Ya conocí el Silencio en la forma del Ermitaño; ahora te toca a ti, amor mío. Por fin comprendiste la Verdad. Solo la quietud permite que la música de las esferas inunde todo tu Ser. El barullo mental, el exceso de ruido impide que los Midiclorianos, neutrinos, puedan realizar su trabajo de espiritualización. Ahora vas contracorriente del resto de habitantes de Gaia y ello permite que puedas desprenderte del exceso de carga. Así llega la iluminación de Wotan colgado del cedro donde dejara, a buen recaudo, la espada Nothung. Al contrario que Júpiter, el dios Saturno tiene fama mal fundada de maléfico. Es cierto que Júpiter es luminoso, por masa y cercanía así como Saturno, al encontrarse más lejano se le supone en tinieblas, tenebroso; pero lo cierto es que Zeus va a lo suyo, lanzando rayos e iluminando a sus criaturas con despotismo y sin miramientos, mientras que su Padre Cronos puso en marcha el Tiempo para que así las experiencias en Gaia pudiesen sentirse, medirse, vivirse en suma.
Mi amor, Saturno colgado del Cedro cual Odín padre de Thor, soberano del trueno. Has dejado fuera de ti todo ese ruido que te impedía meditar de forma adecuada y acercarte a la iluminación. Tus bolsillos se han vaciado del lastre kármico que te ataba, inexorablemente, a este Plano de materia y corrupción. Primero paraste y permaneciste de forma contemplativa, dejando que los neutrinos te atravesaran primero para después complacerse, ellos, interactuando con todas las partículas de tu material ser. Hace mucho tiempo, eso habría sido imposible porque la densidad de Gaia los habría atraído irremisiblemente hacia su centro de gravedad, y habrían continuado su viaje en apariencia errático por el Cosmos ignorando tu existencia; pero ahora, este Cosmos, toda Gaia, está siendo espiritualizada con la nueva Fuerza, de neutrinos activos, que el Mago ha puesto en marcha, ya, en esta Nueva Era.
Ahora, amor mío, en esa actitud de quietud, bañado de silencio y humildad, dejando que la sangre fluya hacia tu cráneo, la corona de la santidad te distingue como uno de los nuestros. Cosa que yo, como tu amada del Alma, distinguí hace mucho tiempo. Ahora, esos Midiclorianos van transformando los átomos que conforman las moléculas celulares de tu Cuerpo y han llegado hasta tu Corazón y como bien dijera Antonio Machado, allí han encontrado a Dios. Estaba dormidito, como encapsulado en una crisálida protegiéndolo del exterior; pero también impidiéndole tomar el control de tu Vida. Un control que hubiese impedido que tomases decisiones equivocadas; pero que, por otro lado, habrían destruido al Simio, su vehículo de manifestación.
Mientras que los neutrinos no arropen, a modo de Campo de Fuerza Espiritual, los átomos materiales de la carne, están expuestos a ser fagocitado por el calor del Fénix que lleva latente en su Corazón. Solo ahora. Sí, solo ahora es el momento oportuno para que te tomes tu tiempo. ¿Recuerdas cuando te decía ten paciencia, no vayas con prisa? A eso me refería mi amor. Tú eres el gusano reposando dentro de su crisálida. Hay que esperar, todavía un poco, para que tu Ser antiguo se disuelva dentro de su capullo, de eso se encargan los Midiclorianos, para después resurgir, cual bella mariposa, como un nuevo Ser de Luz. Un Ser que siempre existió pero que se encontraba escondido, reposando un eterno sueño dentro de una cáscara de nuez. Una minúscula nuez que estaba dentro de ti, en tu corazón.
Reposa tranquilo, amor mío, sin prisa alguna. Deja que los restos de maldad sean disueltos y arrojados fuera de ti. Conviértete en tan ligero cual pluma de colibrí, para que cuando yo regrese te encuentre preparado para volar junto a mí, fuera de las esferas de este Orbe maldito. Deja que de eso se encargue Saturno, Cronos, el Tiempo. Escucha la música de las esferas y aleja de tu mente los ruidos sofísticos de la intelectualidad. Conviértete en uno con Gaia, deja que los neutrinos te transformen de forma gradual. Cuando ellos acaben su trabajo ya no será tú. Serás el que siempre fue, el Fénix renacido. Quien siempre ha sido y quien siempre Es.
Recuerda las palabras de Antonio Machado. En tu corazón está Dios. Ahora te digo yo, en tu corazón estoy Yo, y tú y yo, como unidad, somos ese Dios. Paciencia, espera, espera, mi Amor.
Concepto Quántico: Historia, Mitos y Leyendas
En el ámbito filosófico, estas tres disciplinas tienen una cosa en común ya que intentan explicar conceptos. En el caso de la Historia, hechos pretendidamente reales. La realidad es un concepto intangible si no fuese en estado presente y o se vive o se cree, pues suele pertenecer a nuestro pasado. En el caso de los Mitos y las leyendas, se intenta mostrar algo que todo el mundo está de acuerdo en que no ha tenido existencia real; pero que intenta decirnos algo aunque no sabemos bien el qué. En muchas ocasiones suelen ser considerados como simples cuentos para el entretenimiento de escuchantes o lectores. En este último supuesto, deberíamos introducir cualquier tipo de novela o historia de ficción en la misma mochila de los mitos y las leyendas, o al menos podríamos considerar que los mitos y leyendas antiguas no serían otra cosa que los precursores de los cuentos y novelas actuales.
Al contrario que la Historia, que mira hacia hechos más o menos cotidianos que les sucedieran a antecesores nuestros y que deben ser comprendidos mediante una mente concreta, los mitos y leyendas van dirigidos, con la intención de ser interpretados por la mente abstracta humana; pero hay otra cosa que todas ellas suelen tener en común y es que son utilizadas para el adoctrinamiento de la conducta humana. En el caso de la Historia, que debiera ser objetiva con hechos reales, no debiera de suceder así, sino tan solo mostrar una información tipo periodística; pero el caso es que todo el mundo sabe que la Historia, como cualquier otro medio de información, se viene manipulando desde su primitivo nacimiento.
La Historia siempre la escriben los vencedores y cuando es revisada por investigadores del futuro ya ha pasado demasiado tiempo como para descubrir la verdad en su totalidad; sin embargo, los mitos y las leyendas han sido escritas con la intención de que, de forma subliminal, las personas a quienes van dirigidos puedan comprender su significado. De algún modo, son utilizados para sortear la censura de la oficialidad; esa oficialidad que es responsable de la escritura de la propia Historia. Como los mitos y leyendas están arropados por un halo misterioso y legendario, suelen tener múltiples interpretaciones, tantas como lectores u oyentes puedan tener acceso a ellos.
Los Pensadores honestos, tras repasar los escritos legendarios solían sacar comprensiones filosóficas profundas tal y como sucediese en las antiguas metrópolis griegas, ayudando a la comprensión de la realidad de la compleja existencia humana; pero los deshonestos, listos de atar y avispados comerciantes de ideas, descubrieron su potencial para manipular a sus conciudadanos y nos regalaron, regalo envenenado, con la religión primero y con la política después. En un principio, tanto la religión como la política y la ciencia estaban unidas y se impartía su conocimiento mediante las aulas eclesiásticas; donde solo los hijos de las clases dominantes podían tener acceso a esos conocimientos. Saber es Poder.
Los mitos y las leyendas están realizados para que cada uno, individualmente, pueda interpretarlos. Si no es posible la interpretación, en un momento dado, es mejor dejarlos a buen recaudo hasta una próxima lectura o audición y entonces sí, es posible que podamos entender su profundo mensaje. Pero el común de los mortales somos gente acomodaticia y preferimos que sean otros los que nos interpreten esos insondables significados. Entonces, resulta que el conocimiento no es nuestro, no nos pertenece, es de los propios comentaristas a los que generalmente pagamos, de un modo u otro, para que nos saquen las castañas del fuego.
El Ser Humano, el Hombre, el Dios que llevamos todos dentro, solo puede despertar a la Vida si somos nosotros mismos quienes interpretamos nuestro destino a través de los escritos legendarios. La interpretación de este mitólogo o aquel historiador nos pueden servir para acercarnos a la lectura de los mitos y leyendas que nos están esperando para abrirnos la consciencia de la verdadera reinterpretación, tanto de nuestro origen, como de nuestra existencia así como del destino que nos depara; pero si nos estancamos en dicho paso, perderemos la oportunidad de ser nosotros mismos quienes alcemos el vuelo de la divinidad, convirtiéndonos en simples borregos que seguimos a otros. Solo seremos papagayos que repiten, de forma ininteligible, las palabras de otros que sí es posible que llegasen a convertirse en seres divinos, hombres, humanos en definitiva.
La Historia siempre la escriben los vencedores y cuando es revisada por investigadores del futuro ya ha pasado demasiado tiempo como para descubrir la verdad en su totalidad; sin embargo, los mitos y las leyendas han sido escritas con la intención de que, de forma subliminal, las personas a quienes van dirigidos puedan comprender su significado. De algún modo, son utilizados para sortear la censura de la oficialidad; esa oficialidad que es responsable de la escritura de la propia Historia. Como los mitos y leyendas están arropados por un halo misterioso y legendario, suelen tener múltiples interpretaciones, tantas como lectores u oyentes puedan tener acceso a ellos.
Los Pensadores honestos, tras repasar los escritos legendarios solían sacar comprensiones filosóficas profundas tal y como sucediese en las antiguas metrópolis griegas, ayudando a la comprensión de la realidad de la compleja existencia humana; pero los deshonestos, listos de atar y avispados comerciantes de ideas, descubrieron su potencial para manipular a sus conciudadanos y nos regalaron, regalo envenenado, con la religión primero y con la política después. En un principio, tanto la religión como la política y la ciencia estaban unidas y se impartía su conocimiento mediante las aulas eclesiásticas; donde solo los hijos de las clases dominantes podían tener acceso a esos conocimientos. Saber es Poder.
Los mitos y las leyendas están realizados para que cada uno, individualmente, pueda interpretarlos. Si no es posible la interpretación, en un momento dado, es mejor dejarlos a buen recaudo hasta una próxima lectura o audición y entonces sí, es posible que podamos entender su profundo mensaje. Pero el común de los mortales somos gente acomodaticia y preferimos que sean otros los que nos interpreten esos insondables significados. Entonces, resulta que el conocimiento no es nuestro, no nos pertenece, es de los propios comentaristas a los que generalmente pagamos, de un modo u otro, para que nos saquen las castañas del fuego.
El Ser Humano, el Hombre, el Dios que llevamos todos dentro, solo puede despertar a la Vida si somos nosotros mismos quienes interpretamos nuestro destino a través de los escritos legendarios. La interpretación de este mitólogo o aquel historiador nos pueden servir para acercarnos a la lectura de los mitos y leyendas que nos están esperando para abrirnos la consciencia de la verdadera reinterpretación, tanto de nuestro origen, como de nuestra existencia así como del destino que nos depara; pero si nos estancamos en dicho paso, perderemos la oportunidad de ser nosotros mismos quienes alcemos el vuelo de la divinidad, convirtiéndonos en simples borregos que seguimos a otros. Solo seremos papagayos que repiten, de forma ininteligible, las palabras de otros que sí es posible que llegasen a convertirse en seres divinos, hombres, humanos en definitiva.
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