a terminarla antes de poder publicarla en la página Web NGC. Gracias Kimberly, gracias Edith, gracias Pilar.
De mis palabras pudiera surgir la errónea creencia de que pretendo dar a conocer algo que realmente sucedió en algún momento de la historia o de la prehistoria, tal y como así se narra. Nada más lejos que eso. Debe leerse como una metáfora inmensa y que va dirigida más al corazón que a la mente. Quien haya leído el resto de Kaos Quántico, también sabe que me gusta hacer cariñosos guiños a mis obras más queridas. Aquí sucede lo mismo y solo deben ser interpretados como lo que son, un humilde homenaje a la Literatura fantástica y de ficción de todos los tiempos.
Añoranza
Desde las intrincadas y agrestes colinas de las montañas, podían contemplarse los más insólitos paisajes de majestuosa e inhóspita belleza. El día era soleado y una ligera brisa acariciaba las verdes praderas del valle. Tan sólo el aletear de algún abejorro o el breve murmullo del viento, al frotar las suaves hojas de los castaños y los arbustos del monte bajo, introducían alguna distorsión en la belleza sinfónica del silencio natural.
En otras ocasiones, cuando escalaba las escarpadas cumbres, de repente era sorprendido por alguna tormenta veraniega. El espectáculo era sobrecogedor, pues el cielo se oscurecía como si hubiera fenecido el Astro Rey. La insólita furia de un fuerte ventarrón arrastraba todo a su paso y, por precaución, no quedaba más remedio que resguardar nuestra persona bajo las cornisas, entre las grietas de la salvaje montaña.
En dichas situaciones, el silencio callaba y la incontinente furia tomaba su merecido relevo; pero todas esas cosas las amaba, pues formaban parte de la madre naturaleza y además, demostraban ser indicio de que la vida bullía por todas partes.
Pero Hoy, la tranquilidad es lo que impera a mi derredor; y quieras que no, algo de añoranza me embarga. La melancolía nos corroe el Alma y el miedo al gris aburrimiento es lo que nos motiva, de nuevo, a salir de paseo por las laderas de nuestra bella y cercana montaña.
Todo, todas las maravillas que me rodeaban eran el sobrenatural aliciente que me impulsa, todas las mañanas, a incorporarnos del lecho con una sonrisa en los labios y cantando interiormente, a modo de alabanza, procurando sintonizar con la partitura de la música de las esferas.
Eso es lo que escribo, en el presente; pero en realidad, todo ello no es más que puro romanticismo caduco y fuera de su tiempo. Soy un romántico hasta la médula. Que le vamos a hacer. De hecho, en cierto modo, interior o externamente todos somos un poquito así. La ilusión mueve nuestras vidas; pero amigos míos, cuando nos invade la tristeza y nos acosa la enfermedad, la soledad, o la muerte se asoma a nuestras vidas, ¡Ah!..., entonces no nos acordamos de los bellos momentos vividos, pues el dolor y el sufrimiento nos lo impide.
Quizá, todo lo anteriormente dicho, me haya conducido a las puertas de una humilde meditación:
Los momentos bellos y de aparente felicidad son fugaces aunque, sin embargo, nos quedan grabados en el corazón como si de una venenosa flecha se tratara. Si intentásemos arrancárnosla, con la intención de no sufrir, el dolor más indescriptible nos desgarraría hasta convertirse en un tormento de insoportable eternidad.
Estoy convencido, en el fondo, que todo ello no es más que el efecto producido por una causa tan antigua como el propio Tiempo. Alguien, que no somos nosotros; pero que sin embargo vive enquistado en nuestro interior, cuando aún tenía consciencia, grabó en nuestros genes la belleza de un mundo perdido e ignorado en el presente.
Esa Verdad es recordada, de forma subliminal en lo más profundo y recóndito de nuestro interior, cuando algo semejante toma forma ante nuestros sentidos naturales.
Puedo llegar a sentirme como prisionero de una escafandra. Esta me impide percibir la brisa y no puedo disfrutar la fragancia floral. Tampoco oigo el celoso canturreo de los pajarillos; pero puedo vislumbrar, gracias a la transparencia del cristal, el movimiento de las ramas de los árboles, contemplar el bello color de las flores que se atraviesan en mi caminar de primavera, y muchas cosa más...
No sé si soy capaz de explicarme. Algo, más fuerte que yo, me impulsa a intentar salir de la dolorosa coraza que me aprisiona y que envuelve al Ser en una noche tenebrosa de eternidad indefinida. Necesito sentir las cosas en toda su plenitud y pureza. Necesito conocer la Verdad. Conocer la Belleza. Lo intento una y otra, y otra..., y otra vez; pero no lo consigo.
Pasa el tiempo y mi voluntad no ceja. Entonces la terrible obsesión por el disfrute de lo desconocido se me hace insoportable. Debo salir de aquí, como sea, y buscar ayuda entre mis semejantes. En dicho pensamiento encuentro el germen de una horrible verdad. Todos se encuentran en la misma situación; pero además, algunos se lo toman con tal parsimonia que no tienen ningún interés en sentir lo que yo intuyo que se podría sentir.
Durante toda nuestra vida, hemos buscado los medios necesarios para poder romper la prisión que agobia nuestra natural inquietud. ¿Por qué busqué tras la opaca transparencia de la máscara? ¿Por qué no se me ocurrió buscar en nuestro interior? ¿Por qué no traté de leer lo que mi código genético procuraba hacerme ver?
Ahora puedo entenderlo. Introduzco mis enguantadas manos en un amplio bolsillo del férreo traje y allí encuentro una simple y humilde llave. Tan simple como retirar el casco y el cielo y la tierra vienen a mi encuentro con su simplicidad, frescura y belleza.
Lo primero que se me ocurre es que debo mostrárselo a los demás y así lo intento. Iluso de mí. Mis más oscuros pensamientos son realidad. Nadie me cree. Ningún ser humano quiere quitarse la escafandra porque piensan que si lo hacen morirán. De mí tan sólo piensan que soy un loco. Después de lo acontecido me entra una gran congoja que inunda con abundantes lágrimas mi triste mirada. Se me nubla la vista y me encuentro, de nuevo, viendo el mundo tras la opaca distorsión glandular.
Ahora tengo que encontrar aquello que un día hallé y que por un falso amor perdí. Pero esta vez no seré tan ingenuo y procuraré no compartirlo con el Mundo hasta que no nos encontremos, tanto él como yo preparados.
Ojalá, amigos lectores, todo fuera tan sencillo... ¿verdad?; pues todo esto no es más que una metafórica alegoría de lo que muy bien podría ser el sentimiento de la Verdad. La Verdad que esconden nuestros genes desde antes de la formación de la primera célula terrenal. También podría ser que no encontremos palabras para expresar la belleza que nuestro corazón, espiritual, debió sentir en algún momento de su eterna existencia; cuando por un casual, entrara en contacto con algo sublime y amorosamente celestial.
Quizá os esté y me esté mintiendo.
- Es posible que así sea amigo –algunos me dicen–, pero si fuese verdad lo que nos has contado..., entonces merecería la pena arriesgar nuestras vidas, tan sólo, para comprobar que la felicidad derivada del auténtico Amor puede existir. Ese Amor podría ser la Verdad escondida que nos dirige como individuo, como especie y como parte solidaria de todo el Universo hacia un destino que todavía nos es velado. Quizá no debamos intentar arrancar la flecha que antaño nos fuera clavada, sino hundirla más profundamente en nuestro corazón.
ARALBA (El Autor)
La inspiración; eso es, la inspiración.
Así se podría resumir la Historia del comienzo de una Obra épica KAOS QUÁNTICO; donde la fantasía se diluye con lo conspiranoico para terminar fundiéndose con la Ciencia Ficción más “Hard”
No parece propio que sea el Autor el que diga estas cosas; pero todo tiene su explicación:
Kaos Quántico es una Obra inmensa, donde se parte de un punto determinado, el Origen, para terminar con el fin del Universo. Pareciera apropiado que antes de ese comienzo debía de existir algo más. Ese algo más es El Extraordinario Viaje de Adam Kadmón.
Cuando tenía 17 años de edad, yendo al instituto conocí al Padre Anselmo. Párroco, por aquel entonces, de la Iglesia de San Bartolomé en el Barrio de Orcasitas. No lo conocía porque yo fuera habitual de la Iglesia, sus confesiones u hostias consagradas. No, el Padre Anselmo era un curita, rubio, bajito y muy simpático que nos daba clase de religión en el Instituto; pero sus clases eran muy particulares.
El nos decía:
- Ahora cogéis este capítulo, uno cualquiera de la Biblia, y realizáis una redacción de lo que creéis que os quiere decir a vosotros.
Cuando éste, el que escribe, llevaba el trabajo realizado, compuesto por varios folios escritos por ambas caras, el cura flipaba y no le quedaba más remedio que darnos la máxima nota, sobresaliente. De hecho, creo que solo tenía esa nota, algunas veces en unas pocas asignaturas. Dibujo, Trabajos manuales, Ingles, Ciencias naturales, Política, Historia y por supuesto ésta, Religión.
Fue entonces cuando empecé a darme cuenta que tenía cierta habilidad para penetrar en mi interior y utilizar el traductor universal de la Intuición para descifrar las metáforas con las que estaban cargados la mayor parte de los Libros religiosos. Con posterioridad, también descubrí que esas misteriosas enseñanzas ocultas, no solo se encontraban en los denominados como libros sagrados sino también en casi toda la Literatura Universal.
Pasé, aproximadamente, unos once años asistiendo a la Iglesia Evangélica y comprometido con sus cursos dominicales. Para que me entienda la mayoría, vienen a ser lo que la catequesis católica; pero referidos en exclusividad a los estudios bíblicos; tanto del nuevo como del antiguo testamento.
En aquella época recibí mi primera luz al comprender que posiblemente lo bueno no fuese tan bueno y que lo malo tampoco lo era tanto. Me convertí en un apóstata porque algo me decía que no podía ser bueno, del todo, algo que cuando salía del culto religioso me provocaba conciencia de culpabilidad. Recuerden, que en dicha época yo tenía entre diecisiete y veintiocho años de edad. Era un puñetero crío. Fue entonces cuando surgió el Verdadero Espíritu de la Bestia; influenciado también por las lecturas de Lovecraft.
Mi curiosidad gatuna, por algo soy nacido en Madrid, me llevó a investigar otras muchas religiones y sectas; que por aquel entonces empezaron a proliferar como las setas. Los libros que cayeron en mi poder, sobre dichas materias, fueron devorados con fruición; pero sobre todo fue la experiencia lo que fue conformando una especie de conocimiento que se fundía en mi interior con la intuición, conformando una especie de luz que me iba guiando, por este trabajo de investigación “científica” o “periodística”, a modo de candil por un camino oscuro y angosto.
Conocí los movimientos gnósticos de mano de las diferentes escuelas rosacruces; así como de los símbolos y ritos masónicos, a los que tuve el honor de ser invitado a conocer.
Porque aunque muchos masones desconozcan el trasfondo más profundo de la simbología que se utiliza en sus ceremonias; eso no quiere decir que sean simples ritos sin contenido. Nada más lejos de eso. De hecho, gracias a las tradiciones masónicas, mucho conocimiento gnóstico se ha transmitido a las generaciones futuras en la simbología de los útiles de albañilería y a su evidente contenido egipcio.
Egipto, la cuna de Hermes Trimegistos, El mismo dios Toth. Allí fue Ieu, Jesús de Nazaret, a pasar su infancia de jovencito; porque allí fue donde huyeron José y María con Ieu cuando Herodes provocó la matanza de los inocentes. El antiguo Cristianismo, comprendí entonces, era originario de Egipto y se conocía como Gnosis que, más o menos quiere decir la Vía del Conocimiento.
Todos los conocimientos que iba recogiendo por este camino de investigación, por pura curiosidad, que os comento, los fui colocando en diversas estanterías de mi memoria.
De vez en cuando contemplaba un pequeño atisbo de luz que hacía que las piezas del puzzle fueran casando unas con otras. No obstante, debo de reconocer que aún así, el conocimiento total era imposible; pero de nuevo, la intuición iba iluminando mi mente dando lugar a todos y cada unos de los cuentos y capítulos que conforman Kaos Quántico.
Hasta la llegada de El Extraordinario Viaje de Adam Kadmón, Kaos Quántico estaba compuesto por tres Obras Principales:
Cuentos surgidos de lo más profundo de mis sueños; los cuales escribía rápidamente, a medianoche, cuando me despertaba a la mitad de alguna pesadilla.
Horizonte Quántico, una Obra de Ciencia Ficción que surgió cuando un compañero de Trabajo me comentó que lo que me podía faltar para escribir una Novela completa era un Argumento. Por aquella época me había fijado como musa provisional en Kim Basinger, para conformar mi hipótesis de las almas gemelas y con ello, además, quería demostrarme a mí mismo y al compañero, que tenía ese Argumento. Claro que lo tenía. ¿No lo iba a tener?
Finalmente por una tercera Obra, Conspiración, que fue urdida en el transcurso de un taller de literatura dedicado a la ciencia ficción; donde os puedo asegurar que fue la tutora la que más provecho sacó de aquel experimento de tormenta de ideas. Muy probablemente, algún cineasta mallorquín, también haya sabido sacar, de allí, algo de provecho para su obra.
Todas las obras comentadas, por separado, forman unidas Kaos Quántico, cuyo nexo de unión es el intento que realizo por unir los cabos sueltos de algo que bullía en mi mente y provocado por ese estudio esotérico y seudo científico unido a mis experiencias oníricas. Llamadlo místicas si queréis; pero una vez completado ese Kaos Quántico, que parecía volver loco a cualquier lector, por su aparente inconexión, tanto como al propio autor, parecía faltarle algo. ¿Cómo comenzó todo? Hay un capítulo de Kaos Quántico donde, producto de un sueño, el autor, intenta explicar que fue lo que pudo suceder; pero quedaba como muy diluido, sin forma aparente.
Hace muchos años tuve acceso a la Obra de Rómulo Gallegos, efímero Presidente de Venezuela, Doña Bárbara; pero actualmente, ya no me acordaba de nada, salvo que cuando la Televisión estatal emitió los primeros capítulos de un culebrón latino americano, del mismo nombre, me llamó la atención. Volví a adquirir la novela y la releí. Algún que otro capítulo pude ver, con más sufrimiento que alegría, al ver el absoluto destrozo que habían realizado con la Obra del Escritor Presidente; Pero había algo muy extraño en esa Serie. La Protagonista femenina que interpretaba a Doña Bárbara. Edith González. Una buena actriz, cultivada en las mejores escuelas norteamericanas de interpretación, canto y baile, conocida como la Reina del Culebrón.
¿Qué hacía una actriz tan buena en un triste y prolongado culebrón? De hecho, a pesar de ser la Mala malísima, si merecían verse algunos de sus capítulos era gracias a su interpretación; pero el sufrimiento llegaba cuando entraban el resto de intérpretes para reproducir un guión de chicle estirado hasta el infinito y malo como él solo. Cuando me fijé en la Actriz Mejicana, Edith Gonzáles, decidí tomarla como Musa y bueno… Esto es lo que salió de su Inspiración. EL EXTRAORDINARIO VIAJE DE ADÁM KADMÓN. Pronto comprendí que, casi sin saberlo, estaba desarrollando la primera parte, que faltaba de KAOS QUÁNTICO.
Sirva este humilde homenaje a las musas que me inspiraron, así como a la mecenas que me obligó a terminarla antes de poder publicarla en la página Web NGC. Gracias Kimberly, gracias Edith, gracias Pilar.
De mis palabras pudiera surgir la errónea creencia de que pretendo dar a conocer algo que realmente sucedió en algún momento de la historia o de la prehistoria, tal y como así se narra. Nada más lejos que eso. Debe leerse como una metáfora inmensa y que va dirigida más al corazón que a la mente. Quien haya leído el resto de Kaos Quántico, también sabe que me gusta hacer cariñosos guiños a mis obras más queridas. Aquí sucede lo mismo y solo deben ser interpretados como lo que son, un humilde homenaje a la Literatura fantástica y de ficción de todos los tiempos.
Añoranza
Desde las intrincadas y agrestes colinas de las montañas, podían contemplarse los más insólitos paisajes de majestuosa e inhóspita belleza. El día era soleado y una ligera brisa acariciaba las verdes praderas del valle. Tan sólo el aletear de algún abejorro o el breve murmullo del viento, al frotar las suaves hojas de los castaños y los arbustos del monte bajo, introducían alguna distorsión en la belleza sinfónica del silencio natural.
En otras ocasiones, cuando escalaba las escarpadas cumbres, de repente era sorprendido por alguna tormenta veraniega. El espectáculo era sobrecogedor, pues el cielo se oscurecía como si hubiera fenecido el Astro Rey. La insólita furia de un fuerte ventarrón arrastraba todo a su paso y, por precaución, no quedaba más remedio que resguardar nuestra persona bajo las cornisas, entre las grietas de la salvaje montaña.
En dichas situaciones, el silencio callaba y la incontinente furia tomaba su merecido relevo; pero todas esas cosas las amaba, pues formaban parte de la madre naturaleza y además, demostraban ser indicio de que la vida bullía por todas partes.
Pero Hoy, la tranquilidad es lo que impera a mi derredor; y quieras que no, algo de añoranza me embarga. La melancolía nos corroe el Alma y el miedo al gris aburrimiento es lo que nos motiva, de nuevo, a salir de paseo por las laderas de nuestra bella y cercana montaña.
Todo, todas las maravillas que me rodeaban eran el sobrenatural aliciente que me impulsa, todas las mañanas, a incorporarnos del lecho con una sonrisa en los labios y cantando interiormente, a modo de alabanza, procurando sintonizar con la partitura de la música de las esferas.
Eso es lo que escribo, en el presente; pero en realidad, todo ello no es más que puro romanticismo caduco y fuera de su tiempo. Soy un romántico hasta la médula. Que le vamos a hacer. De hecho, en cierto modo, interior o externamente todos somos un poquito así. La ilusión mueve nuestras vidas; pero amigos míos, cuando nos invade la tristeza y nos acosa la enfermedad, la soledad, o la muerte se asoma a nuestras vidas, ¡Ah!..., entonces no nos acordamos de los bellos momentos vividos, pues el dolor y el sufrimiento nos lo impide.
Quizá, todo lo anteriormente dicho, me haya conducido a las puertas de una humilde meditación:
Los momentos bellos y de aparente felicidad son fugaces aunque, sin embargo, nos quedan grabados en el corazón como si de una venenosa flecha se tratara. Si intentásemos arrancárnosla, con la intención de no sufrir, el dolor más indescriptible nos desgarraría hasta convertirse en un tormento de insoportable eternidad.
Estoy convencido, en el fondo, que todo ello no es más que el efecto producido por una causa tan antigua como el propio Tiempo. Alguien, que no somos nosotros; pero que sin embargo vive enquistado en nuestro interior, cuando aún tenía consciencia, grabó en nuestros genes la belleza de un mundo perdido e ignorado en el presente.
Esa Verdad es recordada, de forma subliminal en lo más profundo y recóndito de nuestro interior, cuando algo semejante toma forma ante nuestros sentidos naturales.
Puedo llegar a sentirme como prisionero de una escafandra. Esta me impide percibir la brisa y no puedo disfrutar la fragancia floral. Tampoco oigo el celoso canturreo de los pajarillos; pero puedo vislumbrar, gracias a la transparencia del cristal, el movimiento de las ramas de los árboles, contemplar el bello color de las flores que se atraviesan en mi caminar de primavera, y muchas cosa más...
No sé si soy capaz de explicarme. Algo, más fuerte que yo, me impulsa a intentar salir de la dolorosa coraza que me aprisiona y que envuelve al Ser en una noche tenebrosa de eternidad indefinida. Necesito sentir las cosas en toda su plenitud y pureza. Necesito conocer la Verdad. Conocer la Belleza. Lo intento una y otra, y otra..., y otra vez; pero no lo consigo.
Pasa el tiempo y mi voluntad no ceja. Entonces la terrible obsesión por el disfrute de lo desconocido se me hace insoportable. Debo salir de aquí, como sea, y buscar ayuda entre mis semejantes. En dicho pensamiento encuentro el germen de una horrible verdad. Todos se encuentran en la misma situación; pero además, algunos se lo toman con tal parsimonia que no tienen ningún interés en sentir lo que yo intuyo que se podría sentir.
Durante toda nuestra vida, hemos buscado los medios necesarios para poder romper la prisión que agobia nuestra natural inquietud. ¿Por qué busqué tras la opaca transparencia de la máscara? ¿Por qué no se me ocurrió buscar en nuestro interior? ¿Por qué no traté de leer lo que mi código genético procuraba hacerme ver?
Ahora puedo entenderlo. Introduzco mis enguantadas manos en un amplio bolsillo del férreo traje y allí encuentro una simple y humilde llave. Tan simple como retirar el casco y el cielo y la tierra vienen a mi encuentro con su simplicidad, frescura y belleza.
Lo primero que se me ocurre es que debo mostrárselo a los demás y así lo intento. Iluso de mí. Mis más oscuros pensamientos son realidad. Nadie me cree. Ningún ser humano quiere quitarse la escafandra porque piensan que si lo hacen morirán. De mí tan sólo piensan que soy un loco. Después de lo acontecido me entra una gran congoja que inunda con abundantes lágrimas mi triste mirada. Se me nubla la vista y me encuentro, de nuevo, viendo el mundo tras la opaca distorsión glandular.
Ahora tengo que encontrar aquello que un día hallé y que por un falso amor perdí. Pero esta vez no seré tan ingenuo y procuraré no compartirlo con el Mundo hasta que no nos encontremos, tanto él como yo preparados.
Ojalá, amigos lectores, todo fuera tan sencillo... ¿verdad?; pues todo esto no es más que una metafórica alegoría de lo que muy bien podría ser el sentimiento de la Verdad. La Verdad que esconden nuestros genes desde antes de la formación de la primera célula terrenal. También podría ser que no encontremos palabras para expresar la belleza que nuestro corazón, espiritual, debió sentir en algún momento de su eterna existencia; cuando por un casual, entrara en contacto con algo sublime y amorosamente celestial.
Quizá os esté y me esté mintiendo.
- Es posible que así sea amigo –algunos me dicen–, pero si fuese verdad lo que nos has contado..., entonces merecería la pena arriesgar nuestras vidas, tan sólo, para comprobar que la felicidad derivada del auténtico Amor puede existir. Ese Amor podría ser la Verdad escondida que nos dirige como individuo, como especie y como parte solidaria de todo el Universo hacia un destino que todavía nos es velado. Quizá no debamos intentar arrancar la flecha que antaño nos fuera clavada, sino hundirla más profundamente en nuestro corazón.
ARALBA (El Autor)
KAOS QUÁNTICO
R.P.I. M006311/2004
Para seguir leyendo el Capítulo primero:
http://kaosquantico.blogspot.com/2011/07/kaos-quantico-libro-i-el-extraordinario.html