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miércoles, 3 de noviembre de 2021

Lección 11, Tercer Grado, Primera Orden

  "Las Bodas Químicas 11"


-Segunda Jornada II-


¿Jesús, el Cristo? Jesús significa "Jehová es Salvación" y procede del Hebreo; sin embargo Cristo, de Christos es una palabra de origen griego que significa "Ungido, Elegido o Mesías".


Por lo tanto tenemos dos posibles acepciones, "El Elegido para la Salvación de Jehová", en la forma de Jesucristo o  "La Salvación de Jehová el Elegido" en Jesús el Cristo, formación gramatical, en principio, carente de sentido alguno.


Para los Gnósticos, en tanto que Jehová es el sinónimo del Autades que se menciona en la Pistis Sophía y que no sería otro que el Arconte que suplanta al Demiurgo; el cual descansa adormecido en su propia Creación, no tiene mucho sentido que el Nombre de Dios, Jesucristo o Jesús el Cristo, que ya hemos visto como una formación inadecuada; pero entonces, 


¿Qué significado puede tener el nombre de Jesucristo? y ¿Cual es el Nombre de Dios que éste no desea que los hombres no olvidemos? Jehová, desde luego que no, luego Jesús no es el nombre de Dios, sino nombre de Ser Humano, un nombre de origen Hebreo. Cristo o Christos, según su origen Griego, en su acepción del Elegido, tiene sentido, desde un punto de visto Gnóstico, en tanto que marcados por llevar, dentro de sí, el germen divino de la Chispa de Espíritu eterna e Inmortal. 


Luego, en tanto que El Pleroma como Dios, no solo es incomprensible, sino también innombrable, tenemos que la forma humana para referirnos a Dios es "Elegido", que podríamos traducir también por "Yo soy", en tanto que soy depositario de la Chispa de Espíritu. Entonces, el Nombre de Dios que los cristianos no debemos de olvidar, no es Jehová o Jesucristo, sino "Cristo", Yo Soy.


Entonces, ¿qué sentido posee el uso global e intensivo de la Palabra compuesta o Nombre Jesucristo?. Entendemos que significa "Jesús, el Hombre judío, que nos mostró o trajo ante nuestro entendimiento a Cristo Dios". 


Jesús, a estas alturas, de haber existido como individuo histórico, lo cual es irrelevante, no existe duda alguna de que debió de ser un Hereje Judío, pues toda su enseñanza de amorosa flexibilidad se contrapone a una férrea, estricta y, a veces, difícil de entender doctrina jehovística.


Jesús, en tanto que Hombre e hijo de Hombre, nos mostró la Verdad de la existencia de Cristo, tanto en nosotros mismos como en nuestros semejantes y, en ese sentido, se lo puede considerar como un verdadero Profeta enviado por el Pleroma; pero también el verdadero Hijo de Dios, en tanto que elegido o ungido. Sí, Jesucristo es el Mesías; pero todos nosotros, como depositarios de la Chispa de Espíritu Divina, si tomamos consciencia de ello, también podemos considerarnos, ya lo dijo Jesús, no es que lo diga yo, tan Hijos de Dios cómo Jesús. 


Jesús, en su vida, al resucitar, consiguió su reintegración de cuerpo terreno y mortal a cuerpo divino e Inmortal; es decir, la Christificación. El fue nuestro Guía en ese sentido, es el Profeta que nos muestra el Camino a seguir, como nosotros podemos convertirnos, también, en profetas para aquellos que nos rodean y nos quieran escuchar. Por lo tanto, dado que el término Jesús el Cristo es incorrecto tenemos que la actual adoración del Ser denominado como Jesús o Jesucristo es pura idolatría, del mismo modo que lo fuera adorar, como Dios, al Faraón o al Emperador de Roma, en tanto que eran hombres como Jesús. 


La Oración y Adoración a Dios se nos muestra, claramente, en el "Padre Nuestro", donde se nos dice, con meridiana claridad, que debemos realizarla en recogimiento y en silencio; es decir, con nosotros mismos porque el más grande de los secretos ocultado por siglos a los hombres es que Dios vive en nosotros, en nuestro interior, tanto en el tuyo como en el mío; por lo tanto, no olvidemos jamás el nombre de Dios que es Christos y cada vez que abres los ojos estás viendo a Dios. Cada vez que escuchas el murmullobque nos trae el viento estamos escuchando a Dios, cada vez que olemos, gustamos o tocamos, estamos sintiendo a Dios, porque Dios se encuentra en todo y, por supuesto también en nosotros. Es por ello que, cuando cerramos nuestros ojos estamos mirando a Dios que vive en nuestro interior y cuando oramos recogidos y en silencio, estamos hablando con Dios nuestro Señor; es decir Christos. 


Cuando todas esas cosas las vemos cómo cosa externa, alabamos y adoramos y, supuestamente, oramos a voz en grito, estamos cometiendo idolatría porque Cristo Dios no es una Entidad externa y ajena a nosotros sino que està en nosotros porque nosotros formamos parte de ella.


*


Continuamos con nuestras Bodas Químicas:


"Ante este dilema y, sin saber qué elegir, pensé si no sería mejor renunciar al viaje. Por un lado, estaba mi dignidad, pero, por otro, tenía la esperanza y el consuelo de haber sido liberado en la torre, aunque eso tampoco me proporcionaba tranquilidad. En esas estaba cuando me sentí cansado y hambriento. Así que cogí el pan y lo partí. Y entonces, una paloma, blanca como la nieve, que estaba posada en unas ramas, aunque yo no me había dado cuenta hasta aquel momento, bajó y se puso a mi lado, como si estuviera habituada a hacerlo. Yo le ofrecí compartir mi pan, y ella lo aceptó, lo que me permitió admirar su delicada belleza.


Pero llegó de repente un cuervo negro, su enemigo natural, y se abalanzó sobre la paloma para arrebatarle su comida, sin reparar en mi presencia. La paloma no tuvo otra opción que huir, y ambas aves volaron en dirección al sur. Me enojé tanto que me puse a perseguirlos sin pensar, y así avancé un buen trecho en aquella dirección, logrando espantar al cuervo y salvar a la paloma.


En ese momento me di cuenta de que había actuado sin reflexionar, y el resultado es que me había adentrado en un camino del que me estaba prohibido retroceder. Esto me consoló, pero no evitó que lamentara el haber dejado mi mochila con el pan debajo del árbol, pues ahora ya no podía regresar a recogerla. Cada vez que me giraba, el viento me sacudía con tanta fuerza que me tiraba al suelo; en cambio, si seguía por el camino, el viento se calmaba. Y así, comprendí que oponerme al viento significaba poner en peligro mi vida.


Me puse a caminar asumiendo está pérdida con resignación y, como ya no tenía más opciones, decidí que lo mejor era llegar a mi destino antes de que se hiciera de noche. Encontré muchos falsos caminos que se desviaban del principal, pero continué por el mío gracias a la brújula. Así pude evitar desviarme ni un paso del meridiano, a pesar de que, a veces, se hacía tan duro y difícil que pensaba que me había perdido. Mientras iba andando, no dejaba de pensar en la paloma y en el cuervo, tratando de comprender el significado de su presencia."


*


En estos párrafos entendemos como la indecisión de Christian Rosentkreutz, a la hora de elegir uno de los tres posibles caminos, es respondida por el Destino y así se cumple el Dicho que dice "El Hombre propone; pero Dios dispone"


Era natural que tenía que tomar el camino largo, dado que el corto era impracticable y las atracciones del tercer camino solo podrían entretenerlo, evitando así que pudiese llegar a tiempo de los esponsales; pero al final no se trató de una decisión personal de nuestro protagonista sino de su destino representado por la Paloma y el Cuervo. 


La Paloma es una señal de su Alma y el Cuervo no es otra cosa que su sombra, la grosera y negra Personalidad que, como entidad egregórica, subsiste gracias a la esencia divina del Alma, robándole su alimento; es decir de la blanca e inmaculada paloma.


Es curioso como éste humilde comentador, no recordaba de sus anteriores lecturas que nuestro amigo llevase una brújula para poder seguir el segundo y largo camino. Fijaos que son la paloma y el Cuervo, con su persecución, los que lo llevan a éste Camino, dejando atrás, sin pretenderlo, la mochila en la que llevaba sus posesiones materiales y aquí hay un mensaje importante.


El Autor, Valentín Andreae, podría habernos contado que Rosentkreutz había seguido a las aves hasta su destino; pero no lo hace y, supuestamente sin existir un precedente, lleva una brújula consigo, cuando lo propio es que si llevaba una, hubiese quedado atrás con la mochila; pero es que la mochila representa el lastre material que hay que abandonar antes de comenzar el Camino Espiritual y, por lo tanto, la brújula representa algo que Christian lleva consigo; sí, porque se trata de su Guía Espiritual, su Intuición, tan importante en toda la Enseñanza Rosacruz. 


Esa brújula, como la Paloma y el Cuervo, no son cosas materiales sino posesiones espirituales. La Paloma y el Cuervo son la representación del Alma y la Personalidad de Christian Rosentkreutz, así como la Brújula es la representación de nuestro guía interior y que es quien verdaderamente conoce el camino por donde tenemos que andar.


Otra cosa que debemos de considerar también, es que en estos pasaje se hace una referencia explícita a lo sucedido en el interior de la torre prisión y que si es avispado nuestro querido lector, recordará que fue el fruto de una experiencia onírica. Cuando aquel episodio acabó, pareciera que el eremita había despertado para dirigirse a otro lugar, físicamente hablando; pero al hacernos mención de la Torre, comprendemos que toda la experiencia del Viaje de Rosentkreutz, es un viaje interior que sucede, en cada instante, dentro del Plano onírico.


Algo muy recurrente, dentro del Mundo Esotérico, es la incapacidad de dar marcha atrás una vez que se ha emprendido el recorrido por el sendero. Todo éste Viaje Iniciático queda perfectamente reflejado en el supuestamente lúdico Juego de la Oca, donde el recorrido siempre es adelante sin la posibilidad de retroceder salvo que se caiga en alguna de las casillas trampa que te devuelven a la casilla de entrada o a Casillas anteriires.


En nuestro episodio anterior se mencionaba algo que se vuelve a recalcar aquí y por lo que es necesario el uso de la brújula, la intuición. 


Éste segundo camino está repleto de sendas alternativas que, como un laberinto, surgen del Camino Principal. En nuestra vida ordinaria, cuando comenzamos la búsqueda espiritual, probamos con un camino y otro y otro, comprobando como no nos conduce al Destino buscado. Así muchos cargamos con muchas experiencias de fracaso al haber comenzado caminos que luego hemos abandonado por otros.


Algunos supuestos maestros, utilizan esas experiencias como un alarde de éxitos, mostrando al público su múltiple pertenencia a diversas organizaciones esotéricas. Así podéis leer machaconamente: "Fulanito de tal, gran iniciado de las órdenes tal, cual y pascual, con los máximos grados en las órdenes tal, cual y pascual", uno, muchas veces, se pregunta si en una sola vida ha podido pasar por treinta y tres grados, noventa y seis o noventa y nueve grados, nueve y doce grados más, etc, etc… 


Debe de considerar, nuestro Lector que la mayoría de tales grados no son operativos y que se imponen por imposición, como un conjunto, tras una única Iniciación. Existe un dicho que nos cuentan desde muy chicos y que dice "Quien mucho abarca poco aprieta" o "Aprendiz de todo, Maestro de nada"


No se dejen amilanar por las personas que ostentan una infinidad de títulos, grados y condecoraciones. Es literalmente imposible, en una vida, que haya podido asimilar todo el conocimiento simbólico de tan gran número de filiaciones esotéricas y grados. 


Ellos mismos, más que verlo como un asunto de alta dignidad, deberían de ser conscientes de que solo muestra su fracaso al buscar en otros nuevos lugares lo que no pudo encontrar en los anteriores. Oiga, podría haberlo encontrado en su última filiación, me increpan. No, si hace obstentación permanente de sus condecoraciones, de sus supuestos logros en forma de Bellas bitolas. No, alguien así, es la prueba palpable de que todavía no ha comenzado su verdadero viaje iniciático y que solo se encuentra en el segundo sendero, probando uno tras otro, desde el principio, a donde llevan esos caminos secundarios y que, nunca debería de haber practicado.


Es por todo lo anterior, lo importante que es dejarnos llevar por nuestra divina intuición sin abandonar el sendero emprendido, pues hemos de recordar que todos los caminos conducen a Roma y que, en un círculo, durante la secuencia centrípeta, cualquier viaje que hagamos, siempre, nos conducirá al centro.


El retroceder, como hemos visto, no es opcional, dado que lo dejado atrás no lo podemos recuperar. De ahí la importancia de nuestro argumento de siempre dejar las puertas que hayamos traspasado cerradas, con el fin de que no podamos ser seducidos por la tentación de regresar a un infructuoso camino emprendido con anterioridad y ese Camino, al menos en su último tramo, solo puede ser recorrido en solitario, pues en el punto central del círculo solo cabe uno, el peregrino que termina llegando a la casilla final del Juego de la Oca y que se encuentra en el centro del Tablero.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C