sábado, 11 de diciembre de 2021

Lección 30, Tercer Grado, primera Orden

 "El Símbolo Rosacruz de Valentín Andreae"


-Homenaje a nuestro Querido Frater Ángel, que se dignó, desde el inicio, diseñar el Logo de nuestro "Colegio Invisible de la Rosacruz"


Esta Lección estará en nuestro Tercer Grado "PRÁCTICO", y donde venimos desarrollando una particular interpretación de las "Bodas Químicas" de Valentín Andreae.


A estas alturas, todos nuestros alumnos, amigos y lectores deberían de conocer que "Las Bodas Químicas de Christian Rosentkreutz", de Valentín Andreae, a pesar de que fue publicado en 1616, dos años después de la publicación de la anónima "Fama" y un año después de la, también anónima, "Confessio Fraternitatis", las Bodas Químicas, decimos, fue redactada con anterioridad a los primeros manifiestos publicados en 1614 y 1615.


Siendo esto así, cualquier Historiador, medianamente serio, deducirá que la Figura de "Christian Rosentkreutz" es un Personaje de ficción que, a nuestro pobre entender, simboliza a todos aquellos grandes hombres del Renacimiento que devolvieron a Europa la Luz de las antiguas culturas egipcia y griega, después de un oscurantismo medieval de siglos.


En las Bodas Químicas, Valentín Andreae nos ofrece, con palabras, el Símbolo verdadero que debería de representar a la Rosacruz y que no ha visto la luz hasta nuestros días. Ahora mismo.


Valentín Andreae nos ofrece unas instrucciones para representar a la Rosacruz, en la propia figura de Christian Rosentkreutz, al principio de las Bodas Químicas, cuando nuestro querido Personaje se prepara para partir con su invitación a las Bodas.


La Cruz blanca representa a Christian Rosentkreutz vestido con un hábito de inmaculado lino. La cruz aspada, la cinta roja con la que se ciñe la túnica en forma de Cruz. Las cuatro rosas rojas son las que lleva su sombrero.


Estos datos son los que se ofrecieron al Frater Ángel para diseñar el Símbolo de nuestro "Colegio Invisible de la Rosacruz". Utilizando su natural creatividad realizó, creo que con gran atino y licencias, algunos importantes cambios como colocar la cruz aspada con las cuatro rosas en el centro de la Cruz en lugar de sobre ésta a modo de corona o diadema, ya que desmerecería en belleza su diseño. 


En principio se había considerado el colgar una cruz griega roja dentro de la latina blanca y que las cuatro rosas formarán una suerte de aureola alrededor de la parte superior de la Cruz; pero en cuanto vimos el diseño provisional de Ángel, comprendimos que era el bueno, único y definitivo.


Christian Rosentkreutz, como venimos exponiendo en éste Tercer Grado, representa al viejo Ego Humano que ha tocado techo y fondo, comprendiendo que él no es nada, así se describe a sí mismo durante todo el relato, y que humildemente acepta la invitación que le es ofrecida para asistir a las Bodas. Estas bodas, como podéis imaginar, están destinadas a él, para realizar su Iniciación; es decir, su transmutación alquímica, también conocida como Transfiguración, de hombre mortal en Hombre Espiritual.


Por lo tanto, Rosentkreutz se viste de blanco porque representa la limpieza del cuerpo y la pureza de ánimo. La Cruz que representa al Cuerpo está mirando a los cuatro puntos cardinales y representa a nuestro Universo Espacio Temporal cuatridimensional. El Espacio con sus tres dimensiones reconocidas más el Tiempo que sería la cuarta.


Ciñe su cuerpo con una cinta o cordel rojo que representa la pasión, la voluntad, la lucha y el trabajo por llevar a buen puerto su propósito y es también una cruz que abraza a la cruz del cuerpo porque deben de ir unidas y sincronizadas porque la pureza y la pasión son complementarias y no cumplirían su función la una sin la otra, porque la Pureza es pasiva y la Pasión, por el contrario, es impulsiva. La Pureza necesita de la Pasión para ponerse en movimiento y la Pasión requiere de la Pureza para controlar sus, a veces, caóticos impulsos.


Las cuatro rosas rojas del sombrero, que en nuestro caso está fuera de la cabeza, como puesto en el pecho en signo de respeto, no solo es parte del escudo familiar de Valentín Andreae, el principal ideólogo de la Rosacruz, en el Siglo XVII, sino que representa junto con la singularidad de la, igualmente roja, cruz aspada, los cinco elementos de la Naturaleza, la Tierra, El Agua, el Aire, el Fuego y un Quinto elemento que es el Éter y que, como elemento divino, es el origen de todos los demás.


Así nuestro Símbolo en tanto que, tridimensionalmente, señala a los cuatro puntos cardinales, nos dice que puede dirigirse, en su búsqueda, a cualquier lado, incluso permaneciendo estático pues el Colegio Invisible de la Rosacruz, no se encuentra en algún lugar concreto del Espacio-Tiempo, sino en todas partes. Allí donde se encuentre el sincero buscador allí estará el Colegio Invisible de la Rosacruz para recibirlo con sus puertas abiertas de par en par.


Solo el Ego que está preparado puede ver la Senda de la Iniciación. En definitiva, nuestro Símbolo, en principio representa la pureza y la pasión preparadas para, en conjunto, ser puestas a prueba; pero nuestra Rosacruz además va acompañada por unos destellos dorados que representa al Espíritu que se encuentra, como un divino guardián, en segundo plano. Con el poder del Espíritu, la Iniciación está garantizada abriéndonos la posibilidad de regresar a nuestro Hogar Celeste representado por ese fondo azul celeste, en tanto que la atmósfera de nuestro planeta, desde tiempo inmemorial, ha sido tenida como el Primer Cielo, el primer paso para poder alcanzar los cielos eternos pertenecientes a Dios, el Pleroma.


Esperamos que éste Logo sea del gusto de todos, también que os agrade nuestra humilde y parcial interpretación; pero no quiero acabar esta entrada sin antes invitaros, de corazón, a que deis vuestra opinión, lo que a vosotros os dice dicho símbolo y cuál sería vuestra más que legítima interpretación 


Aralba Pensator Minister, Frater R+C

lunes, 6 de diciembre de 2021

Lección 29, Tercer Grado, Primera Orden

 "Las Bodas Químicas 29"


-Cuarta Jornada II-


Si algo puede tener claro todo el mundo, es la naturaleza simbólica de las Bodas Químicas de Christian Rosentkreutz.


Como hemos visto, los símbolos, por cierto nuestro alfabeto y números también lo son, poseen diferentes capas de interpretación, cada vez más profundas y de difícil interpretación.


No, no se puede indicar que un símbolo tenga un único significado o una única manera de ser interpretado; no obstante, es cierto que existen símbolos mucho más complejos que otros que no lo son tanto. Por ejemplo, en la Cultura Digital el 0 posee valor nulo y el 1 valor pleno. La combinación de ceros y unos posee un valor único para cada combinación; pero si nos introducimos en la Cultura Cuántica de los Q-Bits, la cuestión ya no parece tan simple, dado que éste, al contrario que los bits que habíamos mencionado, pueden tomar múltiples valores y, por lo tanto, su cantidad de información es muchísimo mayor.


Así, los símbolos de los que estamos tratando, están dirigidos al Alma y está en cada Alma, de forma individual, sacar su particular y única interpretación. Dicho de otro modo, lo que un símbolo me está diciendo a mí puede ser algo muy diferente a lo que te está diciendo a tí.


Por lo tanto, en ésto del Esoterismo, que no es otra cosa que un Universo constituido de símbolos, no deberíamos de dogmatizar y tomar nuestras interpretaciones como las únicamente válidas y es, en éste sentido, donde la palabra Tolerancia toma todo su valor. 


Es, por todo lo anterior, que intentamos no ser tasativos en el Tema de la interpretación de las Bodas Químicas, a sabiendas de que no podemos conseguirlo del todo y, por ello, debemos repetirnos en el sentido de que nosotros no estamos en posesión de la Verdad y que nuestros escritos e interpretaciones no dejan de ser otra cosa que meros ejemplos para que cada uno de nuestros lectores vayan aprendiendo a interpretar, por sí mismos, la rica simbología de la Rosacruz. En éste sentido, no os estamos ofreciendo pescado sino la forma de vosotros pescarlo. Si nosotros os ofreciéramos pescado estaríamos siendo sectarios y dogmáticos; pero, sin embargo, al ofreceros la posibilidad de que lo pesquéis, por vosotros mismos, se os ofrece la oportunidad de alcanzar la Iluminación en libertad que, por otro lado, es la única forma de llegar a ella.


Continuemos con nuestra particular interpretación de las Bodas Químicas:


"En aquel momento hubiera sido conveniente que ninguno de nosotros dijera algunas palabras. Pero como estábamos demasiado emocionados para hablar, fue el viejo Atlas quien se adelantó y dijo en nombre del Rey: 


"Su Majestad Real se alegra de vuestra llegada y os otorga su gracia real a todos juntos así como a cada uno en particular. Igualmente está muy satisfecha del cumplimiento de tu misión, querida virgen, y te será reservado un don del Rey. Su Majestad piensa sin embargo que aún deberías guiarlos hoy, pues no pueden sino tener una gran confianza en tí"


La virgen recogió humildemente su rama de laurel y nosotros nos retiramos por primera vez acompañados de nuestras vírgenes.


La sala era rectangular por delante, cinco veces más ancha que larga, pero en el otro extremo, tomaba la forma de un hemiciclo completando así la imagen de un porche, en el hemiciclo y siguiendo la circunferencia del círculo habían puesto tres hermosos tronos; el del medio era un poco más alto.


El primer trono estaba ocupado por un viejo rey de barba gris, cuya esposa era por el contrario muy joven y admirablemente hermosa. Un rey negro en plena madurez estaba sentado en el tercer trono, a su lado se veía una vieja madre sin corona y velada.


El trono del medio estaba ocupado por dos adolescentes, estaban coronados de laureles y encima de ambos se encontraba suspendida una enorme y preciosa diadema. En este momento no eran tan bellos como yo los imaginaba, pero no sin razón.


Varios hombres, la mayor parte viejos, se habían colocado tras ellos en un banco circular. Cosa sorprendente, nadie llevaba espada ni arma alguna. Además tampoco vi ninguna guardia sino tan sólo a determinadas vírgenes de las que nos acompañaron ayer que se habían puesto a lo largo de los dos corredores que conducían al hemiciclo.


No puedo omitir esto: el pequeño Cupido revoloteaba por allí. La gran corona ejercía sobre él una atracción particular y se le veía remolinear y dar vueltas preferentemente alrededor de ella. A veces se instalaba entre los dos amantes enseñándoles su arco y sonriendo; alguna vez incluso hacía el gesto de apuntarnos con su arco; en fin, era tan malicioso este pequeño dios que no dejaba en paz ni a los pájaros que numerosos, volaban por la sala. Era la alegría y la distracción de las vírgenes; cuando lo podían coger no escapaba sin trabajo. Así todo el regocijo y todo el deleite venían de éste niño.


Delante de la Reina se encontraba un altar de pequeñas dimensiones pero de una belleza incomparable; sobre este altar había un libro cubierto de terciopelo negro, tan solo realzado con algunos adornos muy simples de oro; a su lado una lucecita en un candelero de marfil. Aunque pequeña, está luz ardía sin apagarse jamás con una llama tan inmóvil que no la hubiéramos reconocido como un fuego a no ser porque el travieso Cupido soplaba encima de tanto en tanto. Junto al candelero había una esfera celeste que giraba alrededor de su eje, después un reloj pequeño de música junto a una minúscula fuente de cristal de la que manaba un chorro contínuo de agua límpida, color rojo sangre. Al lado una calavera refugio de una serpiente blanca tan larga que, pese a que rodeaba otros objetos, tenía la cabeza en un ojo y la cola en el otro. Así que nunca salía enteramente de la cabeza de muerto; pero cuando a Cupido se le antojaba pellizcarla, entraba en ella con una velocidad asombrosa.


Además de éste altarcillo se observaban aquí y allá en la sala imágenes maravillosas que se movían como si estuviesen vivas, con una fantasía tan sorprendente que me es imposible describirlas aquí. Cuando salíamos se elevó en la sala un canto de tal suavidad que no sabía decir si procedía del corazón de las vírgenes que allí estaban, o de las mismas imágenes."


*


Como bien conocemos el microcosmos es un reflejo fiel del Macrocosmos, en tanto que la imagen y semejanza de lo Celeste se encuentra en el Mundo de los efectos.


El Rey Sol, en el cosmos, es el Padre del que todos estamos constituidos. Recordad que somos polvo de estrellas. El Sol posee su reflejo, en la forma de Christos, en el Microcosmos y entre el Macrocosmos y el microcosmos existe un mediador. En nuestro Mundo, es la Atmósfera que separa el Mundo estelar del mundo terrenal. El Rey no se expresa en éste Mundo pues de vocalizar alguna Palabra lo destruiría todo y debe de ser el simbólico Arconte Atlas, tan viejo como la propia Creación, el que debe de hablar en nombre del Rey. Atlas es representado soportando sobre sus hombros la esfera celeste, no el Mundo, lo cual es un error de interpretación. Atlas es la Entidad arcóntica que impide que el vacío cósmico arrase con la vida en la Tierra. Recordad. En el principio creó Dios los cielos y la Tierra y creó un abismo entre las aguas de arriba y las aguas de abajo. Es a partir de ese instante que la Vida dada por el Padre Sol puede desarrollarse sobre la superficie de la Tierra. Para los griegos, Atlas moraba en el Océano Atlántico pues creían que era el propio Océano el que separaba el Cielo de la Tierra.


Desde el comienzo dijimos que todo el Drama de las Bodas Químicas se produce en el interior del Ser Humano, siendo cada Personaje miembro del Microcósmos. La Virgen que ha conducido a los egos ante el Palacio del Rey no es otra cosa que la Intuición, una cualidad del Alma Inmortal. Pudiera parecer que su trabajo finaliza al haber conducido a los egos, entre ellos a Christian Rosentkreutz, ante la presencia de su Majestad el Soberano Real; pero se le solicita que continúe un poco más, pues la Intuición es necesaria hasta que se produzca, de forma definitiva, la Christificación final.


En tanto que la Virgen principal representa la parte inmortal del Microcósmos, así cada una de las vírgenes individuales que acompañan a los egos forman parte integral de esa divina Intuición, pues hasta la última y más diminuta partícula de éste Mundo es morada de una chispa divina. Ahí tenéis a vuestras vírgenes individuales, incluyendo la que acompaña a nuestro viejo Protagonista.


Se nos muestra el paisaje del Palacio, a modo de un atanor alquímico donde se deberá de producir la definitiva transmutación de lo material en espiritual y de lo humano en divino. Recordemos que las Bodas Químicas es una analogía material para explicar un proceso espiritual. Recordad que los rosacruces eran contrarios a los alquimistas de su época o hacedores de oro; pero aún así, se utiliza como ejemplo para mostrar el divino proceso de transmutación de lo material en espiritual.


El Triple Trono Real es fundamental en tanto que nos muestra una triple dualidad. La Dualidad de Cronos-Afrodita, el anciano Titán, Dios del Tiempo, padre de los dioses olímpicos y Afrodita, la Diosa del Amor y de la Generación de la Vida, madre de Cupido, es decir, de Eros. En la Mitología Griega existen dos versiones acerca del origen de Afrodita. Por un lado, se la consideraba como una de las hijas de Zeus, en tanto que los dioses olímpicos eran higos o hermanos de Zeus; pero Afrodita, en realidad, es muy anterior a Zeus y al resto de dioses, en tanto que la Vida se originó en el mismo instante del nacimiento del Tiempo, es por ello que el primer trono está constituido por la decrepitud del Tiempo y la Belleza de lo nuevamente generado o por nacer.


En el tercer trono aparece un Rey negro junto a una vieja anciana cuyo rostro no puede ser retratado pues se encuentra velado. La negrura, fuera de cualquier velado racismo, representa la falta de luz. Ambos personajes se encuentran tras las tinieblas de la decrepitud degenerativa del Mundo de los efectos. En el proceso de transmutación alquímico-espiritual, debemos de proceder partiendo de los componentes originales, sin refinar o purificar. Podemos decir que ésta parte del Trono representa al cuervo negro, el nigredo del que se parte en todo proceso de transmutación alquímica, donde los egos van acompañados de su propia escoria original. Una escoria que, de forma progresiva se deberá de ir separando para obtener el inmaculado resultado final.


El trono central representado por unos amantes adolescentes es la significación de que el proceso es dual, tanto en la vertiente femenina como masculina. Las almas gemelas nunca estuvieron separadas en tanto que la polaridad es algo intrínseco a la composición de la Vida y fuente de la propia vida y sin cuya existencia sería imposible la propia vida. Sobre estos amantes jovenzuelos está situada una Corona en forma de Diadema, que representa la generatriz femenina, y sobre la que rebolotea un infante y travieso Cupido cargado de su Carcajal y sus flechas de Amor.


La Diadema, en tanto que Símbolo Real, que se encuentra suspendido sobre los actores principales representa el Destino final del Proceso en el que nos encontramos inmersos. Un Destino que al estar definido por Cupido, el Hijo de Afrodita, podemos aceptar tanto como divertimento como algo muy serio y en el que nos va la Vida de la Consciencia de la Personalidad. La Vida, en éste sentido, no tiene por qué ser algo aburrido y gris. Experimentemos el proceso y disfrutemos de él. Nuestros adolescentes no parecen atractivos, en tanto que están en proceso de formación y ninguna Obra, hasta que no se encuentra completada, muestra su verdadera belleza y esplendor.


Al contrario que en el Mundo Exterior, este Proceso interno no requiere más que de Amor. Un Amor que veta cualquier tipo de agresión bélica. Todo ello quedó en el exterior. En el Templo no se observan herramientas o armas de destrucción porque el Proceso de Transmutación no puede ser un proceso de destrucción y reconstrucción, sino una metamorfosis donde todo lo viejo se va transformando, de forma progresiva, no violentamente, en nuevo. Es por ello que el Proceso alquímico no se produce por grandes temperaturas sino por un proceso alargado en el tiempo y cocinado a fuego muy lento.


El pequeño altar nos muestra los elementos partícipes en el proceso de transmutación. La vela encendida cuyo fuego parece estático es el elemento principal. Este fuego representa el Espíritu procedente del Pleroma que al no estar sometido al paso de tiempo parece estacionario, sin movimiento e inerte. Recuerden que el fuego es sólo una analogía del Espíritu Eterno e inmortal. La pequeña esfera celeste representa esa otra esfera que el viejo Titán Atlas sujeta para que pueda existir la atmósfera de la Tierra y ese es el crisol donde todo el proceso se desarrollará. La Fuente de agua color sangre representa el fluido vital por el que la fuerza de la llama espiritual debe de llegar a todos los confines de nuestra naturaleza material. La Sangre es un fluido muy especial que no lleva solo el oxígeno a los órganos del cuerpo sino también la fuerza vital del éter divino. La Calavera y la blanca serpiente representan el proceso regenerativo en donde intervienen tanto la muerte de la vieja materia como la médula espinal que transmite los impulsos espirituales a los lugares más recónditos del Cuerpo Humano.


Por último, el canto celestial es la metanoia emitida, al unísono, por parte de todas las partículas espirituales que mantienen con vida a los egos de la Personalidad. Es un clamor por que el proceso de divina metamorfosis comience ya.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C















martes, 16 de noviembre de 2021

Lección 28, Tercer Grado, Primera Orden

 "Las Bodas Químicas 28"


-Cuarta Jornada I-


Valentín Andreae publicó las Bodas Químicas a los 30 años de edad. Tres años más tarde, 1619, publicaría la Utopía "Cristianópolis" que años más tarde, 1624, sería imitada con menos fortuna por el Dramaturgo y político Inglés Francis Bacon en su "Nueva Atlántida".


Valentín Andreae nunca negó ser el Autor de las "Bodas Químicas", aunque tampoco, nunca, confirmó que fuera el Autor de los manifiestos "La Fama" y "La Confessio" que se publicaran, uno y dos años antes, en 1614 y 1615 respectivamente.


También fue el propio Andreae quien, sin renunciar a la autoría de las,"Bodas Químicas", sí que de algún modo las tildó como un mero ludibrium propio de un jovenzuelo falto de experiencia. Al menos esas fueron sus palabras.


En "Christianópolis", como dijimos, una Obra escrita solo tres años más tarde, expone cómo podría ser una Sociedad Cristiana dirigida por los postulados cristianos de la Reforma Universal de los rosacruces. 


Suponemos que nos encontramos, cada día, más lejos de dicha utopía dados los derroteros laicistas y anticristianos que está tomando nuestro mundo.


Continuamos con la primera parte de la Cuarta Jornada de nuestro anciano Christian Rosentkreutz, en su itinerario de la Bodas Químicas:


"Aún descansaba en mi cama mirando tranquilamente los cuadros y las estatuas admirables cuando, de repente, oí los acordes de la música y el sonido del triángulo; habríase dicho que la procesión estaba ya en marcha. Mi paje saltó de su lecho como un loco y tenía el rostro tan alterado que más parecía muerto que vivo. Imagínese mi angustia cuando me dijo que justo en ese momento mis compañeros estaban siendo presentados al Rey. Mientras me vestía a toda prisa no pude sino maldecir mi pereza y llorar a lágrima viva. Mi paje estuvo listo bastante antes que yo y salió corriendo del apartamento para ver en donde estaba la cosa. Volvió enseguida con la feliz noticia de que nada estaba perdido, que solo había faltado al desayuno pues no habían querido despertarme debido a mi edad avanzada pero que ya era hora de que lo siguiera a la fuente donde estaban reunidos la mayor parte de mis compañeros. Esta noticia me calmó, acabé de vestirme rápidamente y seguí a mi paje hasta la fuente.


Tras los saludos de costumbre la virgen se burló de mi pereza y me condujo a la fuente de la mano. Constaté que el león tenía una gran losa grabada en vez de tener su espada. La examiné con atención y descubrí que había sido tomada de entre los monumentos antiguos y colocada aquí expresamente para esta circunstancia. El grabado estaba un poco borroso a causa de su antigüedad. Lo reproduzco a continuación con exactitud para que cada cual pueda reflexionar sobre él.


"Príncipe Hermes/ tras todo el daño hecho al género Humano/ dispuesto por Dios;/ con la ayuda del arte,/ me he vuelto remedio de salvación;/ aquí fluyo,/ que beba de mis aguas quien pueda,/ que en ellas se lave quien quiera,/ bebed hermanos,/ y vivid"


(1378) Fecha del nacimiento de Christian Rosentkreutz 


Está inscripción era fácil de leer y de comprender; la habían colocado aquí porque era más cómoda de descifrar que cualquier otra.


Tras habernos lavado primero en esta fuente, bebimos en una copa de oro. Después volvimos con la virgen a la sala para vestirnos con nuevas vestiduras. Dichas vestiduras tenían adornos dorados y bordados de flores; además cada uno recibió un segundo Vellocino guarnecido con brillantes; de todos estos vellocinos se difundían influencias según su poder operativo particular. Habían fijado en ellos una pesada medalla de oro. En la cara de esta medalla se veían el sol y la Luna frente a frente. El reverso llevaba estas palabras: El resplandor de la Luna igualará al resplandor del Sol; y el resplandor del Sol se hará siete veces más brillante. Nuestros adornos anteriores fueron depositados en cajas y confiados a la custodia de uno de los servidores. Después nuestra virgen nos hizo salir en orden.


Ante la puerta nos esperaban ya los músicos vestidos con terciopelo rojo bordado de blanco. Entonces se abrió otra puerta, que antes siempre había estado cerrada, que daba a la escalera del Rey.


La virgen nos hizo entrar con los músicos y nos hizo subir trescientos sesenta y cinco escalones. En esta escalera se encontraban reunidos preciosos trabajos artísticos y cuanto más subíamos más admirables eran; finalmente llegamos a una sala abovedada repleta de frescos.


Allí nos esperaban las sesenta vírgenes, todas opulentamente vestidas; se inclinaron cuando nos acercamos y les devolvimos el saludo lo mejor que pudimos; después fueron despedidos los músicos que tuvieron que volver a bajar la escalera.


Al tintineo de una campanilla apareció una hermosa virgen que dio a cada uno una corona de laurel; a nuestra virgen le dio una rama. Después se levantó un telón y vi al Rey y a la Reina.


¡Que esplendor y qué majestad!


Si no me hubiera acordado de los sabios consejos de la reina de ayer, habría comparado, desbordante de entusiasmo, esta gloria indecible al cielo. Verdad es que la sala resplandecía de oro y pedrerías, pero el Rey y la Reina eran de tal manera que mis ojos no podían soportar su brillo. Hasta este día había contemplado muchas cosas admirables, pero aquí las maravillas se sobrepasaban unas a otras como unas a otras se sobrepasan las estrellas del cielo.


Habiéndose aproximado la virgen, cada una de sus compañeras tomó a uno de nosotros por la mano y nos presentó al Rey con una profunda reverencia; después la virgen habló como sigue:


"En hornor de vuestras majestades reales, Graciosísimos Rey y Reina, los señores aquí presentes han afrontado la muerte para llegar hasta Vos. Vuestras majestades se alegrarán de ello con razón, pues la mayor parte están calificados para engrandecer el Reino y los dominios de Vuestras Majestades, de lo que ellas podrán cerciorarse poniéndolos a prueba uno por uno. Desearía por lo tanto poder presentarlos muy respetuosamente a Vuestras Majestades, con el humilde ruego de que mi misión se considere terminada y de que tenga conocimiento de cómo la he cumplido interrogando a cada cual. Después, depositó su rama de laurel."


*


Estámos ya, un poco de vuelta para intentar responde a aquellos que, a estas alturas, sostiene que las Bodas Químicas son un libro velado de alquimia y que Valentín Andreae fue un, al menos, aficionado a la alquimia, dado que la Obra que tenemos, entre manos, se denomina "Las Bodas Químicas" o "Bodas Alquímicas" 


Lo cierto es que las Bodas Químicas son una mera aunque compleja alegoría acerca de la transformación espiritual del Ser Humano que se encuentra inmerso en una Búsqueda Interior. La sola mención de Hermes, en éste Pasaje, nos remite a la Gnósis Egipcia de los primeros años del Cristianismo primitivo.


Christian Rosentkreutz es una alegoría del Yo que ha logrado trascender al encontrar, en su interior, a su Christos, a su Señor. Eso es lo que es la Fuente de Agua viva a la que conducen a nuestro Protagonista. Cristo, en los evangelios, es representado como "Fuente de Vida Eterna". La copa de oro representaría el cáliz de la última Cena, el Santo Grial.


En éste episodio, nuestro anciano hermano demuestra que aún sufre las debilidades propias de ser Humano. Se ha dormido y eso le inquieta sobremanera; pero como dice el dicho "Dios aprieta pero no ahoga"; se le ha hecho tarde; pero no lo suficiente como para perderse lo verdaderamente importante. Se ha perdido el desayuno; pero eso representa una nimiedad respecto del conjunto de la jornada, porque lo que viene a continuación es grandioso.


La posibilidad de observar, por primera vez, tanto al Rey como a la Reina en su plena magnificencia. Antes de la visión real, puede ver sus rostros en el medallón donde se encuentran enfrentados el Sol y la Luna. Una Luna que, según la inscripción, no refleja la luz del Astro Rey sino que emite la misma cantidad de luz; dicho de otro modo, no existe distinción de majestad entre el Sol, el Rey y la Luna, la Reina.


El Rey representa la Mente del Ser Humano y la Reina su Corazón. Solo cuando el Rey y la Reina; es decir, la Cabeza y el Corazón, están equilibrados es que es posible realizar el proceso alquímico de la Iniciación que dará lugar al Hombre Nuevo, al Hombre Celeste.


Previamente, al encuentro con sus majestades, al revestirse con este nuevo Vellocino y sus medallones, los egos han tenido que abandonar sus vestimentas anteriores. Del mismo modo que durante el proceso alquímico en el que se produce una previa disolución de los elementos y una posterior coagulación de los elementos purificados por el fuego, aquí lo antiguo es abandonado para ser sustituido por algo mucho más sutíl y espiritual.


La Fecha del nacimiento de Christian Rosentkreutz es significativa (1378), donde 1+3+7+8=19=1+9=10; es decir, 1, en un siguiente nivel, en una segunda capa del proceso de "Solve et Coagula"


Los egos líderes de la Personalidad son presentados a los reyes que se encuentran en los tronos del corazón y de la cabeza; porque aunque hayan pasado unas pruebas previas, será a continuación la prueba definitiva y donde el Espíritu deberá elegir a sus más fieles servidores.


Este Proceso de presentación ante el Fuego del Espíritu acaba cuando la simbólica virgen solicita retirarse tras su trabajo cumplido. El trabajo de haber probado primero a los egos para después llevarlos ante la presencia del Fuego Espiritual representado, en nuestro Plano de existencia, por el Rey y la Reina, por un Sol y una Luna con unos poderes extrañamente idénticos.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C



miércoles, 3 de noviembre de 2021

Lección 27, Tercer Grado, Primera Orden

  "Las Bodas Químicas 27"


-Tercera Jornada y IX-


La Palabra Renacimiento es un Concepto que debemos de tener muy claro y no confundir con el de Reencarnación. El Renacimiento del Espíritu es algo que se contempla como una realidad por la Rosacruz. El de Reencarnación, por el contrario, solo es una contaminación oriental dentro de la Tradición Occidental. 


Miren, es tan importante el tener claro de qué va esto del Renacimiento, que de ello dependerá el provecho que podamos sacarle a las experiencias de nuestra Vida; pero para hablar del Renacimiento, antes debemos de considerar otras cuestiones previas.


El Espíritu es el verdadero Ser real y auténtico, todo lo demás, ya sea la Personalidad como el Cuerpo Físico, son una mera proyección, en el Mundo de la Ilusión, del Mundo de la Verdad, del Mundo de Dios; es decir del Mundo del Espíritu y de las Ideas del Pleroma.


Por decirlo de algún modo, el Espíritu tiene su Morada en el Eón Sophía, básicamente, en el Pleroma, y se comunica con éste Mundo, mediante la Esfera Reflectora que es de donde parte la esencia de las estrellas que conforman nuestro firmamento. 


Cada estrella supone la morada de un Espíritu y es en su interior donde está ubicada la "Cocina del Destino", Taller o Laboratorio donde el Espíritu confecciona los guiones de las vidas correspondientes a sus múltiples y planificados renacimientos.


Si lo anterior ha quedado claro, podemos pasar al siguiente paso y es explicar la constitución trina del Ser conocido como Humano. El Ser Humano, en esencia, es el reflejo materializado del Espíritu; pero está compuesto de otras dos partes, el Cuerpo que es lo que vemos cuando nos levantamos, por las mañanas de la cama, y otra parte invisible que es intangible, el Alma. 


El Alma, para que nos hagamos una idea, es la soldadura que une al Espíritu con el Cuerpo; es decir, su vehículo de manifestación. Esta soldadura compleja está formada, básicamente, por una parte Inmortal del Espíritu con un nivel vibratorio muy bajo y una parte perecedera y mortal del cuerpo con una vibración muy alta. Esto es así para evitar la combustión espontánea de la materia. Por lo tanto, podemos decir, sin equivocarnos, que poseemos un Alma de constitución doble y que podemos dividir en Alma Inmortal, constituida de Espíritu, y alma mortal constituida de éter del mundo material.


Cuando una persona fallece; es decir, se produce la conocida como "Transición", toda la información del vehículo del Ser Humano, mediante el alma mortal pasa, automáticamente,  al Alma Inmortal y por lo tanto al Espíritu. 


Ninguna información se pierde ni para el Espíritu que mora en su Estrella ni para la Esfera Reflectora que es donde está situada la Memoria de la Naturaleza. Esperamos que hasta aquí esté todo claro.


Durante un tiempo indeterminado, después de la Transición, el Espíritu preparara su nuevo Renacimiento que podrá ser en éste Plano de existencia o en otro diferente. 


En la "Cocina del Destino", la podéis llamar como os venga en gana, el Ser Espiritual, supraconsciente, realiza el guión de su próxima vida. Este guión no es pormenorizado, lo que quiere decir que deja mucho espacio para la improvisación, la epigénesis, luego, aunque el Destino pueda estar escrito en una suerte de boceto, en modo alguno es inmutable y, por lo tanto, sí existe el Libre Albedrío y la Predestinación está limitada a nuestra hora, día y lugar de Nacimiento así como a nuestro día, hora y lugar de fallecimiento. 


También incluye, dicho guión, ciertas experiencias que el Espíritu considera, para sí,  como fundamentales. Ese guión está programado en nuestros genes a modo de una BIOS informática que, durante el transcurso de la vida, va conformando un Sistema Operativo complejo con un sistema de Inteligencia artificial, la consciencia de la Personalidad y un Archivo de Memoria donde se almacenan todas nuestras experiencias. 


Esa consciencia es completamente nueva en cada uno de los renacimientos, luego la Personalidad, que no deja de ser otra cosa que la parte del alma material, su consciencia, no posee conocimiento de cualquier vida anterior de su Espíritu, recuerden, del verdadero Ser, salvo que el propio Espíritu así lo hubiese planificado y guionizado previamente.


Usted y yo, como conciencias individuales de éste Mundo, somos "almas nuevas", siempre, aunque seamos la encarnación número tal de nuestro Espíritu eterno e Inmortal; esto quiere decir que su consciencia de Personalidad y memoria serán absorbidas por el Espíritu; pero nosotros como consciencias en el Mundo no tenemos acceso ni a la Consciencia del Espíritu ni a sus memorias almacenadas de vidas anteriores; luego, somos autónomos y parcialmente autosuficientes; ahora bien, de nuestra última encarnación, la actual, de su consciencia, depende el que el Espíritu la utilice como definitivo "Cuerpo de Manifestación Universal" o la almacene y diseñe una próxima vida más efectiva y útil que nosotros. 


Con lo anterior, queremos indicar que de nosotros depende que el Espíritu, en el futuro, nos utilice como su vehículo de manifestación definitivo o nos deseche como quien cambia un vehículo usado por otro nuevo. Sí, es correcto, podemos llegar a ser ese Clásico que el Espíritu conservará con amor y que utilizará como su vehículo más querido en las ocasiones especiales.


De nosotros, de nuestro momento presente, depende el que sobrevivamos, al futuro, como consciencia o alma. En eso consiste la Christificación, en transformar nuestra alma mortal en Alma Inmortal, en permitir que nuestro Señor, nuestro Ser, el Espíritu diga, ¡Eureka!, lo conseguí, éste será mi único y verdadero vehículo de manifestación en todos los planos y conservaré tanto su consciencia temporal como su memoria experiencial, sumándole, al final, todas las consciencias y memorias de vidas anteriores, transformándose así lo mortal, definitivamente, en Inmortal.


La Información de la Bios, antes de encarnar, se divide en dos partes. Una porción se introduce en el óvulo femenino de la madre y la otra en el espermatozoide del padre. Al darse la fecundación, las dos partes se unen, conformando la BIOS, y dando lugar al crecimiento del nuevo Individuo, su programación y consciencia o nueva alma material. Por lo tanto, cada nueva vida comienza a ser en el mismo instante en que el espermatozoide fecunda al óvulo y ahora, que cada cual saque sus propias conclusiones.


Para finalizar, el alma que nosotros conocemos y que se manifiesta mediante la consciencia es mortal, de necesidad, si no se produce la Christificación y por lo tanto estará condenada a morir, a su desaparición con la transición conocida como Muerte. Con esto, tratamos de decir que en nuestras manos está el sobrevivir o fenecer, dependiendo de la buena herramienta que podamos resultar para nuestro Señor Dios, nuestro Espíritu Eterno e Inmortal. 


Creer que lo que no hagamos en ésta Vida podemos dejarlo para una siguiente, es un error que, en absoluto, debemos de consentir y que solo es fruto de la superstición y de la ignorancia. 


""Para finalizar", Contó un compañero que un médico le había comprado leña. Se estuvo calentando con ella todo el invierno, pero al llegar la primavera, le revendió esa misma leña, que había sido utilizada pero que no se había consumido.


"¡Sin duda eso se debe al Arte!", exclamó la virgen, y añadió: "Ha pasado el tiempo y debemos dar por finalizada la velada".


Un compañero tomó la palabra para decir: "El que no haya encontrado la solución a los enigmas planteados puede preguntar a quien los contó, y seguro que no rehusarán contestar".


Se rezó la oración de acción de gracias y todos nos levantamos de la mesa felices y satisfechos, deseando que todos los banquetes acabasen de ese modo.


Cuando nos hubimos levantado, la virgen nos preguntó si deseábamos asistir al inicio de las bodas, a lo que contestamos que sí. Mientras hablaba con nosotros, despachó a un paje discretamente. Nos trataba con tanta amabilidad que me permití preguntarle su nombre. No se molestó por ello y, con una sonrisa, me contestó:


"Mi nombre consta de cincuenta y cinco, aunque solo tiene ocho letras. La tercera (3) es un tercio de la quinta (9); si la sumamos a la sexta (13), da un número (16) cuya raíz (4) supera a la primera letra (1) en una cantidad mayor que la letra tercera (3) y que es la mitad de la cuarta (4). La quinta y séptima son iguales (8). La última es igual que la primera (1) y ambas, junto a la segunda (12), suman tanto como la sexta (13) que, a su vez, tiene cuatro más de lo que tiene la tercera tres veces (9). Decidme señores, ¿cuál es mi nombre?."


El problema me pareció difícil, pero no me amedrenté y pregunté: "Noble virgen, ¿podría conoce una sola de las letras?". Ella respondió: "Desde luego". Pregunté: "¿Cuanto tiene la séptima?". Respondió: "Tanto como invitados hay en esta sala" (9). (El nueve es la representación de un algo completo, también es el número de la Humanidad. Esto quiere decir que ese 9 representa a la totalidad de los egos que conforman la Personalidad a la que representa Christian Rosentkreutz)


Esta respuesta fue suficiente y deduje su nombre: (A (1).L (12).C (3).H (8).I (9).M (13).I (9).A (1).) (Está respuesta nos la proporcionó Leibniz, un gran estudioso de la Rosacruz).La virgen se mostró satisfecha y nos aseguró que nos serían mostradas muchas cosas.


Entonces aparecieron varias vírgenes ricamente ataviadas, precedidas de dos pajes que portaban unas luces que alumbraban su camino. El primero de ellos tenía un rostro alegre y un cuerpo armonioso. El segundo parecía contrariado y, como luego pude confirmar, exigía que sus deseos se cumpliesen. Les seguían un grupo de cuatro vírgenes. La primera mostraba gran humildad y bajaba castamente la mirada. La segunda también parecía casta y humilde. La tercera parecía alterada; más tarde supe que no podía permanecer donde hubiese alegría. La cuarta nos entregó unas flores en señal de amor.


A continuación iban otras dos vírgenes mejor engalanadas aún. La primera, con un traje azul cubierto de estrellas doradas; la segunda, con un vestido verde con rayas blancas y rojas. Ambas adornaban sus cabellos con cintas que realzaban su belleza.


La séptima virgen llegó sola. Llevaba puesta una coronita, y sus ojos se alzaban al cielo. Pensamos que era la novia, dada la nobleza de su porte y su gran reputación debida a su riqueza y a su sangre, pero nos equivocamos. Ella fue la que ordenó en numerosas ocasiones la celebración de las bodas. Nuestra virgen se inclinó y nosotros la imitamos, postrándonos a los pies de esta reina que, sin embargo mantenía una actitud humilde a la par que piadosa. Extendió su mano para saludarnos a cada uno de nosotros y nos dijo que no nos sorprendiéramos por ese favor, que sería el menor de los dones que nos concedería. Nos conminó a elevar nuestras plegarias al Creador y a reconocer su omnipotencia en todo lo que estábamos viviendo, a continuar, sin desmayo por el camino iniciado y a utilizar los dones recibidos para mayor gloria de Dios y ayuda de los hombres. Estas palabras tan inspiradas, muy diferentes, a las de nuestra virgen, me llegaron al corazón. Después y dirigiéndose a mí, me dijo, "Tú has recibido más que los demás, por tanto, has de dar más".


Todo aquello nos causó mucha sorpresa, pues cuando vimos a las vírgenes y a los músicos, pensamos que iba a iniciarse un baile.


Las pesas de las que nos habían hablado estaban allí. La reina ordenó a cada una de las vírgenes que cogiera una; la última y más pesada fue para nuestra virgen, que nos pidió que nos pusiéramos detrás. Esto bajó nuestros aires de grandeza, y comencé a darme cuenta de que nuestra virgen era demasiado buena con nosotros y que no gozábamos de la alta estima que suponíamos.


La seguimos en fila y llegamos a otra sala. En ella, nuestra virgen colocó la pesa mientras entonaba un canto melodioso. En la sala no había casi nada, excepto libros de oraciones. En el centro había un reclinatorio, y en él se arrodilló la virgen. Nosotros la imitamos y nos colocamos a su alrededor, mientras repetíamos las oraciones que ella iba leyendo. Rogamos con fervor que las bodas se celebrasen para mayor gloria de Dios y para nuestro bien.


Después entramos en otra sala, donde la primera virgen colocó su peso, y así seguimos hasta que acabó éste ceremonial. Para finalizar, la reina nos volvió a tender su mano y se retiró junto a sus vírgenes. Nuestra virgen se quedó con nosotros, pero dado que ya eran las dos de la madrugada, no quiso retenernos más tiempo, aunque me pareció que disfrutaba de nuestra compañía. Nos dio las buenas noches y nos deseó que durmiéramos tranquilamente, y luego se marchó.


Nuestros pajes nos condujeron a nuestras respectivas estancias y se acostaron en un lecho dispuesto en cada una de ellas por si tenían que atendernos. No sé cómo era la habitación de mis compañeros, pero la mía estaba bien tapizada, equipada con muebles muy cómodos y unos cuadros maravillosos. Pero, para mí, lo mejor era la presencia de mi paje, tan versado y prudente que quise escuchar sus palabras durante una hora más antes de dormirme, por lo que me acosté siendo ya las tres y media de la madrugada.


Fue la primera noche apacible, a pesar de que un sueño me impidió descansar a gusto. En este sueño me empeñaba en abrir una puerta que no cedía, aunque al final lo lograba. Esta pesadilla perturbó mi reposo, hasta que por fin salió el sol y me desperté."


*


Hemos finalizado la Tercera Jornada con este prolongado intermedio lleno de extrañas adivinanzas cargadas de incoherencias. De hecho, uno de los asistentes tiene la ocurrencia de indicar que quien desee conocer el resultado de los acertijos pregunte a quienes los han formulado.


Recuerden que nos encontramos en una suerte de pasos perdidos, fuera de cualquier recinto sagrado, y donde cada cual se muestra sin careta y sin  ambages. Resultando pues, un disparate tras otro, difíciles de explicar, si no imposible.


Bien, todo es muy importante tenerlo en cuenta a la hora de entender nuestro nombre oculto de la virgen: A.L.C.H.I.M.I.A.; pero vamos a ver ¿No sé atacaba con furia, en los manifiestos, a la alquimia y a los alquimistas? Eso me parecía a mí y ahora, sin más, se nos ofrece una adivinanza cuya resolución se la debemos al matemático Leibniz, el creador del Càlculo Infinitesimal, en paralelo con Newton.


¿Debemos de tomarnos en serio lo de A.L.C.H.I.M.I.A., en medio de éste desbarajuste de contestaciones a la gallega con rocambolescas historias en forma de más preguntas?


Alguien dijo que Dios escribe con renglones torcidos o también que los caminos del Señor son inescrutables; es decir: los designios del Señor son inexplicables.


Ya el propio Título de ésta Obra, "las Bodas Químicas de Christian Rosentkreutz", es significativo si consideramos que la técnica de la alchimia o alquimia, es la precursora de la química actual.


En todo el trabajo Rosacruz hay permanentes referencias, alegóricas, a los procesos alquímicos para poder explicar el largo y complicado proceso de la Christificación y, donde la paciencia del Alquimista es la virtud más valorada.


Al final de ésta tercera jornada, en pleno intermedio de relax, aparece la palabrita de marras: "Alquimia" de un modo encriptado y oculto, dando a entender que, con el comienzo de las bodas, comenzará el verdadero proceso alquímico de la Christificación.


La alquimia operativa, tan denostada por los rosacruces primitivos, sin embargo, es utilizada como ejemplo para explicar en qué consisten las Bodas Químicas. En la Alquimia se pretendía la transmutación de los metales innobles, como el plomo, en metales nobles como el Oro, mediante un producto final conocido como la Piedra Filosofal. Esta misma piedra, se decía, podía ser utilizada para producir el elixir de la larga vida; vamos, algo así como una medicina universal que retrasaría el envejecimiento y curaría todas las enfermedades.


Si miramos este asunto, seriamente y con detenimiento, vemos que todo esto tiene bastante sentido ya que las Bodas Químicas, la Christificación Rosacruz, pretende, de forma semejante, exactamente lo mismo. Convertir nuestra grosera y mortal Personalidad en una Alma noble e Inmortal, donde lo que somos ahora se transformaría, mediante el Proceso del Nuevo Nacimiento, de hijo de los hombres en Hijo de Dios, de mortal en Inmortal.


De algún modo, los primitivos rosacruces, utilizaron las prácticas de laboratorio de sus más enconados adversarios, como una plataforma teórica para poder explicar cómo se realiza ese divino proceso del Nuevo Nacimiento. 


"Respondió Jesús, "a Nicodemo" y le dijo: De cierto, de cierto te digo: El que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios" (Juan 3:3)


Es importante el considerar, como colofón, la pesadilla de nuestro narrador en tanto que se encuentra ante una puerta que parece no ceder ante su intento de abrirla, sabiendo que su paje personal es el Señor de las Llaves, el único que puede abrir todas las puertas de Palacio, y que se encuentra cerca de sus aposentos, por si le surgiese algún tipo de necesidad.


Todas y cada una de las adivinanzas de ésta Jornada han sido puertas que han tenido que abrirse; pero como Nicodemo, Rosentkreutz se encuentra ante algo tan complejo que no es capáz de comprender.


"Nicodemo le pregunta "a Jesús":

¿Cómo puede nacer un hombre siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?.

Jesús le contestó:

En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabemos de dónde viene ni adónde va. Así es todo lo que ha nacido del Espíritu." (Juan 3:4-8)

Lección 26, Tercer Grado, Primera Orden

  "Las Bodas Químicas 26"


-Tercera Jornada, VIII-


Existe un dicho muy común que dice: "Si se repite una idea, de forma constante, aunque sea mentira, terminará convirtiéndose en realidad". No se trata de que termine pasando por, o pareciendo, la verdad, sino que se convierte en Verdad. Esto podría parecer extraño si no caemos en la cuenta de que nuestro Universo es una diminuta partícula dentro de un Multiverso Infinito y donde todas las posibilidades deberían de ser contempladas. Dicho de otro modo: cualquier cosa que pudiera ser pensada, ideada o imaginada es posible si, bajo determinadas circunstancias, los universos colisionasen entre sí. Partiendo de esa premisa, cualquier tipo de dogmatismos inamovibles deberían de ser superados.


Jamás me oirán decir que esta cosa o aquella otra son imposibles. Sí les diré que esto o lo otro, bajo determinadas circunstancias, es improbable. Sí combato, por ejemplo, las ideas monolíticas como el Karma o la Reencarnación, no en cuanto a ideas, sino al intentar convertirlas, por algunos individuos y colectivos, en leyes inmutables, cuando sólo existen meros indicios circunstanciales y, un indicio, de tales características, no serviría para condenar a nadie y, por lo tanto, tampoco para determinar si se trata de una Ley Natural o de otra cosa diferente y menos relevante.


En ésta Vida, la personalidad está mutando constantemente, hasta el punto de que cada pocos años, aunque no nos demos cuenta, somos personas completamente diferentes a como éramos antes, tanto a nivel biológico y fisiológico como de personalidad. Luego la reencarnación es un hecho que se produce en vida; otra cosa, muy distinta, es determinar que la Personalidad, el alma material, reencarna durante vidas consecutivas.


Quizá, sea la primera vez que escuchas que reencarnamos muchas veces durante una misma Vida; pero seguro que sí has visto o leído que nuestro Organismo se renueva completamente cada poco tiempo. Si renueva el cuerpo, ¿no es lógico pensar que también lo haga la Personalidad?


Imaginad una pirámide hueca y cristalina, de metacrilato por ejemplo. Ahora, imaginaos que introducimos un montón de canicas de diversos colores; pero no tantas como para que las canicas no se puedan mover, mediante la agitación, en su interior. Digamos que, una vez llena, del todo, eliminamos solo un par de canicas. Pues bien, si la pirámide se mantiene estática, las canicas mantendrán su posición invariable; pero si le damos vida agitándola, comprobaremos que la canica que se encontraba en el vértice superior de la pirámide, resulta que ha dado paso a otra canica aledaña. Si esto lo repetimos, cada vez, la canica de la cúspide será diferente, dejando a la anterior desplazada un lugar.


La Personalidad, según la Gnósis, es un conjunto indeterminado de egos que funcionan de una forma jerarquizada y que parece monolítica; pero no lo es. Los egos, según las circunstancias, se van intercambiando entre sí; pero sin producir cambios radicales y esa es la causa de que seamos una Persona diferente para las personas con las que tengamos algún tipo de relación. No somos el mismo para nuestra esposa que para nuestros hijos. No somos el mismo para cada uno de ellos, ni en nuestro trabajo o estudios; ni para cada uno de nuestros amigos o desconocidos. No es que parezcamos personas diferentes, es que somos personas diferentes en cada ocasión. Luego, en ese sentido, la reencarnación es un hecho que no puede ponerse en duda; pero claro, esa no es la reencarnación de la que todo el mundo habla.


La cuestión es que si escudriñando en los textos sagrados, ya sean los tradicionalmente aceptados, los heréticos gnósticos o los propios manifiestos rosacruces, solo encontraremos unos poquísimos indicios circunstanciales y que, muy probablemente, estén diciéndonos otra cosa diferente a la reencarnación. Eso no es suficiente como para convertir a la Reencarnación en un Dogma o Doctrina de Fe.


Dado que la Rosacruz es filosófica y, en tanto que pensamiento filosófico, no puede ser dogmática, no debemos de convertir nuestras ideas en catecismos que puedan impedir la suficientemente flexibilidad que requiere una racionalidad empírica.


La Reencarnación y el Karma, tal y como están divulgados, poseen un origen oriental y poco o nada tienen que ver con la genuina Tradición de Occidente. Eso quiere decir que ¿estamos negando la posibilidad de la Reencarnación Hindú?, en absoluto, lo que tratamos de decir es que no es una doctrina proveniente de Occidente, y que no hay forma de demostrar o no su certeza; pero lo más importante, su difusión nos parece tan perjudicial como la del Cielo y el Infierno. Tal y como está contemplada la Reencarnación, es una idea que se presta a la manipulación de las personas debido al temor, el miedo, el pánico y el terror. Pues, del mismo modo que existe temor a caer en el fuego del infierno, también lo hay a tener que reencarnar una y otra y otra vez.


Si aquello, como el infierno, provoca miedo y, por tal causa, no es cierto, tampoco el caer en las contínuas reencarnaciones, puede serlo. No obstante, nunca daremos nada por sentado y, como dijimos al comienzo, en un Multiverso Infinito caben todas y cada una de las posibilidades; pero de mi boca, jamás escucharán una sola palabra ni a favor de la existencia del Infierno ni de la Reencarnación. Retomaremos esto para hablar, más adelante, del Renacimiento del Espíritu que es otra cosa muy distinta. 


Recuerden, nos encontramos en la búsqueda de la Verdad mediante el Conocimiento, la Gnósis, y no empeñados en cambiar unos dogmas por otros, basados en meras supersticiones sin una corroboración neta y consistente.


*


Un séptimo "Compañero" agregó:


"Mientras se pueda elegir todo está bien, pero mi caso es distinto. De joven me enamoré de una joven que me correspondía, pero no pudimos unirnos por las trabas que nos pusieron amigos y familiares. Se casó con otro hombre bueno y honrado. La amaba mucho y, el día en que ella se puso de parto, cayó inconsciente, de modo que fue dada por muerta y enterrada en medio de la tristeza de todos los que la conocía. Decidí desenterrarla para poder darle un abrazo, algo que no pude hacer en vida. Con ayuda de mi criado la sacamos de su sepultura; abrimos el ataúd y, al estrecharla entre mis brazos, me di cuenta de que su corazón aún latía, muy débil al principio, pero luego iba acelerándose a medida que mis brazos calentaban su cuerpo. Cuando confirmé que aún vivía la llevé a mi casa y traté de reanimarla con un baño caliente de hierbas y la confié a los cuidados de mi madre. Al poco, dio a luz a un niño sano y robusto. Ya recuperada, le conté, ante su enorme sorpresa, todo lo acontecido y le pedí que se quedara conmigo, como si fuese mi esposa. Me contestó con pesadumbre que su marido siempre la había amado fielmente, pero que, a la luz de lo ocurrido, su amor lo entregaba a su esposo y a mí de la misma manera. Pasadas varias jornadas, un día invité a su marido y le pregunté si volvería con su mujer en caso de que ella viviese. Me contestó, entre lágrimas, que sí lo haría. Así que traje a su presencia a su esposa e hijo. Le conté lo que había sucedido y le pedí que aceptara el pacto que había hecho con ella. Discutimos y no llegamos a ningún acuerdo, ni con respecto a la mujer ni al niño."


La virgen le interrumpió: "Me apena el dolor que causasteis a ese hombre". "¿Qué?", respondió él, "¿no pensáis que estaba en mi derecho?"


El asunto provocó una discusión entre nosotros. La mayor parte se mostraba de acuerdo con la conducta de nuestro compañero. Él añadió: "Le devolví a la madre y al hijo. Decidme, señores, ¿fue más recta mi acción o la alegría del esposo?


Esto último complació tanto a la virgen que nos pasó la copa para que debiéramos en honor de ambos.


Se plantearon otros enigmas tan enrevesados que no soy capaz de acordarme de todos, salvo de uno de ellos…


*


Claro, debemos situarnos en el contexto histórico de cada época. Nuestros avispados lectores se habrán percatado de que en estas historias, la mujer es tratada como si fuese un producto de transacción; en contraste con el el significativo protagonismo de las vírgenes del Palacio.


En este sentido, la historia que cuenta éste séptimo amigo adolece de ciertas incoherencias, algunas de las cuales, hoy, se verían como desviaciones del comportamiento dignas de ser tratadas en un psiquiátrico.


En primer lugar, el narrador habla de un desentierro ilegal con el fin de poder abrazar a su amada muerta. Esto, hoy se tildaría de "Necrofilia"


A continuación, dado que la mujer y su hijo habían sido sepultados vivos, por algún tipo de catalepsia, el hombre en lugar de ponerlo en conocimiento de las autoridades o avisar a su familia, resulta que secuestra a la mujer y se la lleva a casa. Con sinceridad, no tengo ni idea de como serían las leyes en el Siglo XVII, en esa zona de Europa; pero hoy, sin duda, sería constitutivo de delito.


A continuación, aprovechándose de la vulnerabilidad en la que se encuentran la víctima y su hijo recién nacido, le hace aceptar un trato infumable y bastante humillante. Tener trato con él y con su marido. La mujer, evidentemente agradecida, acepta eso como hubiese aceptado cualquier otra propuesta que su salvador le hubiese hecho.


Para rematar la faena, nuestro cínico Salvador, le comunica el episodio al marido de la "rescatada" y le comenta del acuerdo realizado, a sus espaldas, con su esposa. Naturalmente, esto produce una serie de discusiones que no pueden, dentro del sentido común, llegar a algún tipo de acuerdo; de hecho, cualquier tribunal, al recatador-secuestrador, más que aplaudirlo y condecorar lo, lo habría condenado y encarcelado.


En este caso, como era de esperar, nuestra Virgen se siente molesta, tras el relato, por el sufrimiento ocasionado al buen marido de la enterrada en vida.


A continuación, el narrador vuelve sobre sus pasos, a modo de estrategia, indicando que, bueno, como que le dio pena, recapacitó, y al final entrego a su rescatada amada a su verdadero esposo, como quien entregara una cartera perdida a su dueño, y santas pascuas. Aquí no ha pasado nada. 


Fijaos lo importante que es, en este asunto, que a pesar de haber un cierto chismorreo al respecto del Relato, muchos de los invitados estuvieron de acuerdo con el proceder del narrador. Pues bueno…


Es importante considerar todas estas cosas y recordarlas para entender lo que vendrán a suceder en los siguientes pasajes. Los egos, a pesar de haber pasado una prueba tan dura como es el pesaje; sin embargo, en general, se encuentran extremadamente lejos de estar verdaderamente preparados para asistir a las bodas.


Llegados a éste punto, todos los relatos desarrollados como contestación a la Cuestión expuesta por la Virgen, nos parecen, salvo la de Christian Rosentkreutz con su matización final, de un infantilismo flagrante y digno de ser contundentemente replicado.


Ya sólo queda un pasaje para que terminemos con este lúdico interludio y Rosentkreutz y sus compañeros puedan asistir a la Boda y, ya de paso, conocer a ese Rey tan esquivo y desconocido.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C