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sábado, 14 de enero de 2012

KAOS QUÁNTICO, Libro III: Horizonte Quántico, El Sueño

El Sueño es el principal medio por el cual se descarga la información de nuestro Código Genético. También es el medio, habitual, por el que se intercambia información entre los Avatares y sus Almas separadas; pero también entre ellas y sus Clones “reflejos” materiales.

Humberto Romero (El Títere principal de este espectáculo)

El Sueño

Entro en un estado de sueño extraño. Mi consciencia se ha expandido y me siento como en una especie de supervigilia. Ahora sé que mi amada diosa, Laura Estrella Luminosa, ha utilizado en mi persona un medio de iniciación de la consciencia, tal y como dijo, por mediación del sexo. Tan antiguo como la cultura humana y de procedencia hindú.

Mi memoria se hace clara y comprendo que en un remoto pasado, saqué del pozo de mi amada no sólo agua. El cubo de zinc produce un sonido metálico y cuando tiro de la maroma surge un extraño objeto de su interior. Una especie de cantarillo de color gris y muy ligero, parecido a  un recipiente cerrado sin tapa aparente; pero en el mismo instante en que es tocado por mis manos, surge una especie de fisura alrededor de su parte superior.

Tras un minucioso estudio, soy capaz de abrirlo y en su interior encuentro una serie de objetos y documentos indescifrables y de constitución desconocida para mi mente adolescente. Mi memoria se abre de forma extraordinaria y comprendo que el chaval, que creo ser yo en otro tiempo, empieza a tener sensaciones extrañas y visiones sobrenaturales que cambiarían mi futuro y el de la humanidad para siempre.

En torno a aquella especie de ánfora romana se instauraría una especie de Orden Secreta cuyo único fin consistía en descifrar los extraños  caracteres de los más extraños papiros que contenía. Los templarios se convertirían en custodios de aquel extraño tesoro que sólo los cátaros, mis hermanos, serían capaces de descifrar y entender, en un futuro cercano.
 
Cuando la Historia de la humanidad destruyó a dichos guardianes y sirvientes, el ánfora fue protegida en  Baviera  por la Orden de los Rosacruces primero y de los Iluminati después. El legado, con el tiempo, cruzó el canal de la mancha y se colocó bajo la protección de la naciente francmasonería bretona. A su alrededor se instauraron las grandes organizaciones de estudios científicos, como la Royal Society  Británica, o esotéricos como la Rosacruz in Anglia.

Ahora pierdo la consciencia y mi mente se convierte en un recipiente esférico negro como el azabache, pero sin reflejar cualquier tipo de brillo. Me encuentro situado como en una especie de vacío estelar. Mis ojos, de tenerlos, no pueden ver nada y me revuelvo, frenéticamente, a mi propio alrededor intentando encontrar algún punto de visión que pudiera servirme de referencia. Lo encuentro. Un finísimo punto luminoso puede ser observado por mí, en un lugar de la infinita esfera. Instantáneamente, a la velocidad del sueño, me encuentro frente a él. Otro instante después me sitúo dentro de su cegadora luminosidad. Otro lapsus más y observo el otro lado.

Siento como unos extraños seres me observan. Son semejantes a formas humanoides, pero sin órganos ni vestimenta alguna. Sus cuerpos son luminosos y algunas manchas grises, repartidas por sus cuerpos, cambian de tonalidad como si de un cambio  de sensaciones se tratara. No parecen poseer boca, pero siento lo que sienten y lo que hablan. Alguno me señala con el dedo y se dirige a mi persona.

Al parecer llevan toda la eternidad realizando obras de teatro, a cuál más perfecta. Toda su vida está construida alrededor de la actividad dramatúrgica y de la comedia. Al parecer han encontrado un método que consideran perfecto, pero que aún no han experimentado. Se trata de un nuevo escenario creado en la burbuja de oscuridad, donde hace sólo un instante me encontraba. Los Hombres Primigenios, así se denominan, pasarán al escenario con todo el libreto grabado en la parte inconsciente de sus mentes; pero otra parte de ellos, la consciente, quedará secuestrada en su propio mundo con el fin de que no interfiera en la creatividad interpretativa de los actores.

Veo como los actores se preparan para entrar en la burbuja de vacío, los siento como antiguos astronautas que se dirigiesen hacia algo grandioso pero desconocido. Los primeros de ellos traspasan parte del círculo luminoso, creado por su propio cuerpo; pero sucede algo que no habían tenido en cuenta. Se produce un accidente. Sus cuerpos no pueden pasar íntegramente hacia la burbuja y se desmiembran, todavía en el interior de la luminosa estancia, abriéndose una burbuja paralela que da hacia otro lugar. Ahora coexisten el Mundo Original de donde todo surgió con dos burbujas contrapuestas, más ese punto luminoso que une a los tres mundos, el cual, constituye otro Mundo propio. Gestar.

Con el vehículo de la mente me asomo a la ventana que da a esa otra burbuja que accidentalmente se creara. Al contrario que la anterior, esta burbuja es luminosa y caliente. Compruebo como una parte polarizada de los cuerpos que se han desmembrado del hombre original, se ha convertido en una especie de caldo oscuro como el asfalto que produce un estallido de materia exótica que termina por extenderse por toda la burbuja. Veo como el caldo empieza a amalgamarse para constituir una especie de estrellas negras, de cuyo seno surgen planetas y satélites brillantes como el fuego. El tiempo pasa vertiginosamente y contemplo como la vida evoluciona en esos mares de fuego, propagándose por toda su extensión. La Vida surge de sus huevos cósmicos y se extienden hacia otros Mundos y galaxias de negro carbón.

Sus cuerpos son alienígenas; pero negros como el ébano y con unas extrañas características, relacionadas con la antimateria,  que les asemejarían a especie de arañas con características de cefalópodos gigantes.

Justo después de contemplar eso, me pregunto que habrá sucedido en la burbuja de oscuridad y me dirijo hacia la ventana de luz que, más tarde se me mostraría como el Mundo de Gestar. Penetro en ella y dirijo mi cuerpo hacia la ventana negra. He vuelto a recorrer, en sentido inverso, tanto el Tiempo como el Espacio. Me he situado justo en el punto donde me encontrara ciego hasta que contemplé el punto luminoso.

Observo lo mismo que en la Burbuja blanca, pero a la inversa. Las partículas polarizadas de los actores del mundo original  penetran en el torbellino producido por el vacío de la burbuja y como por una batidora son dispersados por toda la esfera. Las partículas microscópicas empiezan, por afinidad, a unirse unas con otras y comprendo la formación de la materia primordial. Primero un caldo de gluones que evolucionan hacia kuarts y electrones que cambian su posición gracias a su spin. Los gluones siguen aglutinando a la materia primordial y se forman los primeros núcleos de protones, neutrones y otras partículas. Parece haber una especie de orden en todo ello. Es como si todo estuviese más o menos programado por un código mental. Más bien como si todo fuese una Mente.

Se producen las primera moléculas de materia que al unirse, entre sí, producen una especie de fuerza de gravedad que sigue atrayendo a la materia hacia así. Según se comprimen las partículas se produce una energía nuclear de tal poder que la luz, el calor y el fuego surgen de ellos. El Universo ha sido establecido. El escenario de los hombres del Mundo Original ha sido construido; pero no ha salido como ellos querían.

Los pilares del escenario son las galaxias, estrellas, cometas y planetas. Es un escenario inmenso, donde el Tiempo empieza a circular y donde las formas de Vida comienzan a organizarse, primero en virus y después en diferentes tipos de bacterias, de diferentes características. Veo como los virus empiezan a constituirse ya, en el propio hielo de los cometas, en torno al calor de las estrellas cercanas. Empiezo a comprender como la Vida se abre camino en el Universo y en los más variopintos ambientes y sólo entonces entiendo que la Vida es la auténtica materia del Universo. Todo está vivo y es la mente incorpórea la que ha creado su medio de manifestación, por medio de los más diversos cuerpos.

La súper consciencia de la supervigilia que se muestra a mi mente, me dice que todos los seres que viven en el universo están cercenados y les falta una parte de ellos. Se me hace ver, o comprendo si se quiere, que la única manera de que la Obra cósmica de Teatro, que la vida es, finalice es regenerando al Ser Original dentro del propio Universo.

Nosotros estamos aquí; pero otra parte nuestra se encuentra en los universos de antimateria. Sólo cuando las polaridades se encuentren, en el punto focal de Gestar, podrá realizarse la bajada del telón. La obra habrá finalizado y los actores podremos regresar al calor espiritual de nuestro natural hogar. Nuestro Universo es el pilar derecho. El Universo de la Antimateria es el pilar izquierdo y Gestar o Shámbala es el Pilar Chrístico Central de la Orden del Ánfora.

La Mente ha creado las formas de vida hasta llegar a la máquina simbionte conocida como hombre. Herramienta, singular y necesaria, para finiquitar el ciclo del Universo. Ahora esa herramienta, que somos yo y Laura Estrella Luminosa, tendremos que poner en movimiento la causa que produzca el efecto deseado: El Final del Universo.

Vuelvo a sumirme en el sueño reparador, pensando en mi amada y en la cósmica hazaña que nos depara un futuro cercano. Seguro que como en cualquier otro sueño, en cuanto despierte no me acordaré de casi nada.

Cuando desperté, la mayor de las desilusiones pareció embargarme. Que cerca he tenido a Laura; pero una vez más se me ha escapado, escurriéndose de entre mis manos. Un maldito sueño. Todo esto no ha sido más que eso, un maldito sueño. Ni siquiera me encuentro en la misma habitación que...  Espera un momento Humberto...


Examiné mi entrepierna y comprobé que se encontraba húmeda.  Olisqueé un ligero perfume a hembra en celo; pero había algo extraño, alegremente extraño. Ni las sábanas ni el pantalón del pijama estaban húmedos o manchados.

Si era verdad lo que me imaginaba, Laura Estrella Luminosa, mi protectora y amada, se encontraba abordo de “La Buscadora “, llevando consigo, en su interior, algo de mí.


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